martes, 3 de enero de 2012

Nicolás Flamel

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Feliz Año Nuevo a todos!!!!!!!!!!!!! Aquí un regalo de reyes adelantado.


-        Claro Albus- dijo el exauror- Nicolás Flamel- leyó con una sonrisa orgullosa.

Los murmullos no se hicieron esperar así como tampoco las sonrisas de orgullo entre los familiares de los tres niños y entre el profesorado.

Dumbledore había convencido a Harry de que no buscara otra vez el espejo de Oesed,

James y Lily soltaron un suspiro de alivio.

y durante el resto de las vacaciones de Navidad la capa invisible permaneció doblada en el fondo de su baúl.

Los bromistas miraron a Harry y a Ron ultrajados.

Harry deseaba poder olvidar lo que había visto en el espejo, pero no pudo. Comenzó a tener pesadillas. Una y otra vez, soñaba que sus padres desaparecían en un rayo de luz verde, mientras una voz aguda se reía.

Varios temblaron intentando no imaginar la risa de Voldemort.

—¿Te das cuenta? Dumbledore tenía razón. Ese espejo te puede volver loco —dijo Ron, cuando Harry le contó sus sueños.
Hermione, que volvió el día anterior al comienzo de las clases, consideró las cosas de otra manera. Estaba dividida entre el horror de la idea de Harry vagando por el colegio tres noches seguidas

Minerva sonrió a su alumna favorita y asintió con convicción.

(« ¡Si Filch te hubiera atrapado!»)

Fue el turno de Lily a asentir.

y desilusionada porque finalmente no hubieran descubierto quién era Nicolás Flamel.

Ahora asintió todo el comedor.

Ya casi habían abandonado la esperanza de descubrir a Flamel en un libro de la biblioteca, aunque Harry estaba seguro de haber leído el nombre en algún lado. Cuando empezaron las clases, volvieron a buscar en los libros durante diez minutos durante los recreos. Harry tenía menos tiempo que ellos, porque los entrenamientos de quidditch habían comenzado también. Wood los hacia trabajar más duramente que nunca.

Todo el equipo fingió un escalofrío haciendo reír al capitan.

Ni siquiera la lluvia constante que había reemplazado a la nieve podía doblegar su ánimo.

       -Ni un tornado doblegaría su ánimo- dijo Katie sonriendole con admiración.

Los Weasley se quejaban de que Wood se había convertido en un fanático,

-Estamos de acuerdo con nosotros mismos- afirmaron los dos a la vez.

pero Harry estaba de acuerdo con Wood.

Katie exhaló un sonoro suspiro de resignación mientras Lily negaba con la cabeza.

Si ganaban el próximo partido contra Hufflepuff, podrían alcanzar a Slytherin en el campeonato de las casas, por primera vez en siete años.

-No nos lo recuerdes- pidieron todos los Gryffindor incluída Minie.

Además de que deseaba ganar; Harry descubrió que tenía menos pesadillas cuando estaba cansado por el ejercicio. Entonces, durante un entrenamiento en un día especialmente húmedo y lleno de barro, Wood les dio una mala noticia.

-¿Cuál?- pidió Sirius pero nadie le contestó.

Se había enfadado mucho con los Weasley, que se tiraban en picado y fingían caerse de las escobas.

-Eso es muy peligroso- les regañó Molly.

— ¡Dejad de hacer tonterías! —gritó—. ¡Ésas son exactamente las cosas que nos harán perder el partido! ¡Esta vez el árbitro será Snape,

Sirius se atragantó con su propia saliba mientras que James se quedó petrificado. Los Prewet abrían y cerraban la boca como un pez fuera del agua.

-¿Des de cuanto te interesa el Quiddich?- preguntó Lily muy extrañada.

-No era el Quiddich lo que me interesaba- respondió Snape.

-Cierto,- afirmó Sus- era perjudicar a Gryffindor- le acusó pero Snape no negó ni afirmó nada.

y buscará cualquier excusa para quitar puntos a Gryffindor!

-        Cuenta con ello- dijo James con voz siniestra mientras un ya recuperado Sirius asentía.

George Weasley, al oír esas palabras, casi se cayó de verdad de su escoba.

Molly miró con preocupación a su hijo mientras los Prewet dijeron a la vez:

-        Es comprensible.- Todo Gryffindor afirmó com la cabeza.

— ¿Snape va a ser el árbitro? —Escupió un puñado de barro—. ¿Cuándo ha sido árbitro en un partido de quidditch?

-        Ni siquiera le interesa- se quejó Lee.

No será imparcial, si nosotros podemos sobrepasar a Slytherin.

-        Ni aunque Slytherin estuviera cien puntos por encima sería imparcial- afirmó Leanne.

El resto del equipo se acercó a George para quejarse.
—No es culpa mía —dijo Wood—. Lo que tenemos que hacer es estar seguros de jugar limpio, así no le daremos excusa a Snape para marcarnos faltas.

-        Eso no va a servir con Snape- dijo James- Y además así tendrá más fácil acceso a la escoba de Harry- Lily se mordió la lengua para no replicar.

