Los Weasley,
Sirius y Dudley se abalanzaron hacia la comida tan pronto como esta apareció
para el regocijo de los demás. Para sorpresa de algunos Draco se acercó a la
mesa de Gryffindor.
— Scorp me gustaría hablar contigo-
dijo con una sonrisa amistosa y su hijo se levantó a la vez que su madre lo
hacía desde Slytherin.
— Yo también vengo- les dijo Astoria.
— Si no hay más remedio- suspiró Draco
aunque por dentro sonreía. Scorp hizo aparecer la puerta que se dirigía al
jardín.
— Será más agradable hablar allí
¿Cierto?- comentó y sus padres asintieron.
Tan pronto como hubieron salido Theo,
Blaise y Daphne se levantaron.
— ¿Donde vais?- preguntó Pansy.
— A pasear- respondió Daphne- Y, si por
casualidad nos los encontramos a escuchar su conversación.
— Vamos- dijo Blaise- Que los
perderemos.
— Sois unos cotillas- comentó Theo pero
aun así los siguió.
— Pobre Scorp.- comentó Al entre
bocados mientras Rose asintió con la boca llena.
— Alex, Gwen- los llamó Katie.
— A nosotros también nos gustaría
hablar con vosotros.- les aclaró Oliver y los Wood también se fueron al jardín.
Los Longbotton Y Hannah compartieron
una mirada y se dirigieron al jardín.
— Ya hablaremos luego.- dijo Ron pero
sonó más como i hablagos logo a causa de la comida, Rose no se arriesgó y
simplemente asintió. Los Potter decidieron tomar la misma decisión así como
Bill, Fleur y Louis.
— ¿No vais a hablar?- preguntó Molly a
su tercer hijo.
— Ya lo hemos hecho.- le respondió
Percy mientras Molls asentía.
— Siempre el primero en todo.-
refunfuñó Charlie.
Los Malfoy estaban sentados al lado del
lago en un mantel que Astoria había hecho aparecer. Draco miraba de reojo a su
hijo, nunca lo había tenido tan cerca y
se sorprendió buscando los rasgos de Astoria en el rostro de su hijo. Se
alegró cuando este arrugó la nariz molesto ya que lo hizo igual que hacía ella,
porqué su padre le observaba demasiado.
— No es que me incomodice que me miren-
ironizó el muchacho- Pero si quieres preguntarme algo deberías hacerlo.-
Astoria rió con unas carcajadas cristalinas e infantiles muy diferentes a las
afectadas que acostumbraba a soltar, al darse cuenta se sonrojó y paró de reír
al instante.
— Eres un incordio Greengrass pero
tienes una risa hermosa.- comentó Draco.
— ¿El príncipe de Slytherin me está
halagando?- se hizo la sorprendida
Astoria- Debo estar dormida.
— ¿Suelo salir en tus sueños?- le
preguntó Draco burlón.
— No, pero si en mis pesadillas.- le
contestó la serpiente obviando que en ellas salía con Pansy.
— Ehem, ehem- llamó su atención Scorp-
Ya coquetearéis luego.
—
Tienes razón, lo siento- dijo Draco con una sonrisa.
—
No vas a dejarme en paz ¿verdad?- se quejó Astoria.
—
Lo haré el día que tú desees que lo haga.- le contestó el muchacho.
— Papá…- empezó Scorp algo nervioso-
Bueno, tu siempre dices que cuando ibas a Hogwarts no había chica que se te
resistiera.- Draco esbozó una sonrisa.
— Digo la verdad.- Draco estaba muy
orgulloso, Astoria en cambio, bufó indignada.- Sabes que es verdad, Astoria. Si
tú has caído, o a malas caerás- añadió cuando la chica habría la boca.- Las
demás también.
— Scorp, yo te ayudo con el problema
que tengas con esa chica, olvídate de tu padre.- le aseguró Astoria con una
sonrisa alentadora.
— Yo no tengo problemas con las
chicas.- rugió ofendido el chico- Bueno, con la mayoría de chicas.- puntualizó
cuando su madre levantó la ceja.
— Deja que adivine- dijo Draco- La
chica que te gusta te desprecia porqué no tienes problemas con las chicas.-
dijo mirando de reojo a Astoria.
— No, ella me conoce, sabe que no soy tan
mujeriego como me pintan y me creería si le dijera que le amo.- le contó Scorp.
— ¿Y cual es el problema?- preguntó Astoria.
— Está dolida conmigo porque no le
dirigí la palabra durante una semana.- confesó- Por lo que entablar una
conversación formal con ella ahora mismo no me es posible.
— Vamos hombre, no será tan difícil.-
le intentó animar Draco.
— Ganar a una esfinge al trivial no es
tan difícil. Acercarme a ella mientras está dolida conmigo si lo es.- le respondió Scorp.
— Ya se te ocurrirá algo.- comentó una
voz entre los arbustos de detrás.
—Ssshhhhhh- dos voces y un ladrido le
silenciado.
— ¿Cervero, tú también?- preguntó
Blaise horrorizado.
— Tu perro es más listo que tú.- se
burló Theo saliendo de los arbustos mientras ayudaba a Daphne a hacer lo mismo.
—
Cotillas.- murmuró Draco.
— Tenía que ayudar a mi ahijado.- se
defendió Blaise.
— Que también es nuestro sobrinito.-
Puntualizaron Theo y Daphne.
— Ya hemos terminado de hablar pero
podéis uniros a nuestro picnic.- comentó Scorp.
— ¿Un picnic sin comida?- inquirió
Blasie horrorizado. Scorp movió la varita y la comida salió volando del comedor
hasta el mantel.
— Esto pinta bien.- dijo Daphne tomando
asiento al lado de su hermana y mirando de reojo a Theo que se estaba sentando
a su lado.
— Muy bien.- concordó el sentándose con
ella.- Blaise no dejes que el perro se ponga sobre el mantel.
— No seas aburrido Theo.- dijo este
acariciando la cabeza de su dálmata que estaba sentado a su lado.
Los Wood y Katie estaban,
evidentemente, volando en el campo de Quidditch. Oliver y Katie miraban,
rebozando de orgullo, el impecable y sincronizado vuelo de sus hijos. Estos
reían a carcajadas mientras daban vueltas y hacían piruetas en el aire.
— Esos dos serán unos grandes
profesionales.- comentó Katie poniendo palabras a los pensamientos de los dos.
— Espero que no se obsesionen con eso.-
comentó Oliver. Katie lo miró extrañada.- No quiero que sean como yo.
— Pues yo sí.- comentó Katie- Yo quiero
que tengan tu determinación, dedicación, lealtad, dulzura…- no pudo seguir
porque Oliver la estaba besando con tanta pasión que los dos estuvieron a punto
de caerse de sus respectivas escobas.
— No es algo agradable de ver.- les
comentó Alex.
— Sobretodo si los protagonistas son
tus padres.- puntualizó Gwen.
Oliver y Katie se separaron
abochornados y muy sonrojados, Katie dirigió su mirada hacia los postes que
tenían detrás pero la de Oliver se dirigió hacia sus hijos y no parecía muy
satisfecho. Su mirada se volvió maliciosa.
— Oye, Alex- su hijo levantó la cabeza-
¿Quién es esa tal Dominique de la que hablaba Molly?- preguntó.
— Mi cazadora- contestó el chico algo
rojo- Es la hermanita de Louis y es muy traviesa por lo que está castigada
durante muchos de los entrenamientos.- Alex parecía molesto.
— Por lo que pierde la ocasión de ver
su rojo y liso cabello al viento ¿no era eso lo que dijiste hermanito?- se
burló Gwen.
— Yo no me meto con el porque has
mejorado tanto en pociones ni en como babeas cada vez que ves a nuestro “amigo”
Louis.- le devolvió con tranquilidad aparente su hermano.
— ¿Louis? El Weasley rubito.- Oliver
era un padre algo celoso.
— Ese.- contestó Alex contentó de haber
desviado la atención.
— ¿Por qué no tiene un budget
incrustada?- preguntó su padre.
— Uno: es mí mejor amigo, dos: me gusta
su hermana pequeña y tres: todavía no salen ni le ha hecho nada a Gwen.- le
explicó Alex.
— Louis y yo no vamos a salir nunca.-
dijo con tristeza la chica.
— ¿Y eso cielo?- preguntó Katie
preocupada.
— Mírame mamá- le contestó la chica- No
soy muy femenina que digamos, ni muy guapa. Me apasiona el Quidditch pero los
constantes entrenamientos han hecho que mis brazos sean más de chico que de
chica. Además no tengo gusto a la hora de vestirme, casi siempre voy con el
uniforme de Quidditch. Louis, en cambio, es el chico más popular y guapo de
Hogwarts.- Su familia la miró largamente.
— No te ves muy claramente a ti misma,
Gwen- le dijo su padre- Tal vez es porque te pareces muchísimo a tu madre pero
yo creo que eres guapísima.
— Además a Louis no le interesan esas arrastradas
que siempre le acosan.- le intentó animar Alex.
— Es gracioso- fue el comentario de
Katie- Imposible era mi descripción de mi relación con Oliver antes de que
llegarais.
Gwen los miró agradecida pero Alex vio en
su mirada que no se había creído nada de lo que le habían dicho y suspiró con
exasperación. Las inseguridades de su hermana, si bien ridículas, no eran
nuevas para él así que hizo lo único que sabía seguro que la haría reír. Empezó
a hacerle cosquillas.
— J aja, para Alex jaj ja- le suplicaba
Gwen entre carcajadas- Ja ja ¡Voy a caer de la escoba! J aja.
— Pararé cuando admitas que eres una de
las chicas más guapas de Hogwarts.- le contestó él con una sonrisa.
— Pero eso no es… jaja ja- Alex
incrementó sus cosquillas- Vale, lo admito.- Afirmó. Alex dejó de hacerle
cosquillas y Gwen se enderezó- Gracias- le dijo con aparente sarcasmo pero Alex
supo que lo dijo de verdad.
— De nada- le respondió burlón. Oliver
y Katie los miraban con una tierna sonrisa en los labios.
— Lo haremos bien.- comentó Katie.
— A juzgar por como han salido
extraordinariamente bien excepto por la baja autoestima de Gwen.- le contestó
Oliver.
Los Longbottom se encontraban en los
invernaderos sentados no muy cómodamente en taburetes de tres patas pero
rodeados de sus adoradas plantas. Allie jugueteaba con las hojas de una planta
de un extraño color violáceo que parecía emitir un zumbido.
—
Este es mi segundo lugar preferido en el mundo.- declaró la chica con un
suspiro.
— ¿Cuál es el primero?- quiso saber
Hannah.
— Es la habitación-jardín.- contestó la
chica, al ver las caras que ponían sus padres explicó- Mamá heredó el Caldero
Humeante y al mudarnos allí Frankie y yo pensamos que no podríamos tener jardín
pero papá nos sorprendió con una habitación engrandada con magia llena de
plantas de todo el mundo. ¡Es como tener nuestro propio jardín botánico!
— Realmente suena hermoso- comentó
Neville.--¿A los dos os gusta la Herbología?
— Sip pero Frankie prefiere las
bromas.- contestó la chica- Aunque nunca lo admitirá.
— ¿Travieso?- preguntó Hannah.
— Sí, pero travieso responsable-
contestó- No un bala perdida como JS, Freddie o Lissie.
— ¿Esos quienes son?- Neville estaba
confuso.
— Sus mejores amigos junto con Nikie.- explicó
su hija- Buena gente pero disponen de demasiado tiempo libre.
— ¿Y que hay de ti? –Preguntó Neville-
¿Que haces durante tus ratos de descanso?- los dos padres esperaban anhelantes
cualquier pedazo de información que la chica les pudiera dar.
— Estudio, voy al bosque, me dedico a
la jardinería o paseo- dijo Allie- Normalmente acompañada por los chicos o
simplemente con Al aunque a veces
también me gusta estar sola.
— Te entiendo- dijo Neville.- A mi
también me pasa.
— Y a mi- apuntó Hannah- ¿A que te
quieres dedicar cuando termines Hogwarts?
— Primero haremos un viaje por todo el
mundo, luego entraremos a trabajar como inexplicables y finalmente volveremos a Hogwarts como
profesores.- explicó la chica con resolución.
—
¿Siempre hablas en plural?- preguntó Hannah divertida.
— Sí, supongo que es porque no me
imagino viviendo sin los chicos.- explicó Allie.- Somos más que buenos amigos,
nos necesitamos.- intentó explicar- Sobretodo a mi y a Al nos cuesta relacionarnos con los demás pero
entre nosotros nos entendemos con una palabra, un gesto o una mirada. Es casi
como si pudiésemos leernos la mente. Realmente me sentiría muy sola sin ellos.
— ¿Te cuesta relacionarte con gente que
no conoces o en general con todo el mundo?- preguntó Hannah preocupada.
