— Creo que
podemos leer un capítulo más antes de cenar- dijo Dumbledore- Gilderoy
Lockhart
— ¿En serio
tenemos que leer un capítulo con el nombre de ese idiota?- preguntó Ron
enfadado siendo fulminado con la mirada por muchas chicas.
Al
día siguiente, sin embargo, Harry apenas sonrió ni una vez. Las cosas fueron de
mal en peor desde el desayuno en el Gran Salón.
— Odio los
días que pasa eso- comentó Dean con una mueca.
— Es decir casi todos vuestros días-
apuntó Seamus señalando al trío dorado.
Bajo
el techo encantado, que aquel día estaba de un triste color gris, las cuatro
grandes mesas correspondientes a las cuatro casas estaban repletas de soperas
con gachas de avena, fuentes de arenques ahumados, montones de tostadas y
platos con huevos y beicon.
Los Weasley y
Sirius soltaron un suspiro y enternecieron su mirada que se dirigía hacia el
libro.
Harry
y Ron se sentaron en la mesa de Gryffindor junto a Hermione, que tenía su
ejemplar de Viajes con los vampiros abierto y apoyado contra una taza de
leche. La frialdad con que ella dijo «buenos días», hizo pensar a Harry que
todavía les reprochaba la manera en que habían llegado al colegio.
— Es
Hermione- dijo Ron como si fuera obvio.
Neville
Longbottom, por el contrario, les saludó alegremente.
Harry y Ron
sonrieron agradeciéndoselo con la mirada.
Neville
era un muchacho de cara redonda, propenso a los accidentes, y era la persona
con peor memoria de entre todas las que Harry había conocido nunca.
— Sí, creo
que lo describiste a la perfección- comentó Seamus.
—El
correo llegará en cualquier momento —comentó Neville—; supongo que mi abuela me
enviará las cosas que me he olvidado.
—Evidentemente- dijo Augusta algo enojada.- Es lo que
hago cada año.
Efectivamente,
Harry acababa de empezar sus gachas de avena cuando un centenar de lechuzas
penetraron con gran estrépito en la sala, volando sobre sus cabezas, dando vueltas
por la estancia y dejando caer cartas y paquetes sobre la alborotada multitud.
— Siempre es
espectacular- comentó Denis, Dudley afirmó con vehemencia.
Un
gran paquete de forma irregular rebotó en la cabeza de Neville, y un segundo
después, una cosa gris cayó sobre la taza de Hermione, salpicándolos a todos de
leche y plumas.
Hermione
arrugó la nariz pero no comentó nada.
—
¡Errol! —dijo Ron, sacando por las patas a la empapada lechuza. Errol
se desplomó, sin sentido, sobre la mesa, con las patas hacia arriba y un
sobre rojo y mojado en el pico.
— Espero que
no sea lo que creo- dijo Scorp.
— ¿Es que
acaso no conoces a la abuela?- preguntó Al con incredulidad.
»
¡No...! —exclamó Ron.
—No
te preocupes, no está muerto —dijo Hermione, tocando a Errol con la
punta del dedo.
—No
es por eso... sino por esto.
Ron
señalaba el sobre rojo. A Harry no le parecía que tuviera nada de particular,
pero Ron y Neville lo miraban como si pudiera estallar en cualquier momento.
— Y con
razón- dijo James que era uno de los pocos que había deducido que era.
—
¿Qué pasa? —preguntó Harry.
— Algo muy
malo- comentó Ron.
—Me
han enviado un howler —dijo Ron con un hilo de voz.
Todos los
hijos de magos aguantaron aire a la vez mientras le dedicaban a Ron una mirada
de ánimo y compasión.
—Será
mejor que lo abras, Ron —dijo Neville, en un tímido susurro—. Si no lo
hicieras, sería peor. Mi abuela una vez me envió uno, pero no lo abrí y...
—tragó saliva— fue horrible.
— ¿Y por que
le enviaste un howler?- preguntó Frank algo enojado.
— Por la
misma razón por la que te los enviaba a ti- dio Augusta enojada fulminando a su
hijo con la mirada- Por ser despistado y hacer explotar calderas.- padre e hijo
se sonrojaron completamente.
Harry
contempló los rostros aterrorizados y luego el sobre rojo.
—
¿Qué es un howler? —dijo.
— La peor pesadilla de cualquiera-
susurraron los gemelos Weasley asustando a muchos hijos de muggle.
Pero
Ron fijaba toda su atención en la carta, que había empezado a humear por las
esquinas.
— Ábrelo- gritaron todos los que
conocían que era ese sobre.
—Ábrela
—urgió Neville—. Será cuestión de unos minutos.
— Es como una tirita- explicó Rose-
Mejor sacarla de golpe.
— ¿Qué es una tirita?- preguntó Sirius,
Rose se limitó a girar los ojos.
Ron
alargó una mano temblorosa, le quitó a Errol el sobre del pico con mucho
cuidado y lo abrió. Neville se tapó los oídos con los dedos.
— Buena idea- dijo Remus.- Era lo que
hacía yo cada vez que esos recibían uno.
— Es decir- apuntó james- Cada
desayuno.
— No es algo de lo que estar orgulloso-
le gritó Lily golpeándole la nuca.