Todo aquello estaba muy bien, pensó Harry; pero él tenía otra razón para no querer estar cerca de Snape mientras jugaba a quidditch.

Sirius y James asintieron completamente convencidos y Lily le fulminó con la mirada.

Los demás jugadores se quedaron, como siempre, para charlar entre ellos al finalizar el entrenamiento, pero Harry  se dirigió directamente a la sala común de Gryffindor; donde encontró a Ron y Hermione jugando al ajedrez.

-        ¿Vengándote de que te supere en todos los examenes hermanito?- preguntó Charlie burlón.

El ajedrez era la única cosa a la que Hermione había perdido, algo que Harry y Ron consideraban muy beneficioso para ella.

-        Ya veo que sí- se respondió a si mismo el caza dragones.

—No me hables durante un momento —dijo Ron, cuando Harry se sentó al lado—. Necesito concen... —vio el rostro de Harry—. ¿Qué te sucede? Tienes una cara terrible.

-        ¿No era que necesitabas concentrarte?- preguntó Ginny burlona.

-        Puedo aplazar una victoria contra Hermione cuando mi mejor amigo parece el barón sanguinario- le respondió Ron tajante.

En tono bajo, para que nadie más los oyera, Harry les explicó el súbito y siniestro deseo de Snape de ser árbitro de quidditch.

-        Siniestro deseo- repitió Remus con burla.

-        Lo es Lunático, lo es- afirmó Sirius.

—No juegues —dijo de inmediato Hermione.

-        Tiene que jugar- afirmó Oliver- no teníamos buscador suplente.

—Diles que estás enfermo —añadió Ron.

-        No funcionará- dijo Fred.

-        No con la señora Pomfrey- afirmó George.

—Finge que se te ha roto una pierna —sugirió Hermione.

-        Que inocentes niños de primero- murmuró Sirius.

-        Creyendo que se puede engañar a nuestra severa infermera- terminó James.

—Rómpete una pierna de verdad —dijo Ron.

-        Esto serviría- dijo Remus pensativo.

-        Estan hablando de romperle la pierna a mi niño y tu solo dices que eso serviría- le gritó Lily, Remus bajó la cabeza en la mesa mientras Sirius se frotaba los ojos.

-        Cornamenta, ¿estas viendo lo mismo que yo?- preguntó.

-        Sí, canuto, la pelirroja está riñendo a Lunático- le contestó él.

-        Un sueño hecho realidad- terminaron los dos juntos.

—No puedo —dijo Harry—. No hay un buscador suplente. Si no juego, Gryffindor tampoco puede jugar.

-        Exacto- dijo Oliver satisfecho con su buscador.

En aquel momento Neville cayó en la sala común.

-        ¿Cayó en la sala común?- repitió Frank estrañado.

-        Por mucho que haya heredado mi torpeza esa frase no tiene sentido- murmuró Alice, en la mesa de las serpientes Draco empeció a temblar.

Nadie se explicó cómo se las había arreglado para pasar por el agujero del retrato, porque sus piernas estaban pegadas juntas, con lo que reconocieron de inmediato el Maleficio de las Piernas Unidas.

-        ¿Quién?- gruñó Alice.

-        Tranquila mamá- dijo Neville.

-        Ni tranquila ni flautas,- intervino su abuela- Voy a matar al idiota que haya hecho eso.

-        Son mis problemas- dijo Neville- dejadme resolverlos.- Sus familiares asintieron pero ninguno se calmó.

Había tenido que ir saltando todo el camino hasta la torre Gryffindor.

Alice temblaba de furia mientras Frank intentaba tranquilizarla aunque su murada decía que el que hubiese hecho eso tendría problemas.

Todos empezaron a reírse,

Todo Gryffindor clavó la mirada a la mesa mientras se disculpaban a la vez con Neville.

-        Cincuenta puntos menos para Gryffindor- gritó una muy alterada profesora McGonagall.

salvo Hermione,

Neville le agradeció con una sonrisa mientras que McGonagall otorgaba veinte puntos a su casa.

que se puso de pie e hizo el contramaleficio. Las piernas de Neville se separaron y pudo ponerse de pie, temblando.
— ¿Qué ha sucedido? —preguntó Hermione, ayudándolo a sentarse junto a Harry y Ron.
—Malfoy

Gran parte del comedor se giró a fulminarlo con la mirada pero no hicieron nada por las palabras de Neville. Alice estaba cogida en la mesa para no maldecirlo y Frank lanzaba fuego por los ojos. Neville, sin embargo, estaba tranquilo y tranquilizaba a su abuela y madrina.

—respondió Neville temblando—. Lo encontré fuera de la biblioteca. Dijo

-        Veinte puntos menos para Slytherin- Minerva casi sacaba humo por la nariz.

— ¡Ve a hablar con la profesora McGonagall! —lo instó Hermione—. ¡Acúsalo!
Neville negó con la cabeza.
—No quiero tener más problemas —murmuró.

-        Debi haberte hecho caso.- dijo Neville encogiendose de hombros.