— Con todo el mundo excepto los del
clan.- explicó Allie- Ellos no nos comprenden pero nos quieren. Con ellos no me
sentiría sola pero tampoco importante.- intentó explicar la chica.
— Define lo de que te cuesta
relacionarte con la gente.- le pidió Neville.
— Puedo mantener con ellos una
conversación normal pero me siento que no encajo, aunque con los pequeños y los
adultos es diferente, unos porque tengo necesidad de protegerlos y los otros
porque hablan de temas que me gustan más aunque suelen tratarme con
condescendencia.
— Tal vez deberías hacer un esfuerzo,
cariño- le dijo Hannah- No te pido que seas mejor amiga de todo el mundo pero
trata de ampliar tu circulo de amistades.
— Tiene razón- le dijo Neville- Además
no es necesario encajar a la perfección con todos tus amigos, puedes solo
encajar en un tema pero que eso sea suficiente.
— Lo intentaré- les prometió resignada
la chica.
Cuando todos
regresaron al comedor y se sentaron en sus respectivos sitios. Así que Dumbledore
le pasó el libro a Snape con un raro brillo en los ojos. Este se levantó con
miedo recordando el último capítulo que el director le había hecho leer.
— Los «sangre sucia» y una voz
misteriosa- leyó con una mueca de
disgusto y pensando en que la idea e que el director tenía una vena sádica no
era tan descabellada. No quiso mirar a Lily que temblaba con dolor en el rostro
siendo abrazar por James.
— Un parentesi en la tregua.- anunció
Draco y Ron lo miró extrañado y agradecido.
— No te conviene.- murmuró Astoria.
— Tal vez no.- le concedió Draco pero
la mirada de orgullo que lucía Scorp le hacía creer que estaba haciendo lo
correcto.
Durante
los días siguientes, Harry pasó bastante tiempo esquivando a Gilderoy Lockhart
— Gran idea.- comentaron Blaise y Ron a
la vez.
cada
vez que lo veía acercarse por un corredor. Pero más difícil aún era evitar a
Colin Creevey,
Este se ruborizó completamente muy
abochornado y algo preocupado.
que
parecía saberse de memoria el horario de Harry.
— Se lo sabía mejor que yo.- comentó Neville
divertido- Y eso que solo se lo dejé ver un par de veces.
— ¡Neville!- exclamaron a la vez Harry
y Collin solo que por motivos distintos.
Nada
le hacía tan feliz como preguntar «¿Va todo bien, Harry?» seis o siete veces al
día,
Varios
miraron al chico incrédulo mientras este se iba sonrojando hasta límites
insospechados.
y
oír «Hola, Colin» en respuesta, a pesar de que la voz de Harry en tales
ocasiones sonaba irritada.
— Lo siento.- se disculparon a la vez
Harry y Collin para luego sonreírse en respuesta.
Hedwig
seguía enfadada con Harry a
causa del desastroso viaje en coche,
— Y con razón.- murmuró Lavander
enojada por el trato que le habían dado al pobre animal.
y
la varita de Ron, que todavía no funcionaba correctamente,
— Esa varita no volverá a funcionar
correctamente nunca.- aclaró Bill mirando a su hermano con preocupación.
se
superó a sí misma el viernes por la mañana
— Glups- murmuraron algunos preocupados
mientras los bromistas sonreían encantados.
al
escaparse de la mano de Ron en la clase de Encantamientos y dispararse contra
el profesor Flitwick,
—
¿No podía ser en clase de Pociones?- preguntó Sirius con pesar.
— Sí, y que Snape hubiese castigado a
mi hijo.- le rebatió Arthur.
que
era viejo y bajito,
Varios rieron
con ternura por la descripción entre ellos el mismo profesor aunque lo hizo
algo sonrojado.
y
golpearle directamente entre los ojos, produciéndole un gran divieso verde y
doloroso en el lugar del impacto.
— Au- se quejaron todos los Ravenclaw
mirando con simpatía al profesor y con odio al Gryffindor.
— Ey, que
fue la varita, no Ron.- le defendió Hermione mirando enojada a las águilas
mientras Ron la miraba con una sonrisa.
Así
que, entre unas cosas y otras, Harry se alegró muchísimo cuando llegó el fin de
semana,
— A mí siempre me alegraba.- comentaron
a la vez los merodeadores.
porque
Ron, Hermione y él habían planeado hacer una visita a Hagrid el sábado
por
la mañana.
Hagrid y Al
sonrieron contentos.
Pero
el capitán del equipo de quidditch de Gryffindor, Oliver Wood,
— Salió con otro de sus sádicos planes
para ganar la copa.- continuó Fred.
— Yo no soy sádico.- se defendió
Oliver.
— Sí que lo eres, igual que
masoquista.- le rebatió George.
despertó
a Harry con un zarandeo varias horas antes de lo que él habría deseado.
— Otra práctica durante la mañana.-
suspiró Angelina molesta.
— Ya vale.- les dijo Katie- Que todos
queríamos ganar la copa.
— Como defiendes a tu novio ¿eh Katie?-
le dijo Alicia y Katie se sonrojó hasta las orejas.
—
¿Qué pasa? —preguntó Harry aturdido.
— ¿Qué va a pasar?- dijo George- Que al
nazi del Quidditch se le han ocurrido nuevas tácticas para torturarnos.
—
¡Entrenamiento de quidditch! —respondió Wood—. ¡Vamos!
— Señor sí señor- respondieron los
gemelos llevándose la mano en la frente como si fueran soldados.
— Empiezo a entender de dónde han
salido mis capitanes.- comentó Al mirando con miedo a Gwen y a Alex.
— Pues yo empiezo a entender de dónde
ha salido Freddie.- le contestó Molls.
Harry
miró por la ventana, entornando los ojos. Una neblina flotaba en el cielo de color rojizo y dorado.
— Incluso el cielo apoya a la casa de
los leones.- comentó Sirius sacando pecho.
Una
vez despierto, se preguntó cómo había podido dormir con semejante alboroto de
pájaros.
—Oliver
—observó Harry con voz ronca—, si todavía está amaneciendo...
— Por curiosidad.- dijo James- ¿Qué
hora era?
— Eran las cinco y media.- rugió todo
el equipo de Quidditch.
— Yo quería ir antes pero los gemelos
me amenazaron si les despertaba en una hora que no fuera después de las cinco.-
se defendió Oliver malentendiendo la mirada de incredulidad de los demás.
— ¿Ves?- le dijo Alex a Al- Las cinco y
media es una hora perfecta para entrenar.
— Si eres un Wood quizás- le respondió
este- Pero los demás seres humanos necesitamos dormir ya que nuestras baterías
no se recargan jugando al Quidditch.
— Te estás ganando un par de vueltas
más Potter.- le comentó Gwen así que Al cerró la boca de inmediato.
—Exacto
—respondió Wood. Era un muchacho alto y fornido
— Y muy guapo.- se oyó desde Hufflepuff
y sonaron varias risitas tontas des de todas las mesas provocando el sonrojo de
Oliver y que Katie mirara enfadada en todas direcciones.
— Katie está celosa.- comentaron los
gemelos Weasley con diversión.
— Yo no estoy…- empezó Katie pero un
beso bastante apasionado de su capitán la calló.
— Chicos que hay niños presentes.- se
burlaron Percy y Leanne.
— Callaos.- les dijo Oliver rojo y se
giró hacia Katie.- No tienes motivos para estar celosa cielo, yo solo tengo
ojos para ti.- le susurró muy cerca de la oreja para que solo lo oyera ella.
Katie se estremeció sonrojada y besó dulcemente al guardián.
de
sexto curso y, en aquel momento, tenía
los ojos brillantes de entusiasmo—.
Katie no pudo evitar un suspiro que le
costó varias miradas burlonas.
Forma parte de nuestro nuevo programa de
entrenamiento.
— Di más bien de tortura.- rugió Fred.
Venga,
coge tu escoba y andando —dijo Wood con decisión—. Ningún equipo ha empezado a
entrenar todavía.
— Evidentemente.- le dijo Alicia.-
Porque ellos tienen sentido común.
Este
año vamos a ser los primeros en empezar...
Bostezando
y un poco tembloroso, Harry saltó de la cama e intentó buscar su túnica de quidditch.
—
¡Así me gusta! —dijo Wood
— Lo que no me gustó fue que vosotros
intentarais hechizarme.- regañó Oliver a sus bateadores.
— No te confundas Ollie.- le dijo Fred
en tono burlón.
— Nosotros intentamos maldecirte.-
terminó George con el mismo tono que su hermano gemelo.
—.
Nos veremos en el campo dentro de quince minutos.
— Y no en media hora, Spinnet- la
regañó el capitán.
— Cuando despiertas a alguien a las
cinco y media y esta tiene que esperar a su amiga en los suaves sofás de la
sala común suele dormirse.- le recordó la chica con calma.
Encima
de la túnica roja del equipo de Gryffindor se puso la capa para no pasar frío,
Molly y Lily
lo miraron con aprobación mientras la
señora Pomfrey sonreía satisfecha.
garabateó
a Ron una nota en la que le explicaba adónde había ido y bajó a la sala común
por la escalera de caracol, con la Nimbus 2.000 sobre el hombro.
James soltó
un suspiro fantasioso mientras los gemelos Wood intentaban no poner una mueca
por la mención de la “reliquia” que para ellos era esa escoba.
Al
llegar al retrato por el que se salía, oyó tras él unos pasos
— Imposible- dijo Susan incrédula.
— Cierto, nadie está tan loco como para
levantarse a esa hora un sábado.- la apoyó Ernie reprimiendo un bostezo.
y
vio que Colin Creevey
— Empiezo a creer que los que dicen que
estás obsesionado con Harry tienen razón hermanito.- le comentó Denis.
— No me desperté a esa hora por Harry-
se defendió el chico- Era sábado, el primero que pasaba fuera de casa por lo
que no tuve en cuenta que no tenía que no me tocaba ordeñar la leche para el
desayuno.- explicó.
— Te entiendo, a mi me pasó lo mismo mi
primer domingo- comentó su hermano menos burlón.
bajaba
las escaleras corriendo, con la cámara colgada del cuello,
— Yo creo que duerme con esa cámara.-
comentó Fred en voz baja.
— Y yo que no se la quita ni para
ducharse.- le contestó George.
que
se balanceaba como loca, y llevaba algo en la mano.
—
¡Oí que alguien pronunciaba tu nombre en las escaleras, Harry!
— ¿A esas horas ya tenías tu Harryradar
encendido?- preguntó Demelza con diversión.
— Yo no tengo ningún Harryradar Dem.-
le contestó el chico muy ruborizado.
¡Mira
lo que tengo aquí! La he revelado y te la quería enseñar...
Desconcertado,
Harry miró la fotografía que Colin sostenía delante de su nariz. Un Lockhart móvil
en blanco y negro tiraba de un brazo que Harry reconoció como suyo.
— No le toques.- rugió Lily
enojadísima.
— Esto… Cariño, es una foto Lorckhart
no estaba tocando a Harry- le aclaró James ganándose un golpe de su esposa.-
Auch, ¿A que ha venido eso?- Preguntó- Si tu te pasas la vida corrigiendo a los
demás.
— A callar James.- rugió la pelirroja
sonrojada y James cerró la boca de golpe.
— Le tiene completamente domesticado.-
le comentó Sirius a Remus.
Le
complació ver que en la fotografía él aparecía ofreciendo resistencia y rehusando
entrar en la foto.
— Deberíamos mandar a hacer una prueba
de ADN- dijo Remus- Dudo mucho que sea hijo de James.
— Claro que es hijo de James.- rugió
Lily- ¡Él es el único al que amo y por lo tanto el único con el que me
acostaría!- rugió James sonrió complacido pero Snape parecía tener la mirada
vacía y triste.
— Era broma Lily.- le dijo rápidamente
el licántropo asustado por el carácter de la pelirroja.
Al
mirarlo Harry, Lockhart soltó el brazo, jadeando, y se desplomó contra el
margen blanco de la fotografía con gesto teatral.
— Imbécil.- rugieron James y Sirius.
—
¿Me la firmas? —le pidió Colin con fervor.
—No
—dijo Harry rotundamente,
— Jo- se quejaron todos los del gran
comedor.
— Se dan cuenta de que si todos ellos
tuvieran una foto firmada de Harry el precio de está sería mucho menor al
actual ¿cierto?- le preguntó Al a Scorp. (NA: Al está de acuerdo contigo
Limfocito).
— Me temo que no- le contestó el rubio-
Tengo muchas ganas de que llegue Roxie, teniendo en cuenta su actitud no nos
costará nada desplumarlos.
— Nunca debí presentarte a mi prima, si
ella y sus negocios ya daban miedo te sumamos a ti y dais pavor.- comentó Rose.