Harry
no comprendió por qué lo había hecho hasta una fracción de segundo después. Por
un momento, creyó que el sobre había estallado; en el salón se oyó un bramido
tan potente que desprendió polvo del techo.
— Un howler especialmente peligroso-
comentó James.
— Lo envió Molly- le contestó Sirius
como si recalcara una obviedad.
—...
ROBAR EL COCHE, NO ME HABRÍA EXTRAÑADO QUE TE EXPULSARAN;
— No, a él tampoco- dijeron los gemelos
Weasley entre risas.
ESPERA
A QUE TE COJA, SUPONGO QUE NO TE HAS PARADO A PENSAR LO QUE SUFRIMOS TU PADRE Y
YO CUANDO VIMOS QUE EL COCHE NO ESTABA...
— Claro, como ese coche es tan valioso-
ironizó Draco los Weasley se mordieron la lengua pensando que no valía la pena discutir con él.
Los
gritos de la señora Weasley, cien veces más fuertes de lo normal,
— Glups- todos los Weasley tragaron
ruidosamente mientras la mujer los fulminaba con la mirada.
hacían
tintinear los platos y las cucharas en la mesa y reverberaban en los muros de
piedra de manera ensordecedora. En el salón, la gente se volvía hacia todos los
lados para ver quién era el que había recibido el howler,
— Reconozco que eso es lo peor- dijeron
los Prewett.
— Lo mejor, queréis decir- dijo George.
— Cierto,- afirmó Fred- Nos da
propaganda gratis.- La bronca que les pegó su madre después de ese comentario
les hizo desear no haber abierto la boca.
Y
Ron se encogió tanto en el asiento que sólo se le podía ver la frente colorada.
— Que por cierto estaba del mismo color
que un tomate expuesto a la radiación- comentó Seamus divertido.
—...
ESTA NOCHE LA CARTA DE DUMBLEDORE, CREÍ QUE TU PADRE SE MORÍA DE LA VERGUENZA,
— Tampoco hay que exagerar- dijo
Arthur- No entendía porque se había comportado así pero no estaba tan
avergonzado- terminó dirigiéndole una alentadora sonrisa a su hijo menor.
NO
TE HEMOS CRIADO PARA QUE TE COMPORTES ASÍ, HARRY Y TÚ PODRÍAIS HABEROS
MATADO...
— Eso es cierto- la apoyó Lily mirando
mal a su hijo que se acercó a James imperceptiblemente causando una sonrisa de
ternura en los labios de este.
Harry
se había estado preguntando cuándo aparecería su nombre. Trataba de hacer como
que no oía la voz que le estaba perforando los tímpanos.
— La voz de mamá tiene esa cualidad-
afirmó Charlie.
— Y la de Molls- añadieron todos los de
la tercera.
— Callaos- gritaron las dos demostrando
lo dicho.
—...
COMPLETAMENTE DISGUSTADO, EN EL TRABAJO DE TU PADRE ESTÁN HACIENDO
INDAGACIONES,
James y Sirius miraron al hombre
preocupados pero él simplemente se encogió de hombros.
— Lo siento señor Weasley- se disculpó
Harry- Después de todo lo que ha hecho por mi y casi hago que lo despidan.
— Yo también lo siento papá- dijo Ron
mirando el suelo.
— Lo pasado, pasado está- les respondió
él con una amable sonrisa.
TODO
POR CULPA TUYA, Y SI VUELVES A HACER OTRA, POR PEQUEÑA QUE SEA, TE SACAREMOS
DEL COLEGIO.
— Tampoco hay que dramatizar- dijo Bill
poniendo la mano protectoramente en el hombro de Ron- Por qué va a creérselo y
lo pasará muy mal.
Se
hizo un silencio en el que resonaban aún las palabras de la carta. El sobre
rojo, que había caído al suelo, ardió y se convirtió en cenizas. Harry y Ron se
quedaron aturdidos, como si un maremoto les hubiera pasado por encima.
— Es que lo que les ha pasado por
encima es mamá que es peor, mucho pero- comentaron los gemelos Weasley.
Algunos
se rieron y, poco a poco, el habitual alboroto retornó al salón. Hermione cerró
el libro Viajes con los vampiros y miró a Ron,
— Que raro- ironizó Rose en
voz baja mientras los de la tercera generación reían.
que
seguía encogido.
—Bueno,
no sé lo que esperabas, Ron, pero tú...
—No
me digas que me lo merezco —atajó Ron.
— Me lo merecía pero era lo último que
quería oír.- le explicó el muchacho a Hermione.
Harry
apartó su plato de gachas. El sentimiento de culpabilidad le revolvía las
tripas. El señor Weasley tendría que afrontar una investigación en su trabajo.
— Tranquilo Harry- le dijo el señor
Weasley- La culpa fue mía por haber hechizado el coche, Molly tiene razón me
entusiasman demasiado esas cosas.
— Si ellos no hubiesen utilizado el
coche nada de eso hubiese pasado- dijo Lily enfadada- Hay que pensar en las
consecuencias antes de actuar, sobretodo si esas consecuencias no te perjudican
a ti sino a otra persona.