— ¡Tienes que hacerle frente, Neville! —dijo Ron—. Está acostumbrado a llevarse a todo el mundo por delante, pero ésa no es una razón para echarse al suelo a su paso y hacerle las cosas más fáciles.

-        Bien dicho- le dijo Arthur.

—No es necesario que me digas que no soy lo bastante valiente para pertenecer a Gryffindor; eso ya me lo dice Malfoy —dijo Neville, atragantándose.

Frank se levantó de un saltó con la cara roja y desfigurada por la rabia y la varita en alto. Respiraba entrecotadamente.

-        Tú- gruñó- com te atreves… miserable serpiente...

-        Vaya- dijo Malfoy en un intento de mantener la dignidad- No puede crear una frase completa, la idiotez debe ser de familia.- Un hechizo le dio en la cara y esta empezó a llenarse de ampollas. Neville estaba de pie con la varita en alto y una expresión similar  a la de su padre.

-        Aguanto que te metas conmigo porque no vale la pena pelearse contigo pero no te metas con mi familia- Le gritó y Draco tragó ruidosamente antes de asentir.

Harry buscó en los bolsillos de su túnica y sacó una rana de chocolate, la última de la caja que Hermione le había regalado para Navidad. Se la dio a Neville, que parecía estar a punto de llorar.

-        Gracias- dijo Neville que ya volvía a ser el chico afable de siempre.

 Muy a su pesar,
—Tú vales por doce Malfoys

-        O más- dijo Augusta. Malfoy hubiese replicado si su cara no estuviera como un globo.

—dijo Harry—. ¿Acaso no te eligió para Gryffindor el Sombrero Seleccionador? ¿Y dónde está Malfoy? En la apestosa Slytherin.

Los gruñidos de esa casa no se hicieron esperar y Minerva le sacó cinco puntos a Harry.

Neville dejó escapar una débil sonrisa, mientras desenvolvía el chocolate.
—Gracias, Harry... Creo que me voy a la cama... ¿Quieres el cromo? Tú los coleccionas, ¿no?

El trío evitó mirarse por no reír.

Mientras Neville se alejaba, Harry miró el cromo de los Magos Famosos.
—Dumbledore otra vez —dijo— Él fue el primero que...
Bufó. Miró fijamente la parte de atrás de la tarjeta.

-        ¿Por qué?- preguntó Sirius. Remus soltó una carcajada.- ¿Que es lo que sabes Lunático?

-        Lo que pasará a continuación- le respondió.

-        Y es…- le insistió Sirius.

-        Solo una pregunta cada minuto Sirius- le contestó Remus haciendolo rabiar.

Luego levantó la vista hacia Ron y Hermione.
— ¡Lo encontré! —susurró—. ¡Encontré a Flamel!

El gran comedor miró al trío con incredulidad mientras que este se unía a las risas del licántropo.

-        Meses de ardua busqueda en la biblioteca…- empezó Fabian.

-        Y lo encuentran en un cromo- terminó Guideon.

Os dije que había leído ese nombre antes. Lo leí en el tren, viniendo hacia aquí.

-        Menuda memoria- comentó Tonks.

Escuchad lo que dice: «El profesor Dumbledore es particularmente famoso por derrotar al mago tenebroso Grindelwald, en 1945, por el descubrimiento de las doce aplicaciones de la sangre de dragón ¡y por su trabajo en alquimia con su compañero Nicolás Flamel!».
Hermione dio un salto. No estaba tan excitada desde que le dieron la nota de su primer trabajo.

Todos los de quinto curso rompieron a reir mientras una sonrojada Hermione golpeaba a Harry en la parte posterior de su cabeza.

— ¡Esperad aquí! —dijo, y se lanzó por la escalera hacia el dormitorio de las chicas. Harry y Ron casi no tuvieron tiempo de intercambiar una mirada de asombro y ya estaba allí de nuevo, con un enorme libro entre los brazos.

-        No era tan enorme- se defendió Hermione.

— ¡Nunca pensé en buscar aquí! —susurró excitada—. Lo saqué de la biblioteca hace semanas, para tener algo ligero para leer.

-        ¿Ligero?- preguntó Sirius levantando una ceja.

— ¿Ligero? —dijo Ron,

Sirius y Ron se miraron asombrados mientras los demás rompían a reir.

pero Hermione le dijo que esperara, que tenía que buscar algo y comenzó a dar la vuelta a las páginas, enloquecida, murmurando para sí misma.  Al fin encontró lo que buscaba.
— ¡Lo sabía! ¡Lo sabía!

-        ¿Qué sabías?- preguntó todo el gran comedor a la vez.

— ¿Podemos hablar ahora? —dijo Ron con malhumor. Hermione hizo caso omiso de él.

Ron bufó mientras el resto reía y Hermione se disculpaba.

—Nicolás Flamel —susurró con tono teatral— es el único descubridor conocido de la Piedra Filosofal.

La comprensión llegó a la mayoría pero muchos se miraron entre ellos extrañados.