— Los negocios son negocios.- le
respondió el Malfoy- Aunque espero que ella y mi primo terminen juntos, es
bueno tener contactos poderosos y ella lo será eso seguro.
mirando
en torno para comprobar que realmente no había nadie en la sala—.
— Una cosa es no querer llamar la
atención pero lo tuyo es pasarse Harry.- comentó Ron divertido.
Lo
siento, Colin, pero tengo prisa. Tengo entrenamiento de quidditch.
Y
salió por el retrato.
—
¡Eh, espérame! ¡Nunca he visto jugar al quidditch!
— ¡¿Qué?!- Oliver y los gemelos Wood
estaban horrorizados mientras que James y Sirius miraban al chico como si fuera
un extraterrestre.
— Tienes que llevarlo al
entrenamiento.- sentenció Angelina casi tan horrorizada como los cinco
anteriores.
Colin
se metió apresuradamente por el agujero, detrás de Harry.
—Será
muy aburrido —dijo Harry enseguida,
— Si calificas el entrenamiento de
aburrido no quiero saber como calificas las charlas de Oliver.- dijo George.
pero
Colin no le hizo caso. Los ojos le brillaban de emoción.
—Tú
has sido el jugador más joven de la casa en los últimos cien años, ¿verdad,
Harry? ¿Verdad que sí?
— Sí- contestó James lleno hasta el
máximo de orgullo.
—le
preguntó Colin, corriendo a su lado—. Tienes que ser estupendo.
— Lo es.- afirmó Oliver con entusiasmo
y orgullo.
Yo
no he volado nunca.
La manera
como le miraron los amantes del deporte eran la misma con que lo hubiesen
mirado de haber afirmado que los mortifagos habían matado y torturado a su
familia delante de él.
¿Es
fácil?
— Sí- afirmó Gwen.
— Y es tan natural como respirar.- le
apoyó Alex.
— Hijos del capitán.- murmuró George.
— Sin ninguna duda.- le respondió Fred.
¿Ésa
es tu escoba?
— No, es la mía- ironizó Sus- Me la había robado.- Collin se sonrojó
hasta las orejas.
¿Es
la mejor que hay?
— Nop- contestaron con una sonrisa
socarrona todo el equipo de Slytherin con Draco a la delantera.
Harry
no sabía cómo librarse de él.
— Lo siento Collin.- se disculpó
avergonzado Harry.
— Tranquilo.- le contestó el muchacho-
Se que ha veces puedo ser algo plasta.
Era
como tener una sombra habladora, extremadamente habladora.
— Sip, buena comparación.- comentó
Denis.
—No
sé cómo es el quidditch, en realidad —reconoció Colin,
— Auch, eso dolió- murmuró Lee
llevándose la mano al pecho.
sin
aliento—. ¿Es verdad que hay cuatro bolas?
— Sí, dos bludgers, la quaffle y la
snitch- numeró Al.
¿Y
que dos van por ahí volando, tratando de derribar a los jugadores de sus
escobas?
— Sí- contestaron con una sonrisa los
gemelos Weasley y los Prewett- Pero no lo suelen conseguir cuando nosotros
jugamos.- aclararon los Weasley.
—Si
—contestó Harry de mala gana, resignado a explicarle las complicadas reglas del
juego del quidditch—.
— No son complicadas- comentó Scorp
extrañado.
— Si lo comparamos con vuestras teorías
de Aritmética no claro.- comentó Louis- Pero reconoce que no es un deporte sencillo.
— Sí que lo es.- le rebatió Gwen
enojada.
Se
llaman bludgers. Hay dos bateadores en cada equipo,
— Y suelen ser los más sexis y guapos
del equipo.- comentó George con arrogancia.
— Estoy de acuerdo- dijo Angelina
George se ruborizó sonriendo satisfecho- Lástima que los de nuestro equipo sean
la excepción.- Continuo, George se sintió como si le acabaran de dar una ducha
de agua fría.
—
Acabo de oír tu ego estrellándose
contra el suelo, hermanito.- le comentó Fred algo divertido.
con
bates para golpear las bludgers y alejarlas de sus compañeros.
— Aunque tal vez me despiste el próximo
partido- comentó George mirando mal a una Angelina con cara de angelito.
Los
bateadores de Gryffindor son Fred y George Weasley.
Estos se autoaplaudieron para el
regocijo de los demás.
—
¿Y para qué sirven las otras pelotas? —preguntó Colin, dando un tropiezo porque
iba mirando a Harry con la boca abierta.
Varios rieron
divertidos pero una mirada furiosa del chaval bastó para que cerraran sus
bocazas.
—Bueno,
la quaffle, que es una pelota grande y roja, es con la que se marcan los
goles.
— Excepto si eres de Slytherin por que
entonces es con la que te marcan goles.- comentó James burlón Scorp frunció los
labios.
Tres
cazadores en cada equipo se pasan la quaffle de uno a otro e intentan introducirla
por los postes que están en el extremo del campo, tres postes largos con aros
al final.
—
¿Y la cuarta bola?
—Es
la snitch —dijo Harry—, es dorada, muy pequeña, rápida y difícil de
atrapar.
— ¿Difícil de atrapar?- preguntó Scorp
levantando una ceja.
— Menos humos amigo.- le aconsejó Al.
Ésa
es la misión de los buscadores, porque el juego del quidditch no
finaliza hasta que se atrapa la snitch. Y el equipo cuyo buscador la
haya atrapado gana ciento cincuenta puntos.
—Y
tú eres el buscador de Gryffindor, ¿verdad? —preguntó Colin emocionado.
—Sí
—dijo Harry, mientras dejaban el castillo y pisaban el césped empapado de
rocío—. También está el guardián, el que guarda los postes. Prácticamente, en
eso consiste el quidditch.
Pero
Colin no descansó un momento y fue haciendo preguntas durante todo el camino
ladera abajo, hasta que llegaron al campo de quidditch, y Harry pudo
deshacerse de él al entrar en los vestuarios.
James soltó
un suspiro de alivio.
— Se parece a tus fans Canuto.- le
comentó Remus.
— No menciones a esas descerebradas
enloquecidas. – gruñó Sus.
— ¿Estás celosa cariño?- le preguntó
Sirius con una sonrisa satisfecha.
— Que va, me encantaba que toda la
población femenina de Hogwarts suspirase por ti y que tres cuartas partes de
ella pudiese presumir de haberte besado y/o hecho el amor contigo.- le contestó
sarcástica la leona.
— Tal vez me acosté con ellas, cielo-
le susurró Sirius- Pero ten por seguro que eres la única con la que hice el
amor.- Sus se estremeció y no pudo evitar soltar un suspiro mientras se dejaba
envolver por los fuertes brazos de su novio.
Colin
le gritó en voz alta:
—
¡Voy a pillar un buen sitio, Harry! —Y se fue corriendo a las gradas.
El
resto del equipo de Gryffindor ya estaba en los vestuarios. El único que
parecía realmente despierto era Wood.
— Como ya he dicho los Wood se recargan
jugando al Quidditch, no necesitan dormir.- reiteró Al.
— A callar.- le mandaron sus capitanes.
Fred
y George Weasley estaban sentados, con los ojos hinchados y el pelo sin peinar,
— Que mono está George en esas horas-
le comentó en vos bajísima Angelina a Alicia.
— Pues mira que Fred.- le contestó
suspirando la chica.
junto
a Alicia Spinnet, de cuarto curso, que parecía que se estaba quedando dormida
apoyada en la pared.
Fred sonrió
tiernamente.
Sus
compañeras cazadoras, Katie Bell y Angelina Johnson, sentadas una junto a otra,
bostezaban enfrente de ellos.
Fue el turno
de George y Oliver de sonreír con ternura, este último extrañamente no tenía
rastro de molestia por como se comportaban en su charla.
—Por
fin, Harry, ¿por qué te has entretenido? —preguntó Wood enérgicamente
— Culpa mía.- dijo Collin intentando
proteger a su héroe.
—.Veamos,
quiero deciros unas palabras antes de que saltemos al campo,
— Unas palabras dice.- masculló Alicia.
porque
me he pasado el verano diseñando un programa de entrenamiento completamente
nuevo,
— Tenemos problemas.- canturreo Fred.
— Graves problemas.- apuntó George.
Que
estoy seguro de que nos hará mejorar.
— Esto seguro- exclamó Katie. Oliver
sonrió satisfecho.
Wood
sostenía un plano de un campo de quidditch, lleno de líneas, flechas y
cruces en diferentes colores.
Todo el
equipo de Quidditch gimió a la vez acompañado por Al.
— ¿Qué tenéis todos en contra de la
estrategia?- preguntaron los tres Wood’s a la vez.
— ¡Que se explique a las seis de la
mañana!- respondieron gritando los otros.
Sacó
la varita mágica, dio con ella un golpe en la tabla y las flechas comenzaron a
moverse como orugas.
Flitwick no
pudo evitar sonreír orgulloso, Si ese chico se esforzara más en clase… pensó.
En
el momento en que Wood se lanzó a soltar el discurso sobre sus nuevas tácticas,
a Fred Weasley se le cayó la cabeza sobre el hombro de Alicia Spinnet
Los dos se
sonrojaron visiblemente y apartaron la mirada.
y
empezó a roncar.
Se oyeron
varias risitas burlonas que su gemelo acalló con una mirada maliciosa y un
recordatorio de lo amigos que eran con Peeves.
Le
llevó casi veinte minutos a Wood explicar los esquemas de la primera tabla,
— ¿La primera?- preguntaron los
miembros de los demás equipos con preocupación.
pero
a continuación hubo otra, y después una tercera.
— Ese día estaba de buenas- comentó
Fred.
— Sí, normalmente, al volver de las
vacaciones, viene con cinco.- le apoyó George.
Harry
se adormecía mientras el capitán seguía hablando y hablando.
— Lo siento Oliver.- se disculpó el
muchacho.
— Bah, la única que escucha las
tácticas es Katie.- le dijo Alicia para animarlo.
— Y no precisamente por el Quidditch.-
comentó Angelina. Katie estaba completamente sonrojada.
—Bueno
—dijo Wood al final, sacando a Harry de sus fantasías
Los gemelos
Prewett levantaron una ceja.
sobre
lo deliciosos manjares
— Que tierno e inocente es.- murmuró
Lee. – Mira que tener fantasías con las comidas.
que
podría estar desayunando en ese mismo instante en el castillo—. ¿Ha quedado
claro?
— Clarísimo.- contestó Angelina con
sarcasmo.
¿Alguna
pregunta?
—Yo
tengo una pregunta, Oliver —dijo George,
— Uy- murmuró Minie mientras Castigo
dejaba ir un gemido.
que
acababa de despertar dando un respingo—. ¿Por qué no nos contaste todo esto
ayer cuando estábamos despiertos?
— Esa es una buena pregunta, si señor.-
intervino Fred por encima de las carcajadas que había provocado el comentario.
A
Wood no le hizo gracia.
— Cuando se trata de Quidditch pierde
todo el sentido del humor.- comentó Percy girando los ojos.
—Escuchadme
todos —les dijo, con el entrecejo fruncido—,
— Eso no es una buena señal.- comentó
Percy.
tendríamos
que haber ganado la copa de quidditch el año pasado.
— Exacto.- James y Sirius asintieron
fervientemente.
Éramos
el mejor equipo con diferencia.
— Con muchísima diferencia.- afirmó Lee
con la misma imparcialidad que en sus partidos.
Pero,
por desgracia, y debido a circunstancias que escaparon a nuestro control...
— Nah, solo que un loco maníaco
obsesionado con matar a mi padre y dominar al mundo cuál villano de dibujos
animados te lesionó el buscador.- comentó Al.
Harry
se removió en el asiento, con un sentimiento de culpa.
— Claro porque tu le pediste al
paliducho sin nariz que te disparara.- afirmó Rose, Ron contuvo el aliento y
miró a su hija con admiración y preocupación.
Durante
el partido final del año anterior, había permanecido inconsciente en la
enfermería, con la consecuencia de que Gryffindor había contado con un jugador
menos y había sufrido su peor derrota de los últimos trescientos años.
— Muy amable al recordármelo.- comentó
Oliver con cara de que le estuvieran metiendo cañas de bambú debajo de las
uñas.
Wood
tardó un momento en recuperar el dominio.
Varios
Gryffindor lo miraron con simpatía mientras los de las demás casas lo hacían
con burla. Katie acarició levemente la mano de su novio.
Era
evidente que la última derrota todavía lo atormentaba.
— Si incluso lo atormenta ahora.-
comentó Davies burlón.
— Al menos nuestro capitán se toma en
serio sus obligaciones.- le dijo Angelina enfadada.
—De
forma que este año entrenaremos más que nunca...
— Que hemos hecho mal, Merlín, para
que nos castigues así.- comentaron los gemelos Weasley con dramatismo.