Después
de todo lo que los padres de Ron habían hecho por él durante el verano...
— No fue nada- le aseguró Molly con una
sonrisa.
Pero
Harry no tuvo demasiado tiempo para pensar en aquello, porque la profesora McGonagall
recorría la mesa de Gryffindor entregando los horarios. Harry cogió el suyo y vio que tenían en primer
lugar dos horas de Herbología con los de la casa de Hufflepuff.
Neville le dedicó una luminosa sonrisa
a Hannah mientras Allie, Augusta y Alice los miraban con una sonrisita burlona.
Harry,
Ron y Hermione abandonaron juntos el castillo, cruzaron la huerta por el camino
y se dirigieron a los invernaderos donde crecían las plantas mágicas. El howler
había tenido al menos un efecto positivo:
Los gemelos Prewett levantaron las
cejas con incredulidad.
parecía
que Hermione consideraba que ellos ya habían tenido suficiente castigo y volvía
a mostrarse amable.
— Es que ya habíais tenido más que
suficiente castigo- se defendió ella.
Al
dirigirse a los invernaderos, vieron al resto de la clase congregada en la
puerta, esperando a la profesora Sprout. Harry, Ron y Hermione acababan de
llegar cuando la vieron acercarse con paso decidido a través de la explanada,
acompañada por Gilderoy Lockhart.
Ron gruñó mientras la profesora soltaba
un suspiro de exasperación extrañando a las alumnas.
La
profesora Sprout llevaba un montón de vendas en los brazos, y sintiendo otra
punzada de remordimiento, Harry vio a lo lejos que el sauce boxeador tenía
varias de sus ramas en cabestrillo.
— Yo y el sauce no hubiésemos resultado
heridos si no llega a ser por la caballerosa y solicitada ayuda del experto-
ironizó la profesora causando más incredulidad entre las alumnas que empezaban
a mirarla mal.
La
profesora Sprout era una bruja pequeña y rechoncha que llevaba un sombrero remendado
sobre la cabellera suelta. Generalmente, sus ropas siempre estaban manchadas de
tierra, y si tía Petunia hubiera visto cómo llevaba las uñas, se habría desmayado.
— No se puede trabajar en la tierra con
la manicura- explicó la profesora mostrando orgullosa sus manos que,
evidentemente, horrorizaron a Petunia.
Gilderoy
Lockhart, sin embargo, iba inmaculado con su túnica amplia color turquesa y su
pelo dorado que brillaba bajo un sombrero igualmente turquesa con ribetes de
oro, perfectamente colocado.
Se oyó un suspiro colectivo mientras
Blaise le declaraba la guerra al hombre al ver que Padma era una de las que
había suspirado.
—
¡Hola, qué hay! —saludó Lockhart, sonriendo al grupo de estudiantes—. Estaba explicando
a la profesora Sprout la manera en que hay que curar a un sauce boxeador.
— Porque evidentemente ella, que lleva
décadas especializada en plantas mágicas concretamente con las de Hogwarts, no
lo sabe- el sarcasmo de Ron produjo unas cuantas carcajadas mientras Blaise lo
fichaba como posible aliado en su tarea de humillar al ex profesor.
¡Pero
no quiero que penséis que sé más que ella de botánica!
— Y por eso no me he puesto a fardar
delante de todos vosotros tras malherirla con mi incompetencia- Fue el turno de
Blaise que se llevó una sonrisa de Ron y otros chicos a la vez que malas
miradas de una buena parte del sector femenino.
Lo
que pasa es que en mis viajes me he encontrado varias de estas especies
exóticas y...
— Es sabido que la mejor forma de
viajar es con la imaginación- asintió Ron dándole la razón al fraude de
profesor y causando más risas.
— No solo la mejor, es la única forma
en la que no tengo que despeinar mis rizos completamente naturales y con la que
no pierdo mi sonrisa de dentífrico ganadora cinco veces del premio del corazón
de la Bruja a la sonrisa más encantadora- le secundó Blaise imitando a la
perfección la voz del profesor y sacando más risas.
— ¿Pero que tenéis en contra del
profesor?- preguntó una muy indignada Lavander.
— A parte del hecho que era un pavo
real presumido, con demasiados humos y demasiada ineptitud nada- le contestó
Ron con tranquilidad.
— Espera sí que hay otra cosa- dijo
Blaise- Creo que está relacionada con Pinocho per ahora no me acuerdo de que
es.- terminó el Slytherin con una sonrisa burlona.-Aix, lo tengo a la punta de
la nariz…- Los chicos y las chicas con más sentido común, entre ellas Astoria y
Ginny, reían a carcajadas mientras que las otras chicas los fulminaban con la
mirada.
—
¡Hoy iremos al Invernadero 3, muchachos! —dijo la profesora Sprout, que parecía
claramente disgustada, lo cual no concordaba en absoluto con el buen humor habitual
en ella.
— Ese idiota era capaz de desquiciar a
cualquiera- comentó Snape frunciendo el ceño- Por desgracia tuvo demasiado
sentido de la auto conservación para ir a las mazmorras a supervisar mis
pociones, esa época es muy buena para crear la de la muerte en vida.
— Y varias pociones urticarias- apuntó
Louis con una sonrisa peligrosa.