Aquello no tuvo el efecto que ella esperaba.
— ¿La qué? —dijeron Harry y Ron.
— ¡Oh, no lo entiendo! ¿No sabéis leer? Mirad, leed aquí.

-        Algo paradójico ¿no?- dijo Collin riendo.

Empujó el libro hacia ellos, y Harry y Ron leyeron:

El antiguo estudio de la alquimia está relacionado con el descubrimiento de la Piedra Filosofal, una sustancia legendaria que tiene poderes asombrosos.

-        ¿Cuáles?- preguntó Demelza pero nadie le respondió frustrando a la joven leona y a varios de los cursos inferiores.

La piedra puede transformar cualquier metal en oro puro. También produce el Elixir de la Vida, que hace inmortal al que lo bebe.

-        Menuda pasada- comentó Denis y muchos asintieron.

Se ha hablado mucho de la Piedra Filosofal a través de los siglos, pero la única Piedra que existe actualmente pertenece al señor Nicolás Flamel, el notable alquimista y amante de la ópera. El señor Flamel, que cumplió seiscientos sesenta y cinco años el año pasado, lleva una vida tranquila en Devon con su esposa Perenela (de seiscientos cincuenta y ocho años).

-        ¿Cómo puede tener una vida tranquila con una piedra así?- preguntó Sirius- Con los avariciosos que hay que querrían robarsela.- Sus ojos se dirigieron a Slytherin.

— ¿Veis? —dijo Hermione, cuando Harry y Ron terminaron—. El perro debe de estar custodiando la Piedra Filosofal de Flamel. Seguro que le pidió a Dumbledore que se la guardase, porque son amigos y porque debe de saber que alguien la busca. ¡Por eso quiso que sacaran la Piedra de Gringotts!

-         No se pueden tener secretos para vosotros- afirmó Dumby sonriendo- Lo averiguasteis todo.

— ¡Una piedra que convierte en oro y hace que uno nunca muera! —dijo Harry—. ¡No es raro que Snape la busque! Cualquiera la querría.
—Y no es raro que no pudiéramos encontrar a Flamel en ese Estudio del reciente desarrollo de la hechicería — dijo Ron—. Él no es exactamente reciente si tiene seiscientos sesenta y cinco años, ¿verdad?

-        Quien iba a decir que nuestro hermanito fuese tan gracioso- dijo Fred encima de las risas.

-        No tanto como nosotros pero… Nos has impresionado Ronnie- terminó George haciendo sonrojar al pelirrojo.

A la mañana siguiente, en la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, mientras copiaban las diferentes formas de tratar las mordeduras de hombre lobo,

Todas ineficaces pensó Remus con amargura.

Harry y Ron seguían discutiendo qué harían con la Piedra Filosofal si tuvieran una.

-        A veces sois tan infantiles- suspiró Hermione.

Hasta que Ron dijo que él se compraría su propio equipo de quidditch

Buena idea- dijeron Oliver, Katie y James a la vez.

y Harry recordó el partido en que tendría a Snape de árbitro.
—Jugaré —informó a Ron y Hermione—. Si no lo hago, todos los Slytherins pensarán que tengo miedo de enfrentarme con Snape. Les voy a demostrar... les voy a borrar la sonrisa de la cara si ganamos.

-Bien dicho- le felicitó Sirius aunque estaba algo palido por la preocupación.

—Siempre y cuando no te borren a ti del terreno de juego —dijo Hermione.

-Siempre tan optimista- se burló Harry ella solo bufó.

Sin embargo, a medida que se acercaba el día del partido, Harry se ponía más nervioso, pese a todo lo que le había dicho a sus amigos. El resto del equipo tampoco estaba demasiado tranquilo. La idea de alcanzar a Slytherin en el torneo de la casa era maravillosa, nadie lo había conseguido en siete años, pero ¿podrían hacerlo con aquel árbitro tan parcial?

-Sí- dijo Oliver- Nuestro equipo era el mejor que ha habido en mucho tiempo, puede que a algunos- miró a los gemelos- les cueste concentrarse pero a la hora de la verdad siempre cumplen así que ganaremos.- Terminó.

-Sí capitán- respondió el equipo al completo.

-Sabeis que eeso ya pasó ¿verdad?- preguntó Lee.

-Creo que estan programados para responder a los discursos alentadores de Wood en cualquier situación- comentó Leanne. El equipo no podía estar más rojo.

Harry no sabía si se lo imaginaba o no, pero veía a Snape por todas partes.

Dumblendore miró complacido a Snape quien hizo una pequeña e inadvertida inclinación de cabeza.

Por momentos, hasta se preguntaba si Snape no lo estaría siguiendo para atraparlo.

-        Aunque no le falte tenacidad no es su estilo- dijo James- el intentaría hacerte caer en una trampa o esperaría que se le presentara la ocasión.

-        Al menos eso es lo que hacía con nosotros- afirmó Sirius.

Las clases de Pociones se convirtieron en torturas semanales para Harry, por la forma en que lo trataba Snape.

Sirius y James gruñeron mientras fulminaban con la mirada a Snape cosa que también hacia, disimuladamente, Remus.