¡Venga,
salid y poned en práctica las nuevas teorías! —gritó Wood,
— ¿Qué parte de “estábamos durmiendo
cuando nos las explicasteis” no la has entendido?- preguntó Alicia alzando la
ceja.
cogiendo
su escoba y saliendo el primero de los vestuarios. Con las piernas entumecidas
y bostezando, le siguió el equipo. Habían permanecido tanto tiempo en los vestuarios,
que el sol ya estaba bastante alto, aunque sobre el estadio quedaban restos de
niebla. Cuando Harry saltó al terreno de juego, vio a Ron y Hermione en las
gradas.
—
¿Aún no habéis terminado? —preguntó Ron, perplejo.
—Aún
no hemos empezado —respondió Harry, mirando con envidia las tostadas con
mermelada que Ron y Hermione se habían traído del Gran Comedor—. Wood nos ha
estado enseñando nuevas estrategias.
— Mientras vosotros os echabais la
siesta.- prosiguió Ron divertido.
Montó
en la escoba y, dando una patada en el suelo, se elevó en el aire. El frío aire
de la mañana le azotaba el rostro, consiguiendo despertarle bastante más que la
larga exposición de Wood.
— Contar ovejitas despierta más que una
exposición de Oliver.- comentó Fred.
— Tomar una taza de chocolate caliente
también.- le apoyó George.
Era
maravilloso regresar al campo de quidditch.
— Sí- en eso concordaron todos los
amantes del deporte aunque fueran de
distintas casas.
Dio
una vuelta por el estadio a toda velocidad, haciendo una carrera con Fred y
George.
— Carrera que, por cierto, gané.-
comentó Harry para hacer rabiar a los hermanos de su amigo.
—
¿Qué es ese ruido? —preguntó Fred, cuando doblaban la esquina a toda velocidad.
Harry
miró a las gradas. Colin estaba sentado en uno de los asientos superiores, con la
cámara levantada, sacando una foto tras otra, y el sonido de la cámara se
ampliaba extraordinariamente en el estadio vacío.
— Tu tienes un pequeño problema
hermanito.- comentó Denis.- No conoces el concepto “pasar desapercibido”.
—
¡Mira hacia aquí, Harry! ¡Aquí! —chilló.
—
¿Quién es ése? —preguntó Fred.
Los de la tercera generación rompieron
a reír.
— ¿Y esa risa?- preguntó Percy con
desconfianza.
— Es una pregunta que nadie se hace en
nuestros tiempos ya que mi amigo aquí presente- Scorp inclinó la cabeza – Y mi
prima Roxy tienen un registro de todos los alumnos muy completo la verdad.-
comentó Rose.
— Un registro que se puede mirar por el
módico precio de cinco galeones, diez si es sobre un amigo mío.- explicó Scorp.
— Increíble- comentó Blaise- ¿Tienes
información de alumnos de nuestra época?
— Todavía estamos trabajando en eso.-
le respondió su ahijado.
—
Ni idea —mintió Harry, acelerando para alejarse lo más posible de Colin.
— Harry James Potter- rugió Lily- Eso
fue muy descortés, discúlpate ahora mismo.
— Lo lamento Colin.- acató rápidamente
su hijo.
—
¿Qué pasa? —dijo Wood frunciendo el entrecejo y volando hacia ellos.- ¿Por qué
saca fotos aquél? No me gusta.
— Cierto, vosotros no lo sabéis.-
comentó Alicia al ver las miradas extrañadas de los demás.
— Nuestro capitán es un paranoico,
hasta nos prohibió salir con gente de los demás equipos.- explicó Angelina.
— Bueno, eso fue porqué Davies estaba
pidiéndole una cita a Katie.- aclaró Fred al ver las miradas de incredulidad de
la gente. Oliver se puso granate subido.
— Quién por cierto fue la única en
apoyar la norma ya que vio como una cazadora de Hufflepuff le tiraba los tejos
al capitán.- explicó George. Katie se sonrojó del mismo modo que Oliver.
— Eso es interesante.- comentó Al.
— Sí,- le apoyó Scorp- Sobretodo porque
según tú uno de tus co-capitanes os ha prohibido lo mismo.
— ¿Por qué será?- preguntó Al mirando a
Alex que empezaba a estar del mismo tono que sus padres.
Podría
ser un espía de Slytherin que intentara averiguar en qué consiste nuestro
programa de entrenamiento.
— Algo paranoico si que es.- comentó
Enrie ojoplático.- Tener las estrategias sería más fácil, pero menos divertido.
—Es
de Gryffindor —dijo rápidamente Harry.
— O sea que no sabes quién es pero sí
de que casa es.- comentó Sus.
—Y
los de Slytherin no necesitan espías, Oliver —observó George.
— Al fin reconociendo que somos los
mejores.- comentó Draco sacando pecho.
— Sigue soñando.- le contestó Fred.
—
¿Por qué dices eso? —preguntó Wood con irritación.
—Porque
están aquí en persona —dijo George,
— ¡¿Qué?!- James estaba horrorizado.-
Eso incumple todas las reglas no escritas de la convivencia en Hogwarts.
— Ni siquiera el equipo de Reggie hacía
eso y mira que mi hermano era el único con un poco de ética de ese equipo.-
comentó Sirius horrorizado.
— ¿No son algo exagerados?- preguntó
Luna.
— Shh- le respondió su madre- Cuando se
ponen así es mejor que no reparen en nadie.
señalando
hacia un grupo de personas vestidas con túnicas verdes que se dirigían al
campo, con las escobas en la mano.
—
¡No puedo creerlo! —dijo Wood indignado
— Yo tampoco.- James aún no salía de su
estupor.
—.
¡He reservado el campo para hoy! ¡Veremos qué pasa!
Wood
se dirigió velozmente hacia el suelo.
— Golpéalos.- sugirió Sirius- O mejor,
maldícelos.
— ¡Señor Black! – rugió la profesora
McGonagall.
— Vamos Minie que estás deseando que lo
haga tanto como yo.- le contestó Sirius. Castigos le gruñó- Genial, ahora le
caigo mal al perrito, Minie sería capaz de corromper a un dundecillo de
Cornualles.
— Educar y corromper no son sinónimos
Sirius.- gruñó Lily.
— En mi familia lo eran Lily.- le
contestó el muchacho, cuando Lily agachó la cabeza con remordimientos se giró
hacia James- Tenías razón, los traumas de la infancia son una mano ganadora
contra la pelirroja.
— Conoceré yo a mi esposa.- le
respondió el hombre en susurros para que su mujer no los oyera.
Debido
al enojo aterrizó más bruscamente de lo que habría querido
— ¿Que papá no controló un aterrizaje?-
Los ojos de Alex estaban tan abiertos que casi se salían.- Estaba muy enfadado.
— Más que eso- aseguró su hermana que
tenía la misma expresión.- La única vez que no lo controló fue cuando hicimos
de espontáneos en ese partido dónde cogieron a ese mortífago había atacado a
mamá y al que lanzamos unas cuantas budgets.
— ¡¿QUÉ HAS DICHO?!- todo el gran
comedor tembló Oliver se había levantado y parecía que medía cinco cabezas más
que normalmente, tampoco ayudaba mucho que tuviese el ceño fruncido.- ¿PERO
COMO SE OS OCURRIÓ HACER UNA TONTERÍA ASÍ?
— Oliver déjame a mí.- pidió Katie que
también se había levantado y le había puesto la mano en el brazo- ¿ES QUE
QUERÉIS QUE OS MATEN? ESTÁIS LOCOS ADEMÁS DE CASTIGADOS, CLARO.
— Solo estábamos preocupados.- se
disculpo Alex.
— Atacó por la espalda a mamá y papá no
podía devolvérsela porqué estaba intentando evitar que cayese.- explicó Gwen.
— Jamás los había visto tan preocupados
como ese día.- se metió Molls.
— Y ya les regañasteis y castigasteis-
comentó Louis- Muy cruelmente además.
— ¿Les quitaron la escoba un par de
días?- preguntó burlón Fred.
— Un mes.- respondieron con voz
horrorizada y a la vez los gemelos Wood se hizo silencio en el comedor y a
varios se les cayó la mandíbula desencajándola.
— ¿Qué Oliver y Katie le quitaron la
escoba a alguien por un mes?- preguntó Angelina con la boca abierta.
— Venga ya- dijo Percy- Oliver no puede
estar ni un día sin volar si a veces se saltaba el toque de queda y salía por
la ventana.
— Katie hace lo mismo y llamó de todo a
su madre porque le quitó la escoba un día.- añadió Leanne.
— Lo que hicieron fue muy grave.- rugió
Oliver- Y podrían haber muerto.
— Pero como ya les aclaramos ese punto
creo que podríamos seguir la lectura e ignorar esta historia.- añadió Katie mirando a sus hijos con algo de
compasión.
— ¿Vosotros os alimentáis de Quidditch
como vuestro padre?- preguntó Fabian en voz baja, Alex asintió.
— ¿Cómo sobrevivisteis?- preguntó está
vez Guideón.
— Magia involuntaria- contestó Gwen- En
situaciones de riesgo se puede utilizar aunque tuviésemos quince años.
— Aunque volar sin escoba no es tan
divertido.- afirmó Alex.
y
al desmontar se tambaleó un poco. Harry, Fred y George lo siguieron.
—Flint
Oliver y
Percy gruñeron involuntariamente.
—gritó
Wood al capitán del equipo de Slytherin—, es nuestro turno de entrenamiento.
— Largaros de allí.- prácticamente
gruñó Arthur.
Nos
hemos levantado a propósito.
— Y espero que no creáis que yo me
levanto a las cinco y media para nada.- gruñó Angelina fulminando a Slytherin
con la mirada.
¡Así
que ya podéis largaros!
Marcus
Flint aún era más corpulento que Wood.
— ¿Disculpa?- preguntó Katie tal vez
demasiado alto- Oliver es más robusto que ese solo que también es más alto por
lo que no parece un gorila como Flint.- rugió.
— Como defiendes a tu novio Bell- se
burló Lavander.
— Al menos ella tiene novio.- le
recordó Oliver.
— Desde que salen están aún más
sobreprotectores el uno con el otro.- murmuró Alicia muy preocupada.
— Merlín nos ayude.- le respondió
Angelina.
Con
una expresión de astucia digna de un trol,
— Allí has dado en el clavo- le comentó
Percy a Harry- Aunque su parecido con esa criatura aumenta cuando un profesor
le hace una pregunta y empieza a balbucear.
replicó:
—Hay
bastante sitio para todos, Wood.
— Teniendo en cuenta lo cuadrado a lo
gorila que son él y el resto de su equipo lo dudo mucho.- murmuró entre dientes
Alicia para la alegría de Fred.
Angelina,
Alicia y Katie también se habían acercado.
George, Fred
y Oliver se tensaron preocupados mientras que ellas sonreían cin determinación.
No
había chicas entre los del equipo de Slytherin,
— Su estrategia es decantarse por la
fuerza y no por el cerebro.- comentó Charlie con desaprobación.
— Una estrategia horrible, las chicas
suelen ser más rápidas y ágiles.- comentó Oliver- Muy útiles como cazadoras o
buscadoras.
— Y con el entrenamiento adecuado
podemos tener la misma fuerza que un chico, o más.- intervino Gwen.
que
formaban una piña frente a los de Gryffindor y miraban burlonamente a Wood.
Katie y los
gemelos Wood se tensaron y gruñeron a la vez.
—
¡Pero yo he reservado el campo! —dijo Wood, escupiendo la rabia
Katie le puso
su mano sobre el hombro para tranquilizarlo.
—.
¡Lo he reservado!
— Ya no se respeta nada.- James parecía
a punto de padecer una taquicardia.
— Ni siquiera los aspirantes a
mortífagos que teníamos de rivales hubiesen sido tan inmorales.- le acompañó
Sirius con los ojos llorosos.
—
¡Ah! —dijo Flint—, pero nosotros traemos una hoja firmada por el profesor Snape.
— Yo no recuerdo haber firmado ninguna
nota.- la voz susurrante de Snape hizo temblar a todos los miembros de ese
equipo que aún estaban en Hogwarts.
— Pro… profesor Snape…- empezaron a tartamudear
todos excepto Draco.
— Un poco más de dignidad y menos
tartamudeo.- les reprendió el buscador de
Slytherin.
— Señor Malfoy, como por lo visto es el
único que sabe hablar será usted quién me contará que pasó.- le dijo el
profesor de pociones.
— Flint falsificó su firma profesor.-
le contestó obedientemente.- Y no nos lo dijo hasta pasado un mes cuando
haberle facilitado esa información no hubiese servido de nada.
— ¿No fuiste tu el que falsificó la
firma?- preguntó entre susurros Blaise cuando Snape se hubo girado.
— Sí, pero el profesor Snape no
necesita esa información.- le contestó Draco con arrogancia.
— Está mal acusar a alguien de una
falta tuya- le regañó Theo.