Se
oyeron murmullos de interés. Hasta entonces, sólo habían trabajado en el Invernadero
1. *
— En ese solo están las plantas más
aburridas- comentó Sirius.
En
el Invernadero 3 había plantas mucho más interesantes y peligrosas.
— E ideales para incluir en las bromas-
apuntó Remus como quién no quiere tal cosa.
La
profesora Sprout cogió una llave grande que llevaba en el cinto y abrió con ella
la puerta.
— Para si le interesa a alguien os diré
que guarda una copia de esa llave debajo de la maseta de margaritas que tiene
en su despacho- comentó Sus.
— Es el mismo lugar que utiliza nuestro
profesor- dijo Al.
— ¿Y tu como sabes eso?- preguntó
Astoria.
— Me lo dijo James Sirius- respondió
rápidamente el chico mientras Sirius y James compartían una mirada orgullosa.
A
Harry le llegó el olor de la tierra húmeda y el abono mezclados con el perfume intenso
de unas flores gigantes, del tamaño de un paraguas, que colgaban del techo.
Los ojos de los de primero y de Dudley
brillaron como faros en una noche de tormenta mientras muchos se prometían ir a
por la llave en cuanto tuvieran la oportunidad.
Se
disponía a entrar detrás de Ron y Hermione cuando Lockhart lo detuvo sacando la
mano rapidísimamente.
— Huye- le aconsejaron a la vez Ron y
Blaise.
—
¡Harry! Quería hablar contigo... Profesora Sprout, no le importa si retengo a
Harry
un par de minutos, ¿verdad?
— Tenga piedad y sálvelo- le imploró
James que empezaba a pillar que tipo de persona era Lockhart.
A
juzgar por la cara que puso la profesora Sprout, sí le importaba,
— No me agrada dejar a mis alumnos en
manos de un loco- soltó con naturalidad.
pero
Lockhart añadió:
—Sólo
un momento —y le cerró la puerta del invernadero en las narices.
— Maleducado- gruñó Molly para la
alegría de Arthur.
—Harry
—dijo Lockhart. Sus grandes dientes blancos brillaban al sol cuando movía la
cabeza—. Harry, Harry, Harry.
— ¿Era tartamudo?- preguntó con
inocencia Dennis.
— No, solo necesitaba tiempo para
recordar como se estructuraba una frase y no se le ocurrió ningún otro modo
para ganarlo- le explicó Ron- Ya sabes, como cuando un político dice: me gusta
que me hagas está pregunta.- el Ministro enrojeció mientras las chicas
empezaban a planear como matar dolorosamente a Ron.
Harry
no dijo nada. Estaba completamente perplejo. No tenía ni idea de qué se
trataba.
— No intentes entender la mente, o
falta de ella, de ese hombre- le aconsejó Blaise.
— A este ritmo antes de que termine el
libro las chicas te habrán crucificado así que contrólate un poco- le recomendó
Draco mirando la furibunda muchedumbre femenina que miraba mal a Blaise.
Estaba
a punto de decírselo, cuando Lockhart prosiguió:
—Nunca
nada me había impresionado tanto como esto, ¡llegar a Hogwarts volando en un
coche!
—Es
que fue realmente impresionante- dijo James sacando pecho orgullosamente.
Claro
que enseguida supe por qué lo habías hecho.
— Y yo preocupado por su clara falta de
agilidad mental- dijo Ron moviendo la cabeza en negación.
Se
veía a la legua.
— Hay dios, ¿con que locura nos va a
salir ahora?- preguntó Hermione asustada.
Harry,
Harry, Harry.
— ¿Seguro, segurísimo que no era
tartamudo?- preguntó incrédulo Dennis.
Era
increíble cómo se las arreglaba para enseñar todos los dientes incluso cuando no
estaba hablando.
— Increíble y escalofriante- apuntó
Ginny recordando al profesor.
— Tú no tienes gusto por los chicos
Weasley- rugió Cho.
— Tienes razón- le concedió la chica-
Debería tomar ejemplo de ti y ser más superficial fijándome solo en su aspecto
y su popularidad ya que los otros valores están pasados de moda, o sea, que no
molan- la voz de Ginny era una exageración de la de Cho pero eso no evitó la
carcajada general que siguió sino que la incrementó.
—Te
metí el gusanillo de la publicidad, ¿eh? —dijo Lockhart—.
James y Sirius empezaron a golpearse la
cabeza contra la mesa mientras Ron
soltaba una carajada incrédula y Harry un suspiro.
— ¿Cómo…se…- golpe contra la mesa de la
cabeza de James.
— puede… ser…- golpe contra la mesa de
la cabeza de Sirius.
— tan… estúpido?- terminaron los dos
todavía entre golpes.
— Siendo Lockhart- respondió
simplemente Blaise.
Le
has encontrado el gusto.
— Sí, realmente me apasiona que se
hable de mí- reconoció con sarcasmo el chico.
Te
viste compartiendo conmigo la primera página del periódico y no pudiste
resistir salir de nuevo.
— Claro, lo de la librería es lo más
famoso que ha hecho- concordó Remus.- Al lado de salir con el ganador del
premio a la sonrisa más encantadora ¿que es haber derrotado a Voldemort?