¿Era posible que Snape supiera que ellos habían averiguado lo de la Piedra Filosofal?

-        Bueno,- dijo Lily- es experto en Legeremencia.

-        No lo sabía- afirmó Snape tranquilamente.

-        Y le hacías la vida imposible a Harry porque sí- concluyó James echando humo, Snape abrió la boca para replicar.

-        Señores…- advirtió Dumby, los dos cerrarron la boca al instánte.

Harry no se imaginaba cómo podía saberlo... aunque algunas veces tenía la horrible sensación de que Snape podía leer los pensamientos.

-        Y por desgracia puede- gruñó Remus para la sorpresa de todos menos sus amigos.

Harry supo, cuando le desearon suerte en la puerta de los vestuarios, la tarde siguiente, que Ron y Hermione se preguntaban si volverían a verlo con vida.

-        Que exagerado- dijo Hermione- Tal vez en si la proxima vez sería en la enfermería.

-        Yo pensaba en que abría de cenar- se defendió Ron causando la risa de los otros.

Aquello no era lo que uno llamaría reconfortante.

-        Es más bien lo que uno llamaría deprimente- puntualizó Seamus.

Harry casi no oyó las palabras de Wood,

-        Bah,-dijo George- Solo las escucha Katie.- Varios rieron mientras Oliver le dio un golpe a George mientras le sonreía a Katie que casi se deshizo.

mientras se ponía la túnica de quidditch cogía su Nimbus 2.000. Ron y Hermione, entre tanto, encontraron un sitio en las gradas, cerca de Neville, que no podía entender por qué estaban tan preocupados, ni por qué llevaban sus varitas al partido. Lo que Harry no sabía era que Ron y Hermione habían estado practicando en secreto el Maleficio de las Piernas Unidas.

-        ¿En serio?- preguntó Harry ilusionado.

-        No pensarás que ibamos a dejarte desprotegido ¿no?- le respondió Ron encogiendose de hombros. Molly y Arthur no cabían en si de orgullo y Harry no podía estar más agradecido.

Se les ocurrió la idea cuando Malfoy lo utilizó con Neville, y estaban listos para utilizarlo con Snape,

-        Que lo hagan, que lo hagan- cantaban los bromistas encantados.

si daba alguna señal de querer hacer daño a Harry 
—No te olvides, es locomotor mortis —murmuró Hermione, mientras Ron deslizaba su varita en la manga de la túnica.
—Ya lo sé —respondió enfadado—. No me des la lata.

Varios rieron mientras Molly fulminaba a su hijo con la mirada.

Mientras tanto, en el vestuario, Wood había llevado aparte a Harry
—No quiero presionarte, Potter;

-        Pero lo vas a hacer igual- terminó Percy.

pero si alguna vez necesitamos que se capture en seguida la snitch, es ahora. Necesitamos terminar el partido antes de que Snape pueda favorecer demasiado a Hufflepuff.
— ¡Todo el colegio está allí fuera! —dijo Fred Weasley, espiando a través de la puerta—. Hasta... ¡Vaya, Dumbledore ha venido al partido!

James y Sirius soltaron un suspiro de alivio para luego dedicarle miradas burlonas al profesor de pociones.

El corazón de Harry dio un brinco.

Dumby sonrió imperceptible y tiernamente al leer la confianza de su alumno en él.

— ¿Dumbledore? —dijo, corriendo hasta la puerta para asegurarse. Fred tenía razón. Aquella barba plateada era inconfundible. Harry tenía ganas de reírse a carcajadas, del alivio que sentía. Estaba a salvo. No había forma de que Snape se animara a hacerle algo si Dumbledore estaba mirando. Tal vez por eso Snape parecía tan enfadado mientras los equipos desfilaban por el terreno de juego, algo que Ron también notó.
—Nunca vi a Snape con esa cara de malo —dijo a Hermione—. Mira, ya salen. ¡Eh!
Alguien había golpeado a Ron en la parte de atrás de la cabeza. Era Malfoy.

Arthur puso expresión frustrada intentando no maldecir al crío.

—Oh, perdón, Weasley, no te había visto.

-        Claaaro- dijeron los gemelos Prewet con sarcasmo.

Malfoy sonrió burlonamente a Crabbe y Goyle.
—Me pregunto cuánto tiempo durará Potter en su escoba esta vez.

-        Que yo recuerde no se cayó en el último partido aunque alguien hubiese cazado su escoba- defendió Oliver a su buscador.

¿Alguien quiere apostar? ¿Qué me dices, Weasley?
Ron no le respondió: Snape acababa de pitar un penalti a favor de Hufflepuff, porque George Weasley le había tirado una bludger.

-        Bien hecho-  dijeron los merodeadores a la vez, Remus en un susurro y los otros dos abiertamente mientras sus tíos sacaban pecho orgullosamente.

Hermione, que tenía los dedos cruzados sobre la falda, observaba sin cesar a Harry, que circulaba sobre el juego como un halcón, buscando la snitch.
— ¿Sabéis por qué creo que eligen a la gente para la casa de Gryffindor?