— Mi querido amigo Theo, Flint se ha
graduado, tiene un trabajo y Snape no tiene influencia sobre él en cambio yo
tengo dos años más de escolarización y soy el alumno preferido e ahijado del
profesor Snape. ¿Quién crees que pierde más si se descubre el paste?- preguntó
con burla.
— Eres un genio.- le comentó Blaise
admirado.
— Lo sé- respondió con una sonrisa de
superioridad el muchacho.
No tanto como te crees fue el
pensamiento de Snape pero no está mal, otro profesor hubiese caído.
«Yo,
el profesor S. Snape,
— Nunca firma así- comentó Lily sin
darse cuenta, varios se giraron hacia ella mientras Snape reprimía una sonrisa.
— Las cartas que nos mandaba a nosotros
firmaba como “Vuestra peor pesadilla”.- comentó James haciendo reír a todo el
mundo y consiguiendo desviar la atención.
— No era yo el que firmaba como “El que
te enviará a la enfermería cada vez que te vea”.- le respondió desdeñoso el
profesor.
— Y creo que los dos cumplieron su
palabra.- murmuró Minerva con pesar.
concedo
permiso al equipo de Slytherin para entrenar hoy en el campo de quidditch debido
a su necesidad de dar entrenamiento al nuevo buscador.»
Draco suspiró
y miró de reojo a Scorp con preocupación.
—
¿Tenéis un buscador nuevo? —preguntó Wood, preocupado
Una sonrisa
se formó sin querer en el rostro del albino.
—.
¿Quién es?
Detrás
de seis corpulentos jugadores, apareció un séptimo, más pequeño, que sonreía
con su cara pálida y afilada: era Draco Malfoy.
—
¿No eres tú el hijo de Lucius Malfoy? —preguntó Fred,
El ceño de
Scorp se frunció completamente y su mirada se oscureció.
— Para ser miembro de una familia que
se enorgullece de no tener prejuicios esa actitud es bastante hipócrita.- le
comentó mirando mal al muchacho que trago seco.
— Supongo que tienes razón.- comentó
después de sostenerle la mirada una rato.- Aun así, teniendo en cuenta los
comentarios de mi hermano no fue una suposición poco acertada.
mirando
a Malfoy con desagrado.
—Es
curioso que menciones al padre de Malfoy —dijo Flint, mientras el conjunto de Slytherin sonreía aún más—. Déjame que te
enseñe el generoso regalo que ha hecho al equipo de Slytherin.
Draco
suspiró.
Los
siete presentaron sus escobas. Siete mangos muy pulidos, completamente nuevos,
y siete placas de oro que decían «Nimbus 2.001» brillaron ante las narices de los
de Gryffindor al temprano sol de la mañana.
— O sea, que compraste tu entrada en el
equipo.- acusó Scorp.
— Me da que eso no se lo había
comentado.- murmuró Blaise.
— Que momento más incómodo.- fue el
comentario de Theo.
— Solo aseguré mi lugar.- le contestó
Draco.
— No tenías porque hacerlo.- le
interrumpió Oliver- Eres buen cazador cuando te concentras en algo que no es
burlarte de Harry por lo que me resulta indignante que corrompas el Quidditch
por placer.- Draco no sabía si tomarse eso como un cumplido o como un insulto.
— ¿Es posible que tu padre diese la
idea de comprar tu sitio en el equipo?- la voz cristalina de Luna se escuchó
claramente en el gran comedor.
— Eso no es asunto tuyo.- le contestó
bruscamente el muchacho.
— Entonces es por eso te esfuerzas
tanto- continuó Luna- Para demostrarle a tu padre que vales pero como su falta
de confianza está incrustada en tu ser haces trampas y desconcentras con
insultos a tus rivales porqué inconcientemente crees que es la única forma con
la que puedes ganar.
— Estás loca- gruñó Draco como toda
replica, sin embargo miró a la chica con interés y empezó a entender porqué
estaba en Ravenclaw.
—Ultimísimo
modelo.
— ¿Ultimísimo?- preguntó Molls encarnando
una ceja.- Esa palabra no existe.
Salió
el mes pasado —dijo Flint
— ¿Esa reliquia salió cuando vosotros
casi terminabas Hogwarts?- preguntó horrorizada Gwen
— ¿Pero cuantos años tenéis?- preguntó
Alex con los ojos muy abiertos.
— Genial, tengo veinte años y mis hijos
ya me llaman viejo.- comentó Oliver algo molesto.
— Eh, que yo tengo diecisiete y también
lo hacen.- comentó Katie horrorizada.
— ¿Cómo debería sentarme eso a mi que
tengo treinta y seis?- le susurró Sus a Sirius.
— Como prueba de que eres especial- le
susurró su novio- Porque a tu edad la mayoría ya ha sufrido una transformación
en sus hermosas curvas y tú parece que tengas mejor tipo que cuando tenías
diecinueve.
— Gracias Sirius, eres un encan…-
empezó la chica pero entonces reparó en algo- ¿Qué es eso de “a tu edad”? ¡Soy
muy joven aún!- le dijo apartándose de él ofendida.
— Te lo digo yo Cornamenta, las mujeres
son un misterio.- le comentó el animago con
cara de no entender nada.
con
un ademán de desprecio, quitando una mota de polvo del extremo de la suya—.
Creo que deja muy atrás la vieja serie 2.000.
— Yo puedo enseñarte lo atrás que deja
la nueva saeta 100 a esa cosa.- comentó Molls.
— ¿Quidditch?- preguntó Percy
asombrado.
— Mi padrino es Oliver Wood papá- le
respondió su hija molesta por tener que recalcar una obviedad así.
En
cuanto a las viejas Barredoras
— Auch- fue la exclamación de dolor
sincronizada de dos gemelos cada vez más aterrorizados.
—sonrió
mirando desdeñosamente a Fred y George, que sujetaban sendas Barredora 5—,
mejor que las utilicéis para borrar la pizarra.
— Y tú mejor que dejes el quidditch
idiota.- respondieron los gemelos Prewett molestos por como trataba a su
sobrino.
Durante
un momento, a ningún jugador de Gryffindor se le ocurrió qué decir.
— La idiotez de ese tipo es difícil de
asimilar.- comentó Angelina.
Malfoy
sonreía con tantas ganas que tenía los ojos casi cerrados.
—Mirad
—dijo Flint—. Invaden el campo.
— Sí, un grupo de serpientes viscosas y
con veneno.- rugió Alicia.
Ron
y Hermione cruzaban el césped para enterarse de qué pasaba.
— Cotillas.- murmuró Draco medio
enfadado medio preocupado.
—
¿Qué ha ocurrido?— preguntó Ron a Harry—. ¿Por qué no jugáis? ¿Y qué está
haciendo ése aquí?
— Tal vez si, en lugar de hacer més
preguntas le dejas contestar lo sabrás.- le
regañó Hermione.
Miraba
a Malfoy, vestido con su túnica del equipo de quidditch de Slytherin.
— Que el sienta genial, se ha de
reconocer.- le murmuró Astoria a Daphne.
— Te he oído, preciosa.- le comentó Draco
al oído haciende sonrojar a la chica.
—Soy
el nuevo buscador de Slytherin, Weasley —dijo Malfoy, con petulancia—.Estamos
admirando las escobas que mi padre ha comprado para todo el equipo.
— ¿Se pueden admirar?- preguntó Alex
asombrado.
— Si eres anticuario o arqueólogo tal
vez.- le contestó su hermana.
Ron
miró boquiabierto las siete soberbias escobas que tenía delante.
—Son
buenas, ¿eh?
— Para un museo, tal vez- comentó Molls
con una mueca de desprecio.
—dijo
Malfoy con sorna—. Pero quizás el equipo de Gryffindor pueda conseguir oro y
comprar también escobas nuevas. Podríais subastar las Barredora 5. Cualquier
museo pujaría por ellas.
— Me temo que debo estar de acuerdo con
eso.- comentaron con pesar los gemelos Wood.
El
equipo de Slytherin estalló de risa.
—Pero
en el equipo de Gryffindor nadie ha tenido que comprar su acceso —observó Hermione agudamente—. Todos
entraron por su valía.
— Zas en toda la boca.- rió Dean varios
le miraron extrañados.
— Perdonad a mi amigo, se ha enganchado
a una serie muggle llamada The Big Band Theory.- comentó Seamus
— Me encanta esa serie- aprobó Justin
desde Hufflepuff.
— Y yo estoy segura de que es muy buena
pero queremos continuar con la lectura- rugió Minerva.
Del
rostro de Malfoy se borró su mirada petulante.
—Nadie
ha pedido tu opinión, asquerosa sangre sucia —espetó él.
Se hizo
silencio en el comedor y varios se giraron hacia la mesa Gryffindor para ver
las reacciones. Scorp apretó los labios mientras Al le pasaba la mano por los
hombros. Snape tenía la cara hierática para que no transmitiera ninguna
expresión, James abrazaba a Lily que trataba de contener las lágrimas y de
mirar hacia la mesa de los profesores.
— ¡¿Cómo te atreves?!- para sorpresa de
todos la primera en levantarse con la varita en alto fue Rose.
— Rose…- le advirtió Allie mirando
preocupada a Scorp.
— Vas a tragarte tus palabras.- dijo
empezando a mover su varita, Draco ni siquiera se molestó en sacar y suspiró
esperando un hechizó que nunca llegó.
— Alice Susan Longbottom Aboot- rugió
Rose- Suelta mi mano ahora.
— Rose,- empezó la muchacha haciendo
caso omiso de lo que le decía su amiga- se lo protectora que eres con Tía
Hermione y lo entiendo. Aun así también deberías proteger un poco más a tus
amigos.
— ¿A mis amigos? No te entiendo Allie.-
le contestó el águila pero Allie le señaló con la cabeza el pálido vampiro que
lucía Scorp- Lo siento Scorp- se disculpó la chica sentándose otra vez a su
lado.
— Tranquila- le contestó el chico- Lo
que dijo mi padre fue muy grave.- le contestó Draco sintió como el peso del
mundo se le venía encima.
— Siento haberte decepcionado Scorp.-
se disculpó preocupado.
— No me has decepcionado pero no es a
mi a quién debes pedir disculpas.- le contestó el chico.
— ¿No hay otra posibilidad?- preguntó
mirando los rostros burlones de los que
antaño le respetaban como el príncipe de las serpientes.
Su hijo negó con la cabeza. Incapaz de
sostenerles la mirada la giró hacia los que tenía más cerca. Blaise y Theo lo
miraban con comprensión pero sin compasión, apoyándole con la mirada. Astoria
en cambio, lo miraba curiosa como si eso fuese una prueba.
— Lo lamento Granger.- salió de la boca
de Draco en un susurró casi inaudible.
— No tiene importancia Malfoy- le
contestó la chica encogiéndose de hombros.
— ¿Y ya está?- preguntó Ron- ¿No puedo
maldecirle?
— No, no puedes porqué se ha
disculpado.- le dijo su madre- Y esto va por todos.
Varias personas guardaron sus varitas
con pena ya que, si bien querían maldecir al chico le tenían mucho miedo a la
madre Weasley.
— Me he humillado públicamente pero
he hecho lo correcto, supongo que Scorp
estará contento.- comentó Draco en susurros.
— Lo está- respondió Blaise. Desde la
mesa de los leones Scorp miraba a su padre con una sonrisa en los labios y una
mirada de admiración.
— Vente conmigo a Hogmeade la próxima
vez que haya salida.- le pidió Astoria algo sonrojada.
— ¿Qué? ¿Cómo? Quiero decir ¿Porqué?-
Draco no estaba muy por la labor de hablar aunque sus amigos no tenían
problemas en reír.
— Por qué tu ego no es tan grande como
creía si estás dispuesto a dejar tu orgullo de lado por nuestro futuro hijo.-
le contestó la chica para luego girarse a hablar con su hermana.
— ¿Astoria me acaba de pedir una cita?-
preguntó Draco incrédulo a sus dos mejores amigos estos asintieron.- Astoria me
acaba de pedir una cita.- repitió con felicidad y una sonrisa en los labios.
Harry
comprendió enseguida que lo que había dicho Malfoy era algo realmente grave,
— Muy grave.- comentó Snape en un
susurro que solo James oyó.
porque
sus palabras provocaron de repente una reacción tumultuosa.
— Glups- murmuraron Blaise y Theo
preocupados por la suerte de su amigo.
Flint
tuvo que ponerse rápidamente delante de Malfoy para evitar que Fred y George
saltaran sobre él.
Arthur no pudo reprimir una sonrisa orgullosa
que se asomó en sus labios.
Alicia
gritó «¡Cómo te atreves!», y Ron se metió la mano en la túnica y, sacando su
varita mágica, amenazó «¡Pagarás por esto, Malfoy!»,
La mirada de
Scorp se volvió preocupada pero se tranquilizó al ver la casi sonrisa burlona
que su padre reprimía en los labios.
y
sacando la varita por debajo del brazo de Flint,
— Buena estrategia.- opinó Bill
satisfecho.