—No,
profesor, verá...
—Harry,
Harry, Harry —dijo Lockhart,
— Va a gastarte el nombre- comentó
Luna.
— Creo que ha salido más en boca de
Lockhart que en todo el libro anterior- concordó Neville.
cogiéndole
por el hombro—.
— Suelta a mi niño ahora mismo gallo desplumado-
rugió Lily enojadísima.
Lo
comprendo.
— Ya pero es que resulta que no todos
aquí dependemos de la publicidad para ser felices- le dijo Arthur.
— ¿Traemos un saco de boxeo con su
rostro?- preguntó Al a sus amigos.
— Tal vez luego- respondió Scorp- Es
demasiado gracioso ver las puñaladas verbales de Tío Blaise y Ron como para
dejar escapar la oportunidad.
— Estoy con Scorp- dijo Allie.
— Yo también- les apoyó Rose.
Es
natural querer probar un poco más una vez que uno le ha cogido el gusto. Y me
avergüenzo de mí mismo por habértelo hecho probar,
— Porqué como soy tan altruista no me
hubiese importado dejar pasar la oportunidad de aumentar mis ventas gracias a
ti.- siguió Ron imitando la voz del profesor.
— A parte de que avergonzarme de mi
mismo entra en mis asombrosas y múltiples habilidades- siguió Blaise.
porque
es lógico que se te subiera a la cabeza.
— Del mismo modo que se me subió a mi
el día en el que me vi en un espejo por primera vez, lástima que se me olvidase
poner las gafas que me recetó el medimago diciendo no sé que tontería de
ceguera parcial.- prosiguió Blaise asintiendo.
Pero
mira, muchacho, no puedes ir volando en coche para convertirte en noticia.
Tienes que tomártelo con calma, ¿de acuerdo?
— No quiero que ese idiota le de
consejos a mi niño- se quejó James como un niño pequeño.
— Podríamos hacerle una pequeña visita-
dejo caer Lily.
— Cornamenta adoro a tu esposa- comentó
Sirius.
Ya
tendrás tiempo para estas cosas cuando seas mayor. Sí, sí, ya sé lo que estás
pensando: « ¡Es muy fácil para él, siendo ya un mago de fama internacional!»
— Mejor legeremente que Voldemort-
asintió Harry con diversión.
—De
donde saco que tenia fama integnacional?- preguntó Fleur con asombro- Yo no lo
había oído nombgag hasta que empezó el libgo.
Pero
cuando yo tenía doce años, era tan poco importante como tú ahora.
— Es decir, que había salvado el mundo
un par de veces.- asintió Sirius.
¡De
hecho, creo que era menos importante! Quiero decir que hay gente que ha oído
hablar de ti, ¿no?, por todo ese asunto con El-que-nodebe-ser-nombrado.
— Un asunto carente de importancia-
asintieron los gemelos Weasley.
—Contempló
la cicatriz en forma de rayo que Harry tenía en la frente—.
— Coff coff envidioso coff coff- tosió
Sus.
Lo
sé, lo sé, no es tanto como ganar cinco veces seguidas el Premio a la Sonrisa
más Encantadora, concedido por la revista Corazón de bruja,
—
Al lado de eso ¿Qué es salvar el mundo?- preguntaron al unísono Blaise y
Ron.
— Nada de nada- les siguieron el juego
Draco y Hermione. Los dos leones y las dos serpientes se miraron entre ellos
con incredulidad.
— ¿Una tregua mientras salga el idiota
de Lockharn?- ofreció Hermione.
— Aceptada- dijo Blaise sonriendo
encantadoramente por lo que Padma sintió una punzada de celos.
Ron y Draco se miraron unos segundos
para aceptar a regañadientes mientras Scorp y Rose casi saltan de alegría.
como
he hecho yo, pero por algo hay que empezar.
— Aunque sea por algo tan pequeño-
apuntó Ginny.
Le
guiñó un ojo a Harry y se alejó con paso seguro. Harry se quedó atónito durante
unos instantes,
— ¿Solo durante unos instantes?-
preguntó Luna extrañada- Raro, ese tipo parece ser más aturdidor que cien
narggels juntos.
y
luego, recordando que tenía que estar ya en el invernadero, abrió lapuerta y
entró. La profesora Sprout estaba en el centro del invernadero, detrás de una
mesa montada sobre caballetes. Sobre la mesa había unas veinte orejeras.
— Me encanta esa clase- dijeron a la
vez Allie y Neville con una sonrisa.
Cuando
Harry ocupó su sitio entre Ron y Hermione, la profesora dijo:
—Hoy
nos vamos a dedicar a replantar mandrágoras.
— ¿Os gusta esa clase?- Draco estaba
incrédulo. Los dos Longbotton se encogieron de hombros.
Veamos,
¿quién me puede decir qué propiedades tiene la mandrágora?
— Hermione- respondió todo el gran
comedor a la vez.
Sin
que nadie se sorprendiera, Hermione fue la primera en alzar la mano.
—La
mandrágora, o mandrágula, es un reconstituyente muy eficaz —dijo Hermione en un
tono que daba la impresión, como de costumbre, de que se había tragado el libro
de texto—.