-        Ilustranos- dijo la profesora McGonagall con una sonrisa que daba miedo Draco se puso a temblar.

—dijo Malfoy en voz alta unos minutos más tarde, mientras Snape daba otro penalti a Hufflepuff, sin ningún motivo—. Es gente a la que le tienen lástima.

Todo Gryffindor se levantó rojo de furia y con la varita en alto. Draco miró a la mesa de profesores esperando que Minie los detubiese pero ella solo lo miraba echando chispas.

-        Señores- dijo Dumblendore- Vuelvan a sentarse, se le descontarán cien puntos a la casa Slytherin.- Ningun Gryffindor se sentó.

-        Sentaos- dijo Minie- el señor Malfoy cumplirá castigo conmigo, no os preocupeis-  al ver su sonrisa los Gryffindor no dudaron ni un minuto en sentarse con sonrisas vengativas.

Por ejemplo, está Potter; que no tiene padres, luego los Weasley, que no tienen dinero... Y tú, Longbottom, que no tienes cerebro.

-        Seguramente esa es la razon por la que consiguió la mayor puntuación en mi asignatura- dijo la profesora de herbología sonriendo a Neville.- Lastima que a ti te costara tanto aprobarla.- Malfoy se puso rojo como un tomate.

Neville se puso rojo y se volvió en su asiento para encararse con Malfoy
—Yo valgo por doce como tú, Malfoy —tartamudeó.

Los Gryffindor le miraron con orgullo y el sonrió algo cohibido.

Malfoy, Crabbe y Goyle estallaron en carcajadas, pero Ron, sin quitar los ojos del partido, intervino.
—Así se habla, Neville.

-        Y si de paso le das un puñetazo nadie lo sentirá- dijo Sirius ganandose una mala mirada proveniente de la mesa de los profesores.

—Longbottom, si tu cerebro fuera de oro serías más pobre que Weasley, y con eso te digo todo.

-        ¿Crees que es un insulto ser como los Weasley?- preguntó con incredulidad Frank.

-        Si son una de las mejores familias que conozco.- intervino Remus. Los Weasley se ruborizaron.

La preocupación por Harry estaba a punto de acabar con los nervios de Ron.
—Te prevengo, Malfoy... Una palabra más...
— ¡Ron! —dijo de pronto Hermione—. ¡Harry...!
— ¿Qué? ¿Dónde?
Harry había salido en un espectacular vuelo, que arrancó gritos de asombro y vivas entre los espectadores.

James, Oliver y Sirius no pudieron hacer otra cosa que sonreir con orgullo.

Hermione se puso de pie, con los dedos cruzados en la boca, mientras Harry se lanzaba velozmente hacia el campo, como una bala.
—Tenéis suerte, Weasley, es evidente que Potter ha visto alguna moneda en el campo —dijo Malfoy

-        Dudo que eso fuera lo más apropiado de decir cuando Ron está muerto de preocupación- dijo Tonks.

-        Claggo que si- intervino Fleur- Con un poco de sueggte le ceggagga esa bocota con un golpe.- Bill miró entre asombrado y orgulloso a su novia mientras Charlie le felicitaba por su elección..

Ron estalló. Antes de que Malfoy supiera lo que estaba pasando, Ron estaba encima de él, tirándolo al suelo.

-        Bien hecho hermano- dijeron todos los Weasley a la vez.

-        Ron- exclamó Molly horrorizada.

-        A por él Weasley- gritó medio comedor.

-        Cinco puntos menos pro Gryffindor- anunció con desgana Minia.

Neville vaciló, pero luego se encaramó al respaldo de su silla para ayudar.
— ¡Vamos, Harry! —gritaba Hermione, subiéndose al asiento para ver bien a Harry, sin darse cuenta de que Malfoy y Ron rodaban bajo su asiento y sin oír los gritos y golpes de Neville, Crabbe y Goyle.

-        ¿Te enfrentaste tú solo a Crabbe y Goyle?- preguntó Collin con admiración. Neville solo asintió algo rojo- Pues si eso no es valentía Gryffindor no se lo que es.

-        Una prueba más de que el cerebro de Malfoy no está conectado con su boca.- dijo Hannah.

En el aire, Snape puso en marcha su escoba justo a tiempo para ver algo escarlata que pasaba a su lado, y que no chocó con él por sólo unos centímetros.

-        Por que poco- susurró Sirius frustrado.

Al momento siguiente Harry subía con el brazo levantado en gesto de triunfo y la mano apretando la snitch.

James fue el primero en aplaudir, los demás Gryffindor se le sumaron rapidamente.

Las tribunas bullían. Aquello era un récord, nadie recordaba que se hubiera atrapado tan rápido la snitch.
— ¡Ron! ¡Ron! ¿Dónde estás?

-        ¿No te diste cuenta de nada? –le preguntó Lavander. Hermione se ruborizó y negó con la cabeza.

¡El partido ha terminado! ¡Hemos ganado! ¡Gryffindor es el primero! —Hermione bailaba en su asiento y se abrazaba con Parvati Patil, de la fila de delante.

Las dos chicas se sonrieron.