— Tu espera a ver el resultado.- le
contestó un muy desanimado Ron.
la
dirigió al rostro de Malfoy.
Astoria
frunció el ceño molesta.
Un
estruendo resonó en todo el estadio,
Snape miró
con preocupación a su alumno preferido.
y
del extremo roto de la varita de Ron surgió un rayo de luz verde
Los que
habían luchando en la primera guerra temblaron fuertemente pensando en el
recuerdo de un rayo verde pasando rozando o tocando a sus amigos que jamás se
levantaron.
que,
dándole en el estómago, lo derribó sobre el césped.
— Mi pobre niño.- murmuró Molly
mientras Hermione le cogió la mano.
—
¡Ron! ¡Ron! ¿Estás bien? —chilló Hermione.
— Lo dudo bastante.- comentó Percy
preocupado.
Ron
abrió la boca para decir algo, pero no salió ninguna palabra.
Los Weasley
se le acercaron un poco, preocupados.
Por
el contrario, emitió un tremendo eructo y le salieron de la boca varias babosas
que le cayeron en el regazo.
— Tengo que reconocer que el hechizo
era imaginativo.- comentó Charlie.
— Lo cogió de un libro de maldiciones
que tienen los gemelos.- le explicó Percy.
— ¿Y tu como sabes eso?- preguntó Ron
sorprendido.
— Lo importante es, ¿Cómo sabe lo de nuestro
libro?- preguntó George.
— A no ser, que lo hayas leído…-
intervino Fred.
— O vamos,- dijo Ginny- Excepto Charlie
todos hemos leído vuestro libro. ¿Dónde creéis que encontré el hechizo
mocomurciélago?
— Tenemos que cambiarlo de escondite.-
murmuraron los gemelos enfadados.
El
equipo de Slytherin se partía de risa. Flint se desternillaba, apoyado en su
escoba nueva.
— Aunque sea una reliquia es una
escoba- rugió Gwen.
— No sirve para apoyarse en ella.-
terminó Alex.
Malfoy,
a cuatro patas, golpeaba el suelo con el puño. Los de Gryffindor rodeaban a
Ron, que seguía vomitando babosas grandes y brillantes.
— Que asco.- murmuraron Parvati y
Lavander frunciendo la nariz.
Nadie
se atrevía a tocarlo.
—Lo
mejor es que lo llevemos a la cabaña de Hagrid, que está más cerca —dijo
Harry
a Hermione, quien asintió valerosamente, y entre los dos cogieron a Ron por los
brazos.
— Gracias chicos.- dijo Ron- No debió
ser muy agradable.
—Descuida.- le respondieron sus amigos.
—
¿Qué ha ocurrido, Harry? ¿Qué ha ocurrido? ¿Está enfermo? Pero podrás curarlo,
¿no? —Colin
— No es mediamago así que lo dudo
mucho.- le contestó su hermano menor.
había
bajado corriendo de su puesto e iba dando saltos al lado de ellos mientras
salían del campo. Ron tuvo una horrible arcada y más babosas le cayeron por el
pecho—. ¡Ah! —exclamó Colin, fascinado
— Creo que tienes un grave problema
amigo mío, muy grave.- le dijo Demelza consiguiendo sonrojar al muchacho.
y
levantando la cámara—, ¿puedes sujetarlo un poco para que no se mueva, Harry?
— ¡Colin!- rugieron todos a la vez
exasperados.
—
¡Fuera de aquí, Colin! —dijo Harry enfadado. Entre él y Hermione sacaron a
Ron
del estadio y se dirigieron al bosque a través de la explanada.
—Ya
casi llegamos, Ron —dijo Hermione, cuando vieron a lo lejos la cabaña del guardián—.
Dentro de un minuto estarás bien. Ya falta poco.
Les
separaban siete metros de la casa de Hagrid cuando se abrió la puerta. Pero no fue
Hagrid el que salió por ella, sino Gilderoy Lockhart,
Blaise y Ron
gruñeron al unísono y fruncieron el ceño de forma instantánea.
que
aquel día llevaba una túnica de color malva muy claro.
Varias de las chicas suspiraron.
—Aunque realmente importa bien poco de
que color era su túnica.- comentó Padma, los ojos de Blaise se iluminaron-
Estaba guapo con todo.- terminó haciendo enojar a Blaise y reír a muchas
chicas.
Se
les acercó con paso decidido.
—Rápido,
aquí detrás —dijo Harry, escondiendo a Ron detrás de un arbusto que había allí.
— Buena idea.- comentó Draco.
— Mejor idea sería lanzarle a ese
imbécil ese maleficio de las babosas.- rugió Blaise de malas pulgas.
Hermione
los siguió, de mala gana.
—
¡Es muy sencillo si sabes hacerlo! —decía Lockhart
— Por lo que a ti debe resultarte
dificilísimo.- intervino Ron.
a
Hagrid en voz alta—. ¡Si necesitas
ayuda,
— Lo dudo mucho.- rugió Al.
ya
sabes dónde estoy!
— Delante de cualquier espejo
arreglándome el pelo.- explicó Blaise.
Te
dejaré un ejemplar de mi libro.
— Que usaré para equilibrar esa mesa
con la pata rota.- comentó Hagrid.
Pero
me sorprende que no tengas ya uno. Te firmaré un ejemplar esta noche y te lo
enviaré. ¡Bueno, adiós! —Y se fue hacia el castillo a grandes zancadas.
— Gracias a Merlín, otro comentario
suyo y me como el libro.- exclamó Ron.
Harry
esperó a que Lockhart se perdiera de vista y luego sacó a Ron del arbusto y lo
llevó hasta la puerta principal de la casa de Hagrid. Llamaron a toda prisa.
Hagrid apareció inmediatamente, con aspecto de estar de mal humor,
— Cosa comprensible si tenemos en
cuenta que ha tenido que aguantar a ese inepto.-rugió Frank que todavía no le
perdonaba lo de Neville y los duendecillos.
pero
se le iluminó la cara cuando vio de quién se trataba.
Harry, Ron y
Hermione sonrieron complacidos.
—Me
estaba preguntando cuándo vendríais a verme... Entrad, entrad. Creía que sería
el profesor Lockhart que volvía.
— Merlín nos libre.- suspiró Hagrid.
Harry
y Hermione introdujeron a Ron en la cabaña, donde había una gran cama en un
rincón y una chimenea encendida en el otro extremo. Hagrid no pareció
preocuparse mucho por el problema de las babosas de Ron, cuyos detalles explicó
Harry apresuradamente mientras lo sentaban en una silla.
—Es
preferible que salgan a que entren —dijo ufano, poniéndole delante una palangana
grande de cobre—. Vomítalas todas, Ron.
— Es lo único que se puede hacer.-
afirmó con pesar la profesora Pomfrey.
—No
creo que se pueda hacer nada salvo esperar a que la cosa acabe —dijo Hermione
apurada, contemplando a Ron inclinado sobre la palangana—. Es un hechizo difícil
de realizar aun en condiciones óptimas, pero con la varita rota...
— Era imposible que saliera bien.-
terminó Arthur acariciando el pelo de su hijo menor.
Hagrid
estaba ocupado preparando un té. Fang, su perro jabalinero, llenaba a
Harry de babas.
—
¿Qué quería Lockhart, Hagrid? —preguntó Harry, rascándole las orejas a Fang.
— Conociéndole: presumir, ser adorado,
mentir y/o corregir a los demás.- contestó Blaise.
—Enseñarme
cómo me puedo librar de los duendes del pozo —gruñó Hagrid,
— Cosa que lleva haciendo desde que
entró a Hogwarts como guardabosques.- rugió Al.
quitando
de la mesa limpia un gallo a medio pelar y poniendo en su lugar la tetera—. Como
si no lo supiera. Y también hablaba sobre una banshee a la que venció.
— En sueños.- comentó Remus aburrido
por lo predecible y pedante del hombre.
Si
en todo eso hay una palabra de cierto, me como la tetera.
— Acepto la apuesta.- gritó Sirius-
Lástima que no pueda ganarla.
Era
muy raro que Hagrid criticara a un profesor de Hogwarts,
— Eso no llegaba ni a intento de
profesor.- rugió Hagrid enojado.
y
Harry lo miró sorprendido. Hermione, sin embargo, dijo en voz algo más alta de
lo normal:
—Creo
que sois injustos.
— Injusto es juzgar a alguien solo por
su aspecto y no por lo que hace así que era yo la injusta.- se corrigió
Hermione.
Obviamente,
el profesor Dumbledore ha juzgado que era el mejor para el puesto y...
— Era el único.- explicó el director- Y
me arrepiento de haberle contratado.
—
Era el único para el puesto —repuso Hagrid, ofreciéndoles un plato de caramelos
de café con leche, mientras Ron tosía ruidosamente sobre la palangana—. Y
quiero decir el único. Es muy difícil encontrar profesores que den Artes
Oscuras, porque a nadie le hace mucha gracia.
— El puesto está maldito.- murmuraron
los gemelos Prewett en voz baja haciendo temblar a todos los de primero y
rizando los pelos de la nuca de los demás.
Da
la impresión de que la asignatura está maldita. Ningún profesor ha durado
mucho.
— Lo cuál es una suerte cuando nos toca
alguien como Quirell o Lorckhart- comentó Seamus.
— Pero una porquería cuando nos toca
Lupin o Moody.- terminó Dean con tristeza.
Decidme
—preguntó Hagrid, mirando a Ron—, ¿a quién intentaba hechizar?
—Malfoy
le llamó algo a Hermione —respondió Harry—. Tiene que haber sido algo muy
fuerte, porque todos se pusieron furiosos.
— Fue algo horrible.- murmuró James con
odio.
—Fue
muy fuerte —dijo Ron con voz ronca, incorporándose sobre la mesa, con el rostro
pálido y sudoroso—. Malfoy la llamó «sangre sucia».
Ron
se apartó cuando volvió a salirle una nueva tanda de babosas. Hagrid parecía indignado.
— Lo estaba.- rugió el hombre.-
Hermione es la mejor de su generación nadie debería insultarla por sus orígenes
que no tienen nada de malo.
—
¡No! —bramó volviéndose a Hermione.
—Sí
—dijo ella—. Pero yo no sé qué significa.
— Ahora ya sí- murmuró con tristeza.
Claro
que podría decir que fue muy grosero...
—Es
lo más insultante que se le podría ocurrir —dijo Ron,
— ¿Debería ofenderme por eso? - dijo
Draco.- Creía que le había demostrado suficientes veces lo bien que se me da
inventar insultos.
volviendo
a incorporarse—. Sangre sucia es un nombre realmente repugnante con el
que llaman a los hijos de muggles, ya sabes, de padres que no son magos.
Hay algunos magos, como la familia de Malfoy, que creen que son mejores que
nadie porque tienen lo que ellos llaman sangre limpia.
— Tojour pur- se entristeció Sirius-
Eso ponía en la cabecera de la cama de mi hermano pequeño.
—Soltó
un leve eructo, y una babosa solitaria le cayó en la palma de la mano. La
arrojó a la palangana y prosiguió—. Desde luego, el resto de nosotros sabe que eso no tiene ninguna importancia.
Mira a Neville Longbottom...
— ¡Ron!- se exclamó Molly.
— ¿Qué? Tu siempre me dices que no me
meta con la gente con problemas mentales por lo que no podía usar a Crabbe y a
Goyle para el ejemplo.- se defendió el chico.- Siento si te he ofendido pero
quería un ejemplo de un Gryffindor y hay pocos sangre puras, de hecho eras tu,
yo o mis hermanos. Porqué Parvati, Lavander y Seamus son mestizos ¿No?
— Era un desastre, sobretodo en
Pociones Ron- dijo Neville- No me ofende la verdad si no es dicha con mala
intención. Y no creo que animar a Hermione sea malo.
es
de sangre limpia y apenas es capaz de sujetar el caldero correctamente.
— Eso es una exageración- gruñó
Augusta.
— Claro- dijo Ron extrañado- Intentaba
hacer reír a Hermione.
—Y
no han inventado un conjuro que nuestra Hermione no sea capaz de realizar
—dijo
Hagrid con orgullo,
— El Expectro Patronum- dijeron todos
los del ED a la vez pero ninguno respondió a la muda pregunta de las miradas
extrañadas de sus compañeros.
haciendo
que Hermione se pusiera colorada.
—Es
un insulto muy desagradable de oír —dijo Ron
— Más de recibir, créeme- dijo Lily,
Snape bajó la mirada hacia la mesa completamente avergonzado.
secándose
el sudor de la frente con la mano—. Es como decir «sangre podrida» o «sangre
vulgar». Son idiotas.