La chica se ruborizó completamente.
— Lo siento Hermione- se disculpó Harry
algo avergonzado.
— Pero si solo pensaste la verdad- le
dijo Ron metiendo la pata ya que se ganó un golpe y una mala mirada de la
aludida.
Se
utiliza para volver a su estado original a la gente que ha sido transformada o
encantada.
—Excelente,
diez puntos para Gryffindor —dijo la profesora Sprout—. La mandrágora es un
ingrediente esencial en muchos antídotos. Pero, sin embargo, también es
peligrosa. ¿Quién me puede decir por qué?
— Hermione- volvió ha decir el gran
comedor.
Al
levantar de nuevo velozmente la mano, Hermione casi se lleva por delante las gafas
de Harry.
— Lo siento Harry- se disculpó ella.
— Estoy acostumbrado—respondió él
haciendo que Hermione volviera a sonrojarse.
—El
llanto de la mandrágora es fatal para quien lo oye —dijo Hermione instantáneamente.
— Eso depende de la edad de la mandrágora-
aclaró Neville al ver las miradas asustadas de los niños de primero.- Vosotros
no trabajareis con mandrágoras adultas así que no hay ningún problema.- Los
niños le miraron agradecidos mientras sus familiares lo hacían orgullosos.
—Exacto.
Otros diez puntos —dijo la profesora Sprout—. Bueno, las mandrágoras que
tenemos aquí son todavía muy jóvenes.
— ¿Veis?- les preguntó Neville- No hay
peligro.
Mientras
hablaba, señalaba una fila de bandejas hondas, y todos se echaron hacia delante
para ver mejor. Un centenar de pequeñas plantas con sus hojas de color verde violáceo
crecían en fila. A Harry, que no tenía ni idea de lo que Hermione había querido
decir con lo de «el llanto de la mandrágora», le parecían completamente
vulgares.
Neville, Allie y a profesora Sprout
entrecerraron los ojos ofendidos.
— ¿Pero tu sabes cuanto vale una planta
de esas?- Draco estaba horrorizado- Su precio no es para nada vulgar.
—Poneos
unas orejeras cada uno —dijo la profesora Sprout.
Hubo
un forcejeo porque todos querían coger las únicas que no eran ni de peluche ni
de color rosa.
— Infantiles- murmuró Allie- Lo
importante son las plantas, no las orejeras.
—Cuando
os diga que os las pongáis, aseguraos de que vuestros oídos quedan
completamente tapados —dijo la profesora Sprout—.
— ¿No habías dicho que al ser jóvenes
su llanto no hacía nada?- le preguntó un Slytherin de primero a Neville con
desconfianza.
— No, lo que he dicho es que no es
mortal pero poneros bien las orejeras en la clase porque podéis quedaros
desmayados unas horas.- les aconsejó el chico.
— Señor Longbotton me va a quitar el
puesto.- le regañó en broma Sprout.
— No se lo quitó, ella se lo cedió.-
murmuró por lo bajo Molls con una sonrisa.
Cuando
os las podáis quitar, levantaré el pulgar. De acuerdo, poneos las orejeras.
Harry
se las puso rápidamente. Insonorizaban completamente los oídos. La profesora
Sprout se puso unas de color rosa, se remangó, cogió firmemente una de las plantas
y tiró de ella con fuerza. Harry dejó escapar un grito de sorpresa que nadie
pudo oír.
Los de primero se giraron hacia
Neville.
— No es una panta muy bonita por debajo
de la tierra.- les explicó él.
En
lugar de raíces, surgió de la tierra un niño recién nacido, pequeño, lleno de
barro y extremadamente feo. Las hojas le salían directamente de la cabeza.
Tenía la piel de un color verde claro con manchas, y se veía que estaba
llorando con toda la fuerza de sus pulmones.
Varios arrufaron la nariz con asco.
La
profesora Sprout cogió una maceta grande de debajo de la mesa, metió dentro la mandrágora
y la cubrió con una tierra abonada, negra y húmeda, hasta que sólo quedaron
visibles las hojas.
— Es importante taparla bien para que
su llanto no llegue a la superficie- siguió Neville con sus apuntes que algunos
niños estaban empezando a anotar.
La
profesora Sprout se sacudió las manos, levantó el pulgar y se quitó ella
también las orejeras.
—Como
nuestras mandrágoras son sólo plantones pequeños, sus llantos todavía no son
mortales —dijo ella con toda tranquilidad, como silo que acababa de hacer no
fuera más impresionante que regar una begonia—.
— Tal vez eso es difícil pero te
aseguro que regar una begonia no es tan fácil como parece, si le pones
demasiada agua el sol la pudre y demasiada poca hace que se muera de sed.- le
corrigió Petunia.
Sin
embargo, os dejarían inconscientes durante varias horas, y como estoy segura de
que ninguno de vosotros quiere perderse su primer día de clase,
— Yo me habría perdido gustoso mi
primera clase de DCAO.- la corrigió Ron.
aseguraos
de que os ponéis bien las orejeras para hacer el trabajo. Ya os avisaré cuando
sea hora de recoger.