Harry saltó de su escoba, a centímetros del suelo. No podía creerlo. Lo había conseguido... El partido había terminado y apenas había durado cinco minutos.

-        Todo un récord- dijo James orgulloso.

-        Fue el segundo partido mas corto del los que se tiene constancia en Hogwarts- explicó Oliver sonriendo a su buscador.

Mientras los de Gryffindor se acercaban al terreno de juego, vio que Snape aterrizaba cerca, con el rostro blanco y los labios tirantes.

-        Estoy muy orgulloso- anunció Sirius- Has ganado el partido y has amargado a Snape, creo que te regalaré algo de Zonco’s cuando esto acabe.

Entonces Harry sintió una mano en su hombro y, al darse la vuelta, se encontró con el rostro sonriente de Dumbledore.
—Bien hecho —dijo Dumbledore en voz baja, para que sólo Harry lo oyera—. Muy bueno que no buscaras ese espejo... que te mantuvieras ocupado... excelente...  
Snape escupió con amargura en el suelo.

-        Más biente regalaré un par de escobas- recapacitó Sirius que sonreía como un niño.

Un rato después, Harry salió del vestuario para dejar su Nimbus 2.000 en la escobera. No recordaba haberse sentido tan contento. Había hecho algo de lo que podía sentirse orgulloso. Ya nadie podría decir que era sólo un nombre célebre.

Varios le miraron extrañados entre ellos Snape. Harry se encogió de hombros al sentir la muda pregunta que le dirigían muchas de las miradas.

-        Nadie puede decir esto, Harry- dijo Ron.

-        Es cierto porque sería una mentida enorme.- corroboró Hermione.

-        Ahora no pero al principio incluso tú Hermione me tratasteis diferente.- dijo, su amiga bajo la cabeza- Bueno, todos menos Ron- dijo sonriendole a su mejor amigo y este le devolvió la sonrisa.

El aire del anochecer nunca había sido tan dulce. Anduvo por la hierba húmeda, reviviendo la última hora en su mente, en una feliz nebulosa: los Gryffindors corriendo para llevarlo en andas, Ron y Hermione en la distancia, saltando como locos, Ron vitoreando en medio de una gran hemorragia nasal...

Molly miró con preocupación a su hijo menor y Arthur le envio tal mirada a Malfoy que este palideció.

Harry llegó a la cabaña. Se apoyó contra la puerta de madera y miró hacia Hogwarts, cuyas ventanas despedían un brillo rojizo en la puesta del sol. Gryffindor a la cabeza. Él lo había hecho, le había demostrado a Snape...
Y hablando de Snape. Una figura encapuchada bajó sigilosamente los escalones delanteros del castillo. Era evidente que no quería ser visto dirigiéndose a toda prisa hacia el bosque prohibido. La victoria se apagó en la mente de Harry mientras observaba. Reconoció a la figura que se alejaba. Era Snape, escabulléndose en el bosque, mientras todos estaban en la cena... ¿Qué sucedía?

-        Sea lo que sea, lo vas a averiguar- dijo Alastor sonriendo orgulloso.

Harry saltó sobre su Nimbus 2.000 y se elevó. Deslizándose silenciosamente sobre el castillo, vio a Snape entrando en el bosque. Lo siguió. Los árboles eran tan espesos que no podía ver adónde había ido Snape. Voló en círculos, cada vez más bajos, rozando las copas de los árboles, hasta que oyó voces.

La atención de los aurores y la de Remus estaba puesta al cien por cien en la lectura.

Se deslizó hacia allí y se detuvo sin ruido, sobre un haya. Con cuidado se detuvo en una rama, sujetando su escoba y tratando de ver a través de las hojas.  Abajo, en un espacio despejado y sombrío, vio a Snape. Pero no estaba solo.

-        Eso era obvio- dijo Padma girando los ojos.

-        Bueno- dijo Blaise Zabinni- Podría haber enloquecido y empezado a hablar conmigo mismo, creo que se llama transtorno de múltiple personalidad.- Varios rompieron a reír entre ellos Padma cosa que hizo que la arrogante serpiente sonriera sinceramente. Theo y Draco intercambiaron una mirada divertida y soltaron un par de risitas burlonas que hicieron sonrojar a Zabinni.

Quirrell también estaba allí.

Remus y Tonks intercambiaron una mirada de comprensión y Lily sonrió triunfante,

Harry no podía verle la cara, pero tartamudeaba como nunca. Harry se esforzó por oír lo que decían.
—... n-no sé p-por qué querías ver-verme j-justo a-aquí, de entre t-todos los l-lugares, Severus...
—Oh, pensé que íbamos a mantener esto en privado — dijo Snape con voz  gélida—. Después de todo, los alumnos no deben saber nada sobre la Piedra Filosofal.
Harry se inclinó hacia delante. Quirrell tartamudeaba algo y Snape lo interrumpió.
— ¿Ya has averiguado cómo burlar a esa bestia de Hagrid?

-        Le estás pidiendo ayuda para conseguir la piedra- acusó Sirius.