— Mucho- estuvieron de acuerdo los
demás.
Además,
la mayor parte de los magos de hoy día tienen sangre mezclada. Si no nos hubiéramos
casado con muggles, nos habríamos extinguido.
— Eso aparte de que uno no elige de
quien se enamora e importa bien poco su estatus cuando de verdad quieres a
alguien.- intervino Susan.
— ¿Crees que le gustará alguien que sea
hijo de muggles?- le preguntó entre susurros Ernie a Justin.
— ¿En serio no sabes de quien está
enamorada Susan?- le preguntó Justin, Ernie negó con la cabeza – Una pista- le
dijo- no es hijo de muggle.
— Eres un sádico.- le susurró Zacharias
Smith cuando Ernie se giró a fulminar con la mirada a todo el mundo.
— Reconoce que es divertido.- le
contestó Justin.
— Mucho.- Le contestó el muchacho con
una sonrisa divertida.
A
Ron le dieron arcadas y volvió a inclinarse sobre la palangana.
—Bueno,
no te culpo por intentar hacerle un hechizo, Ron —dijo Hagrid
— Ni tu ni nadie- estuvieron de acuerdo
los gemelos Weasley.
con
una voz fuerte que ahogaba los golpes de las babosas al caer en la palangana—.
Pero quizás haya sido una suerte que tu varita mágica fallara. Si hubieras
conseguido hechizarle, Lucius Malfoy se habría presentado en la escuela.
Draco tembló un poco a la vez que Albus
Dumbledore soltó un suspiro de alivio por haberse ahorrado esa visita.
Así
no tendrás ese problema.
Harry
quiso decir que el problema no habría sido peor que estar echando babosas por
la boca,
— Tú no conoces a mi abuelo.- la última
palabra Scorp no la dijo, la escupió con odio.
pero
no pudo hacerlo porque el caramelo de café con leche se le había pegado a los
dientes y no podía separarlos.
Varios rieron mientras Harry y Hagrid
se sonrojaron.
—Harry
—dijo Hagrid de repente, como acometido por un pensamiento repentino—, tengo
que ajustar cuentas contigo. Me han dicho que has estado repartiendo fotos
firmadas.
— ¿Porqué te gusta tanto torturarme?-
preguntó Harry con dramatismo.
¿Por
qué no me has dado una?
Harry
sintió tanta rabia que al final logró separar los dientes.
—No
he estado repartiendo fotos —dijo enfadado—. Si Lockhart aún va diciendo eso por ahí...
— Claro que sigue diciendo eso por
allí- comentó Trelawnie- Estuvo presumiendo tres semanas de la mala influencia
que era sobre los alumnos, eso claro antes de soltar un sinfín de cualidades la
mayoría dudosas sobre él.
— No si al final resultará que no está
tan loca.- murmuró Terry.
Pero
entonces vio que Hagrid se reía.
—Sólo
bromeaba —explicó, dándole a Harry unas palmadas amistosas en la espalda, que lo arrojaron contra la mesa—. Sé
que no es verdad. Le dije a Lockhart que no te hacía falta, que sin
proponértelo eras más famoso que él.
— Creo que voy a cambiar la opinión que
tengo sobre él.- les murmuró Blaise a sus amigos.
—Apuesto
a que no le hizo ninguna gracia —dijo Harry, levantándose y frotándose la
barbilla.
— Nop, ninguna gracia- dijo Ron
encantado.
—Supongo
que no —admitió Hagrid, parpadeando—. Luego le dije que no había leído nunca
ninguno de sus libros, y se marchó.
— Vaya, así que había una estrategia
para que se largara.- dijo sorprendida McGonagall.
¿Un
caramelo de café con leche, Ron? —añadió, cuando Ron volvió a incorporarse.
—No,
gracias —dijo Ron con debilidad—. Es mejor no correr riesgos.
— Tienes razón,- le apoyó Percy- Como
se te peguen los dientes y quieras expulsar una babosa lo llevas claro.- Ese
comentario hizo que los gemelos se miraran con una sonrisa maliciosa.
—Venid
a ver lo que he estado cultivando —dijo Hagrid cuando Harry y Hermione apuraron
su té.
En
la pequeña huerta situada detrás de la casa de Hagrid había una docena de las calabazas más grandes que Harry hubiera visto
nunca. Más bien parecían grandes rocas.
— Las calabazas de Hallloween-
exclamaron todos ilusionados como niños.
—Van
bien, ¿verdad? —dijo Hagrid, contento—. Son para la fiesta de Halloween.
Deberán
haber crecido lo bastante para ese día.
— ¿Crecerán más?- preguntó Dudley
encantado- Pero si dice que eran grandes como rocas.
— Lo que hace la magia primo.- le
respondió Harry.
—
¿Qué les has echado? —preguntó Harry.
Hagrid
miró hacia atrás para comprobar que estaban solos.
— Se confirma que usó magia.- comentó
Lia.
—Bueno,
les he echado... ya sabes... un poco de ayuda.
Harry
vio el paraguas rosa estampado de Hagrid
apoyado contra la pared trasera de la cabaña.
El Ministro
cerró los puños enojado.
— Que alguien que ha sido expulsado de
Hogwarts use magia es ilegal.- rugió.
— Igual que dejarse sobornar por un
mortífago.- respondió tranquilamente Kingsley.
Ya
antes, Harry había sospechado que aquel paraguas no era lo que parecía; de hecho,
tenía la impresión de que la vieja varita mágica del colegio estaba oculta
dentro. Según las normas, Hagrid no podía hacer magia, porque lo habían
expulsado de Hogwarts en el tercer curso, pero Harry no sabía por qué.
— En ese momento.- comentó demasiado
alto.
— ¿Ahora lo sabes?- preguntó Ginny muy
interesada.
— Ajá, pero prometí no decir nada.- le
contestó Harry mirando la mesa ya que no se sentía capaz de sostenerle la
mirada.
Cualquier
mención del asunto bastaba para que Hagrid carraspeara sonoramente y sufriera
de pronto una misteriosa sordera que le duraba hasta que se cambiaba de tema.
— Incluso ahora hace lo mismo- comentó
Rose mirando al semigigante con preocupación.
—
¿Un hechizo fertilizante, tal vez? —preguntó Hermione, entre la desaprobación y
el regocijo
— Como Lunático cada vez que adivinaba
la próxima broma que les íbamos a hacer a los Slytherin.- comentó Sirius.
—.
Bueno, has hecho un buen trabajo.
—Eso
es lo que dijo tu hermana pequeña —observó Hagrid, dirigiéndose a Ron—. Ayer la
encontré.
— Ay no- susurró la chica preocupada.
—Hagrid
miró a Harry de soslayo y vio que le temblaba la barbilla—.Dijo que estaba
contemplando el campo, pero me da la impresión de que esperaba encontrarse a
alguien más en mi casa. —Guiñó un ojo a Harry—. Si quieres mi opinión, creo que
ella no rechazaría una foto fir...
— ¡Hagrid!- rugió Ginny.
— Vaya, la pequeña fan.- se burló
Parvati.
— Al menos a mi no se me caía la baba
delante de un profesor que era guapo, no lo niego, pero un inepto que solo
sabía contar mentidas.- gritó la chica ya harta.
—
¡Cállate! —dijo Harry. A Ron le dio la risa y llenó la tierra de babosas.
— A mi no me hace gracias Ronald- rugió
Ginny.
— Pobre tío Ron, mamá no olvida.-
murmuró Al.
—
¡Cuidado! —gritó Hagrid, apartando a Ron de sus queridas calabazas.
Ya
casi era la hora de comer, y como Harry sólo había tomado un caramelo de café
con leche en todo el día, tenía prisa por regresar al colegio para la comida.
— Te entiendo ahijado- comentó Sirius.
Se
despidieron de Hagrid y regresaron al castillo, con Ron hipando de vez en
cuando, pero vomitando sólo un par de babosas pequeñas. Apenas habían puesto un
pie en el fresco vestíbulo cuando oyeron una voz.
—Con
que estáis aquí, Potter y Weasley. —La profesora McGonagall caminaba hacia
ellos con gesto severo—. Cumpliréis vuestro castigo esta noche.
— Veinte galeones a que ordenan la
biblioteca- apostó Sirius.
— Veinte a que limpian la sala de
trofeos.- aceptó James.
— Veinte a que, al igual que a
vosotros, les castigan por separado- apostó Remus- El castigo de Harry tendrá
algo que ver con Lockhart y Ron cumplirá castigo con Filch.
—
¿Qué vamos a hacer, profesora? —preguntó Ron, asustado, reprimiendo un eructo.
James y
Sirius miraron al libro, nerviosos.
—Tú
limpiarás la plata de la sala de trofeos con el señor Filch —dijo la profesora
McGonagall—.
Y nada de magia, Weasley... ¡frotando!
— Bien- exclamó James.
— James de momento yo llevo dos de tres
por lo que voy ganando yo.- comentó Remus.
— Pero yo también he acertado.- se
quejó James.
— Nop, tu hablaste en plural.- le
recordó Remus- Y Harry no está castigado.
— Estúpido detallista.- rugió James.-
Pero todavía no has ganado.
Ron
tragó saliva. Argus Filch, el conserje, era detestado por todos los estudiantes
del colegio.
—Y
tú, Potter, ayudarás al profesor Lockhart a responder a las cartas de sus
admiradoras —dijo la profesora McGonagall.
— Pagad- les ordenó a sus amigos-
Todavía no sé porqué seguís desafiándome.
— Les gusta tirar el dinero.- fue la
aportación de Frank.
— Y pensar que la única asignatura en
la que no sacaste un Extraordinario fue Adivinación.- refunfuñó James.
— No cogí Adivinación.- le recordó el
licántropo.
—Lo que hace la situación todavía más
injusta.- se quejó Sirius.
—Oh,
no... ¿no puedo ayudar con la plata? —preguntó Harry desesperado.
— Y con razón- intervino Lily.
—Desde
luego que no —dijo la profesora McGonagall, arqueando las cejas—. El profesor
Lockhart ha solicitado que seas precisamente tú.
— Casi me da pena.- murmuró Blaise.
— Es mi enemigo desde antes de entrar
en Slytherin- se indignó Draco.
— He dicho casi.- le recordó Blaise.
A
las ocho en punto, tanto uno como otro.
Harry
y Ron pasaron al Gran Comedor completamente abatidos, y Hermione entró detrás
de ellos, con su expresión de «no-haber-infringido-las-normas-del-colegio».
— Esa expresión es la más odiosa que
podía poner Lunático.- comentó James.
— No, la más odiosa es la que pone
ahora de “acabo-de-ganar-una-apuesta”- contestó Sirius- No, hay una peor la “yo-tenía-razón”
también llamada “te-lo-dije”.
Harry
no disfrutó tanto como esperaba con su pudín de carne y patatas. Tanto Ron como
él pensaban que les había tocado la peor parte del castigo.
— Ahora ya no estoy de acuerdo conmigo
mismo.- comentó Ron- Cualquier cosa que implique pasar un segundo con ese
perfumado es peor que el beso del dementor.
—Filch
me tendrá allí toda la noche —dijo Ron apesadumbrado—. ¡Sin magia! Debe de
haber más de cien trofeos en esa sala. Y la limpieza muggle no se me da
bien.
— Pues tal vez te convendría más
practicar en casa.- rugió Molly- Y a mi no me molestaría tener ayuda.
—Te
lo cambiaría de buena gana —dijo Harry con voz apagada—. He hecho muchas
prácticas con los Dursley.
Varios
fulminaron a Petunia con la mirada.
Pero
responder a las admiradoras de Lockhart... será una pesadilla.
— Que va- dijeron los gemelos
frotándose las manos- Será una oportunidad… para humillar a ese idiota.
La
tarde del sábado pasó en un santiamén, y antes de que se dieran cuenta, eran las
ocho menos cinco. Harry se dirigió al despacho de Lockhart por el pasillo del
segundo piso, arrastrando los pies. Llamó a la puerta a regañadientes.
La
puerta se abrió de inmediato. Lockhart le recibió con una sonrisa.
— Voy a vomitar.- anunció en voz baja
Blaise.
—
¡Aquí está el pillo! —dijo—. Vamos, Harry, entra.
Dentro
había un sinfín de fotografías enmarcadas de Lockhart, que relucían en los
muros a la luz de las velas. Algunas estaban incluso firmadas. Tenía otro
montón grande en la mesa.
— ¿Porqué no me sorprende nada?-
preguntó Ron.
— Porqué ese tipo tiene el complejo
narcisista más grande con el que he tenido la desgracia de toparme.- le
contestó Ginny.
— Yo casi prefiero la decoración del
despacho de Umbridge.- comentó Harry.
— ¿Gatolandia o Lockhartlandia? Difícil
elección.- contestó Hermione.