»Cuatro
por bandeja. Hay suficientes macetas aquí. La tierra abonada está en aquellos
sacos. Y tened mucho cuidado con las Tentacula Venenosa, porque les
están saliendo los dientes.
Mientras
hablaba, dio un fuerte manotazo a una planta roja con espinas, haciéndole que
retirara los largos tentáculos que se habían acercado a su hombro muy
disimulada y lentamente.
Casi parecía que Dudley estuviese
babeando por lo atento que estaba en todas las descripciones del libro.
Harry,
Ron y Hermione compartieron su bandeja con un muchacho de Hufflepuff que Harry
conocía de vista, pero con quien no había hablado nunca.
—Justin
Finch-Fletchley —dijo alegremente,
Varios se giraron hacia el chico que
sonreía radiante.
dándole
la mano a Harry—. Claro que sé quién eres, el famoso Harry Potter.
Harry bufó un poco molesto.
Y
tú eres Hermione Granger, siempre la primera en todo. —Hermione sonrió al
estrecharle la mano—.
— Yo que tu me andaría con cuidado
hermanito- le recomendó Ginny con una sonrisa burlona ganándose un pisotón.
Y
Ron Weasley. ¿No era tuyo el coche volador?
Ron
no sonrió. Obviamente, todavía se acordaba del howler.
— Lo siento.- se disculpó el tejón.
— No te preocupes.- le dijo Ron con una
brillante sonrisa.
—Ese
Lockhart es famoso, ¿verdad?
— ¿Bromeas?- dijo Blaise con voz de
niña emocionada por ver a su fan.- Ganó cinco veces seguidas el premio de más
prestigio mágico.
— ¿La orden de Merlín?- le siguió el
juego Hermione con la misma voz.
— Más prestigioso.- fue el turno de Ron.
— ¿No me digas que ganó el de la
Sonrisa Más Encantadora otorgada por el corazón de la Bruja?- preguntó Draco
con una sonrisa.
— Tal y como lo oyes. O sea.- le
contestó Blaise.
Los cuatro se echaron a reír a
carcajadas para el regocijo del gran comedor.
— Espero que la tregua termine pronto-
dijo en voz baja Terry- Esos cuatro juntos dan miedo.
—dijo
contento Justin, cuando empezaban a llenar sus macetas con estiércol de
dragón—. ¡Qué tío más valiente!
Harry y Ron rompieron a reír a
carcajadas para la incredulidad del resto del gran comedor.
¿Habéis
leído sus libros?
— Realmente se le da muy bien escribir
relatos de ficción.- le apoyó Ron.
Yo
me habría muerto de miedo si un hombre lobo me hubiera acorralado en una cabina
de teléfonos, pero él se mantuvo sereno y ¡zas! Formidable.
— Tal vez podríamos comprobar lo
formidable que es.- dijo Sirius mirando a Remus con una sonrisa peligrosa.
— Ni se te ocurra.- rugieron a la vez
James y Remus medio enojados.
»Me
habían reservado plaza en Eton, pero estoy muy contento de haber venido aquí.
Naturalmente, mi madre estaba algo disgustada, pero desde que le hice leer los libros
de Lockhart, empezó a comprender lo útil que puede resultar tener en la familia
a un mago bien instruido...
— No si al final va a resultar que esos
libros tenían alguna utilidad.- comentó Blaise.
Después
ya no tuvieron muchas posibilidades de charlar. Se habían vuelto a poner las
orejeras y tenían que concentrarse en las mandrágoras. Para la profesora Sprout
había resultado muy fácil, pero en realidad no lo era.
— Nunca lo es- suspiraron varios con
tristeza fingida.
A
las mandrágoras no les gustaba salir de la tierra, pero tampoco parecía que
quisieran volver a ella.
— No saben que les va a pasar.- las
disculpó Sprout.
Se
retorcían, pataleaban, sacudían sus pequeños puños y rechinaban los dientes.
— ¿Pueden hacer todo eso?- preguntó
Dudley sorprendido- Pregunta estúpida, olvidadlo.- se corrigió cuando vio que
todos le miraban.
Harry
se pasó diez minutos largos intentando meter una algo más grande en la maceta.
Neville lo miró con incredulidad aunque
luego bajo la mirada arrepentido por su falta de educación.
Al
final de la clase, Harry, al igual que los demás, estaba empapado en sudor, le dolían
varias partes del cuerpo y estaba lleno de tierra.
— Como si volvieras de un entrenamiento
de Quidditch.- comentó Angelina.
Volvieron
al castillo para lavarse un poco, y los de Gryffindor marcharon corriendo a la
clase de Transformaciones.
— Daros prisa u os fusilaran.- les
comentó Sirius.
Las
clases de la profesora McGonagall eran siempre muy duras,
— Que va.- dijo James- Son fáciles e
divertidas.
pero
aquel primer día resultó especialmente difícil.
Ron gruñó al recordarlo.
Todo
lo que Harry había aprendido el año anterior parecía habérsele ido de la cabeza
durante el verano.
— Es comprensible ya que solo podías
estudiar entrada la noche.- dijo la profesora fulminando a Petunia con la
mirada.
Tenía
que convertir un escarabajo en un botón, pero lo único que conseguía era cansar
al escarabajo, porque cada vez que éste esquivaba la varita mágica, se le caía
del pupitre.