-        ¿Crees que si yo quisiera esa piedra recurriría a un ser tan patético?- contraatacó Snape.

—P-p-pero Severus, y-yo...
—Tú no querrás que yo sea tu enemigo, Quirrell

-        ¿Porque? Yo lo encuentro divertido- dijo James.

-        Porque tú tienes un mínimo conocimiento de mágia Potter- le contestó Snape.

—dijo Snape, dando un paso hacia él.
—Y-yo no s-sé qué...
—Tú sabes perfectamente bien lo que quiero decir. Una lechuza dejó escapar un grito y Harry casi se cae  del árbol.

Remus bufó de exasperación mientras los aurores ponian malas caras o muecas por haberse perdido una parte de aquel interesante diálogo.

Se enderezó a tiempo para oír a Snape decir:
—... tu pequeña parte del abracadabra. Estoy esperando.
—P-pero y-yo no...
—Muy bien —lo interrumpió Snape—. Vamos a tener otra pequeña charla muy pronto, cuando hayas tenido tiempo de pensar y decidir dónde están tus lealtades.
Se echó la capa sobre la cabeza y se alejó del claro. Ya estaba casi oscuro, pero Harry pudo ver a Quirrell inmóvil, como si estuviera petrificado.

-        ¿Alguien necesita otra prueba de que Snape quiere robar la piedra?- dijo James.

-        Creo que estás equivocado cornamenta- dijo Remus- Yo creo que quien quiere robarla es Quirell.

-        ¿Y eso?- preguntó Sirius.

-        Snape sigue de profesor pero Quirell murió ese año, Hermione le golpeo cuando iba a incendiar la túnica de Snape, su tartamudeo es demasiado ridículo, fue el que advirtió del trol…- empezó a explicar Remus.

-        ¿Diez sicklets?- preguntó Sirius y Remus asintió con una sonrisa arrogante.

— ¡Harry, dónde estabas? —preguntó Hermione con voz aguda.
— ¡Ganamos! ¡Ganamos! ¡Ganamos! —gritaba Ron al tiempo que daba palmadas a Harry en la espalda—. ¡Y yo le puse un ojo negro a Malfoy

-        Bien hecho Weasley- le felicitaron muchos.

-        Ese es mi hijo/hermano/sobrino- dijeron sus familiares, excepto Molly.

y Neville trató de vencer a Crabbe y Goyle él solo!

-        Valiente- dijeron admirados la mayoría incluida su abuela cosa que le hizo ruborizar.

Todavía está inconsciente,

Alice fulminó con la mirada a los dos gorilas mientras ellos se encogían y Neville detubo a su abuela que había sacado la varita murmurando algo de convertirlos en abrigos de piel.

pero la señora Pomfrey dice que se pondrá bien. Todos te están esperando en la sala común, vamos a celebrar una fiesta, Fred y George robaron unos pasteles y otras cosas de la cocina...

Molly suspiró resignada mientras la mayoría felicitaba a los gemelos y los Weasley y Sirius se quejaban del hambre.

—Ahora eso no importa —dijo Harry sin aliento—. Vamos a buscar una habitación vacía, ya veréis cuando oigáis esto...
Se aseguró de que Peeves no estuviera dentro antes de cerrar la puerta, y entonces les contó lo que había visto y oído.
—Así que teníamos razón, es la Piedra Filosofal y Snape trata de obligar a Quirrell a que lo ayude a conseguirla. Le preguntó si sabía cómo pasar ante Fluffy y dijo algo sobre el «abracadabra» de Quirrell... Eso significa que hay otras cosas custodiando la Piedra, además de Fluffy, probablemente cantidades de hechizos, y Quirrell puede haber hecho algunos encantamientos antiArtes Oscuras que Snape necesita romper...

-        Harry está de acuerdo conmigo Lunático- dijo Sirius.

-        Y la mayoría de aurores con Remus, mi querido tío- le respondió Tonks sacandole la lengua.

—¿Quieres decir que la Piedra estará segura mientras Quirrell se oponga a Snape? —preguntó alarmada Hermione.
—En ese caso no durará mucho —dijo Ron.

-        Ni dos minutos- confirmaron todos los que habían tenido a Quirrell de profesor.

-        Esto es todo- dijo Alastor y le pasó el libro al director.

-        Señor Weasley- empezó el director pero siete voces le interrumpieron.

-        ¿Cuál?- preguntaron todos los varones de dicha familia.

-        Charlie Weasley- puntualizó el anciano director- ¿le gustaría leer?

-        Será un honor- respondió y se dirigió a la mesa de los profesores- Norberto, el ridgeback noruego

3 comentarios:

  1. Muchisimas gracias por este regalo anticipado! Me encanto el capitulo como siempre, y tb gracias por actualizar tan prontoo :D
    Feliz año nuevoo!

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  2. sigo tu historia desde potter ficcs... continua asi esta muy buena, feliz año nuevo espero ansiosa el otro cap.

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  3. Holaaa!! me encanto el capi!!! qe bueno q activast la opcion para q ppueda comentar xD
    espero que actualices prontoooo
    besos

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