—
¡Tú puedes poner las direcciones en los sobres! —dijo Lockhart
— Apasionante- se burlaron los Prewett.
a
Harry, como si se tratara de un placer irresistible—. El primero es para la
adorable Gladys Gudgeon, gran admiradora mía.
— Esa mujer necesita ayuda.- comentó
Arthur.
— Y una cama en San Mungo- le apoyó
Sirius.
Los
minutos pasaron tan despacio como si fueran horas. Harry dejó que Lockhart hablara
sin hacerle ningún caso, diciendo de cuando en cuando «mmm» o «ya» o «vaya».
— Adora demasiado el sonido de su voz
como para percatarse de ello.- le comentó su padre.
Algunas
veces captaba frases del tipo «La fama es una amiga veleidosa, Harry»
— Lo que tu digas, chalado.- espeteó
Alastor.
o
«Serás célebre si te comportas como alguien célebre, que no se te olvide».
— Lo intentó pero no puedo así que no
te preocupes.- contestó Tonks.
Las
velas se fueron consumiendo y la agonizante luz desdibujaba las múltiples caras
que ponía Lockhart ante Harry. Éste pasaba su dolorida mano sobre lo que le parecía
que tenía que ser el milésimo sobre
— ¿Cómo puede haber tanta gente
chiflada?- preguntó Alice con sorpresa.
y
anotaba en él la dirección de Verónica Smethley.
— Otra chica que necesita ayuda médica.-
puntualizó Draco.
«Debe
de ser casi hora de acabar», pensó Harry, derrotado. «Por favor, que falte poco...»
Y
en aquel momento oyó algo, algo que no tenía nada que ver con el chisporroteo de
las mortecinas velas ni con la cháchara de Lockhart sobre sus admiradoras.
— Entonces seguro que era algo
divertido.- dijeron los gemelos Weasley.
— Yo no lo definiría así.- les contestó
Harry.
Era
una voz, una voz capaz de helar la sangre en las venas, una voz ponzoñosa que dejaba
sin aliento, fría como el hielo.
— Ok, muy divertida no debía ser.-
comentó George.
— Pero reconoce que mejor que la
cháchara de Lockhart era.- terminó Fred.
—Ven...,
ven a mí...
— Lo siento, tengo planes para esta
noche.- contestó Sirius.
Deja que te desgarre... Deja que te
despedace... Déjame matarte...
Todos se quedaron helados pero Sirius
salvó la situación.
— No es que no me vaya el rollo
sado-masoquista pero creo que voy a tener que declinar tu oferta.- contestó
provocando carcajadas.
Harry
dio un salto, y un manchón grande de color lila apareció sobre el nombre de la
calle de Verónica Smethley.
— Comprensible reacción- comentó Lily
aun algo pálida.
—
¿Qué? —gritó.
—Pues
eso —dijo Lockhart—: ¡seis meses enteros encabezando la lista de los más vendidos! ¡Batí todos los récords!
— Seguro que se refería a eso pedazo
memo.- ironizó Al que empezaba a perder la paciencia.
—
¡No! —dijo Harry asustado—. ¡La voz!
—
¿Cómo dices? —preguntó Lockhart, extrañado—. ¿Qué voz?
— ¿No la oyó?- Moody, que había
permanecido algo aburrido desde que empezó el libro se puso alerta cosa que
asustó bastante a los adultos de la sala.
—La...
la voz que ha dicho... ¿No la ha oído?
Lockhart
miró a Harry desconcertado.
—
¿De qué hablas, Harry? ¿No te estarías quedando dormido?
— ¿A causa del aburrimiento que
provocas?- preguntó Blaise.
— Podría ser.- le apoyó Ron.
¡Por
Dios, mira la hora que es! ¡Llevamos con esto casi cuatro horas!
— ¿Cuatro hora?- Minerva se
escandalizó- ¡Era un castigo de dos horas!
Ni
lo imaginaba... El tiempo vuela, ¿verdad?
— Depende, a veces sí pero a veces
parece un caracol con reuma.- contestó Harry.
Harry
no respondió. Aguzaba el oído tratando de captar de nuevo la voz, pero no oyó
otra cosa que a Lockhart diciéndole que otra vez que lo castigaran, no tendría
tanta suerte como aquélla.
— Pues aparte de servirle a Quejicus de
conejito de indias no se me ocurre castigo peor.- intervino James.
— No se que decirte papá- le contestó
Harry- Snape como mínimo sabe que es cruel y que lo que hace me fastidia, ¡ese
tipo no se dio cuenta!
Harry
salió, aturdido. Era tan tarde que la sala común de Gryffindor estaba
prácticamente vacía y Harry se fue derecho al dormitorio. Ron no había
regresado todavía.
— ¡Filch!- gritó McGonagall- ¡¿No deje
suficientemente claro que era un castigo de dos malditas horas?!
— Pero profesora, él…- empezó el
conserje.
— Me da igual lo que hiciera, esto es
una escuela, nuestra obligación es cuidar a los niños, no hacerlos trabajar
duro durante cuatro horas.- le regañó.
—
Y media.- murmuró Ron en voz baja.
—
¡¿Qué?!- ahora la indignada era
Molly- ¿Te fuiste a la cama a las doce y media por culpa de un castigo?
— Hablaremos de esto Aarhus.- le dijo
Albus- Ahora, prosigamos.
Se
puso el pijama y se echó en la cama a esperar. Media hora después llegó Ron,
con el brazo derecho dolorido y llevando con él un fuerte olor a limpiametales.
—Tengo
todos los músculos agarrotados —se quejó, echándose en la cama—. Me ha hecho
sacarle brillo catorce veces a una copa de quidditch antes de darle el
visto bueno. Y vomité otra tanda de babosas sobre el Premio Especial por los
Servicios al Colegio.
— Que mala pata.- comentó Arthur.
— En realidad fue una suerte.- le
contesto Ron provocando que todos le miraran como si estuviese loco y que sus
dos amigos ahogaran una carcajada.
Me
llevó un siglo quitar las babas. Bueno, ¿y tú qué tal con Lockhart?
En
voz baja, para no despertar a Neville, Dean y Seamus,
— Gracias.- les dijeron estos.
Harry
le contó a Ron con toda exactitud lo que había oído.
—
¿Y Lockhart dijo que no había oído nada? —preguntó Ron.
— No es raro teniendo en cuenta lo que
disfruta con el sonido de su voz.- le comentó Blaise.
A
la luz de la luna, Harry podía verle fruncir el entrecejo—. ¿Piensas que
mentía?
— No es algo que le cueste mucho.-
comentó Harry.
Pero
no lo entiendo... Aunque fuera alguien invisible, tendría que haber abierto la
puerta.
— Muy buen punto.- le premió Remus.
—Lo
sé—dijo Harry, recostándose en la cama y contemplando el dosel—. Yo tampoco lo
entiendo.
— ¿Queréis leer un capítulo más antes
de ir a dormir?- preguntó el director.
— ¿Usted que cree?- preguntó James
antes de coger el libro para leer-El cumpleaños de muerte
Ahhhhhhhhhhhh , AMO ESTE MALDITO FANFIC!!! Pienso que es el mejor que he leido, y mira que e leido muchos. Estoy MUYYY CONTENTA de que hayas actualizado. Yame habia empezado a preocupar! Peo aún asi lo tenia en favoritos y odos los dias me fijabashabias subido algo. Bueno, queria decir ... lo queya tedije y que adoro a los chicosdel futuro. Son mis idolos! Siempre me rio con sus comentarios. Actualiza pronto por favor!
ResponderEliminarTu fan N° 1,
Vale!
Hola!!
ResponderEliminarme encanto
ya quiero que aparezcan mas chicos del futuro
son gracioso los comentarios que hacen
amo tu fic
Actualiza Prontoo!!
Me encanta!Me encanta!Me encanta!Me encanta!Me encanta!Me encanta!Me encanta!Me encanta!Me encanta!Me encanta!Me encanta!Me encanta!Me encanta!Me encanta!Me encanta!Me encanta!Me encanta!Me encanta!Me encanta!Me encanta!
ResponderEliminarno puedo esperar al proximo. PORFAVOR! no tardes tante, todos lo dias venia a ver si subias un capitulo y era como una bofetada ver que no :'( pero aparte de eso ME ENCANTA!!!!!
me encanta tu fic espero no tardes mucho en actualizar
ResponderEliminarGENIALL!!!!
ResponderEliminarHola me encanto el capitulo y espero que pronto actualices, espero ver las reacciones de todos al saber lo que hicieron los chicos (la poción multijugos, robar en el despacho de Snape para los ingredientes,colarse en la sala de Slytherin,ir al bosque prohibido,etc), y lo que te dije la otra vez de lo de la perspectiva de los petrificados es de que paso antes de "ver" al basilisco (en el caso de Mione paso cuando TODOS estaban en el estadio de Quiddich y ella estaba en la biblioteca y Harry no oyó la voz ni nada parecido), espero verlas reacciones de lo que es el monstruo y lo que paso en la cámara de los secretos y lo que hizo Lockhart (no querer salvar a Ginny, intentar hechizar a Ron y a Harry,etc), espero ver como reaccionan sus queridas fans al leer eso jaja sera divertido y que le hagan una visita jeje, bueno no me enrollo mas un saludo y animo.
ResponderEliminarMuy buen capitulo. Me encanto... entoy esperando el siguiente.
ResponderEliminarUUUUUUUoooooooooooo!!! M'ha encantat moltissim aquest capítol! Estic super enganxada! M'agrada molt quan t'inventes trames del passat que s'adapten exactament als fets, com si JK els haguès pensat exactament així, com tot lu de la firma falsificada, per exemple. També M'agraden mooolt les parelles Harry-Ginny i Ron-Hermion (digue'm convencional...). I lògicament James-Lily, Oliver-Katie, Sirius-Sus i Remus-Tonks també!! M'agradaria que li trobessis parella a la Luna, que se la mereix! I també m'agrada que trobis una part més humana als d'Slytherin perquè, encara que en els llibres de Harry em cauen supermalament, també es mereixen alguna oportunitat, no?
ResponderEliminarLa trama dels fills del futur també està molt bé, perquè hi dona un toc més propi, tot i que trobo a faltar les trames del principi, on els principals protagonistes eren els més coneguts... Vull dir que m'encanten, eh!! no els treguis!!!! Però que ara sempre són ells els que fan comentaris (o bé reaccionen davant dels comentaris), i treuen protagonisme a la resta... Podries fer que no SEMPRE parlin ells... (però repeteixo: és una trama MOLT BONA, aprofita-la sense abusar-ne!)
I res, ara sí que t'he de demanar que ACTUALITZIS, perquè ja no em queden més capítols... Mooooltes felicitacions perquè realment m'has fet passar uns dies mooolt divertits, i perquè aquesta història s'ho val!
Espero tornar-te a llegir ben aviat!
Petoons!
AMO ESTE FANFIC!!!
ResponderEliminarMe encanto el cap!,ya quiero ver que pasa cuando se enteren de La poción Multijugos,Que entraron en la sala común de Slytherin,,en el Bosque Prohibido etc...
y las reacciones de las fanáticas de Lockhart al final jajaj
Actualiza Pronto!!!
Besos!
Me encantaaaaa, nunca comenté acá pero bueno, ashdhasj es muy genial, seguila cuando puedas!.
ResponderEliminarEsta genial!! =D
ResponderEliminarDe la que se salvo Malfoy. Si Allie no interviene Rose le hubiera echado el maleficio o.O. Ella tiene razón en ponerse porque es a su madre a quien acaba de insultar Malfoy. Por cierto, cuando sabran todos que Hermione y Ginny son las mamas de ellos?. Seria lindo que lo supieran :). Además me gustaria ver la cara de Cho cuando se entere XD
El libro de maldiciones de los gemelos...interesante =D Wow hasta Percy lo leyo? vaya o.O. Y que raro que Charlie no.
Ojala puedas actualizarla pronto =D
Hola, nunca he comentado aquí, pero quería decirte que tu fic es muy bueno ;)
ResponderEliminarholaaaaaa, en encanta tu fic, hace tiempo que lo vi en fanfiction y me encantó, cuando me di cuenta que tenías la página con capitulos mas actualizado que en el otro sitio asique continue leyendo aqui.
ResponderEliminarquiero decirte que me encanta tu historia, es buenisima, e leido otras historias como la tuya (en el que los presonajes leen los libros de Harry Potter) pero el tuyo es el mejor con diferencia, hace mucho que no actulizas, vas a dejar la hisotria??????? no lo hagas profa que esta genial, y yo te hecharía muxo de menos :(
un besazo muy fuerte y todo el animo del mundo
Hola!!! Me encanta como escribes y estoy esperando el prox capi... pero si que te has demorado. Ojala que actualices pronto que ya quiero leer la continuacion.
ResponderEliminaroye sigues viva creo que no tendre que revivirte pero eso luego lo investigo porfa actualiza pronto
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