Varios rieron pero James y Sirius se
prometieron que enseñarían a Harry para que le fueran más fáciles las
transformaciones.
A
Ron aún le iba peor.
— Normal si tenía la varita rota.-
opinó Percy.
Había
recompuesto su varita con un poco de celo que le habían dado, pero parecía que
la reparación no había sido suficiente.
— ¡Claro que no!- dijo Minerva
escandalizada.
Crujía
y echaba chispas en los momentos más raros, y cada vez que Ron intentaba
transformar su escarabajo, quedaba envuelto en un espeso humo gris que olía a
huevos podridos. Incapaz de ver lo que hacía, aplastó el escarabajo con el codo
sin querer y tuvo que pedir otro. A la profesora McGonagall no le hizo mucha
gracia.
— Pobre Ron.- murmuró Bill con
compasión.
Harry
se sintió aliviado al oír la campana de la comida.
Los Weasley y Sirius suspiraron a la
vez.
Sentía
el cerebro como una esponja escurrida. Todos salieron ordenadamente de la clase
salvo él y Ron, que todavía estaba dando golpes furiosos en el pupitre con la
varita.
— Eso no hará que funcione mejor.-
aseveró su padre.
—
¡Chisme inútil, que no sirves para nada!
— Buena descripción.- comentaron los
gemelos Weasley.
—Pídeles
otra a tus padres —sugirió Harry cuando la varita produjo una descarga de disparos, como si fuera una traca.
— Gran idea.- dijo Molly.
— Si, realmente necesitabas una varita
nueva.- dijo Arthur.
— No creo que pudierais permitíroslo.-
dijo despectivamente Pansy.- ¿Me equivoco Draco?- preguntó buscando su ayuda.
— Estoy en tregua con Weasley y Granger
durante un libro Pansy.- le recordó el chico girando los ojos.- Hay disculpa,
¿Sabes lo que significa la palabra tregua? Tal vez es un concepto muy
complicado para ti.
— ¿Malfoy está defendiendo nuestra
familia?- Ron estaba incrédulo.
— Papá siempre cumple su palabra y se comprometió a estar en tregua con
vosotros.- le aclaró Scorp.- Además, lleva buscando una escusa para meterse con
Pansy desde que ella insultó a mamá.
—Ya,
y recibiré como respuesta otro howler —dijo Ron,
— Jamás te enviaría dos howlers
seguidos.- dijo Molly frunciendo el ceño- Se lo humillante que es recibir uno.
metiendo
en la bolsa la varita, que en aquel momento estaba silbando— que diga: «Es
culpa tuya que se te haya partido la varita.»
— Te dije que se lo tomaría en serio.-
le reprochó Bill preocupado.
Bajaron
a comer, pero el humor de Ron no mejoró cuando Hermione le enseñó el puñado de
botones que había conseguido en la clase de Transformaciones.
— Lo siento- se disculpó Hermione-
Actué como una sabelotodo ¿verdad?
— Claro que no- dijo rápidamente Ron-
Solo que yo soy demasiado envidioso.
—
¿Qué hay esta tarde? —dijo Harry, cambiando de tema rápidamente.
—Defensa
Contra las Artes Oscuras —dijo Hermione en el acto.
Esta se sonrojó al saber que venía
ahora.
—
¿Por qué —preguntó Ron, cogiéndole el horario— has rodeado todas las clases de
Lockhart con corazoncitos?
Varias personas miraron a Hermione con
incredulidad mientras ella se sonrojaba hasta las orejas.
— Ahora sabemos porque Weasley se mete
tanto con Lockhart.- comentó con crueldad Romilda.
— Está celoso.- le apoyó Cho.
— Vamos a dejar las cosas claras.- dijo
Ron enojado- Es cierto que tengo propensión por los celos pero los tengo de
gente que merece la pena, mis hermanos, Harry, incluso un poco de Vikky aun así
jamás me rebajaría a tener celos de un inútil así.- Varios miraron a Ron con
admiración.
— A parte de que Ron no tiene motivos
por estar celoso de Lockhart ya que ese inútil no será jamás ni la mitad de lo
que es Ron.- le apoyó una muy sonrojada Hermione mientras Ron adquiría tonos
granate.
Hermione
le quitó el horario. Se había puesto roja. Terminaron de comer y salieron al
patio. Estaba nublado.
— Que novedad.- se quejó una chica que
venía de una familia con residencia cerca del Mediterráneo. (NA o sea yo ahora
mismo en Inglaterra que suspiro por el sol).
Hermione
se sentó en un peldaño de piedra y volvió a hundir las narices en Viajes con
los vampiros.
— Que nunca hice.- prosiguió Blaise.
Harry
y Ron se pusieron a hablar de quidditch,
Hermione gruñó mientras Oliver y sus
hijos sonreían y Sirius y James asentían con la cabeza.
y
pasaron varios minutos antes de que Harry se diera cuenta de que alguien lo
vigilaba estrechamente.
— ¡Señor Potter!- le regañó Alastor-
VIGILANCIA PERMANENTE.
Al
levantar la vista, vio al muchacho pequeño de pelo castaño que la noche
anterior se había puesto el sombrero seleccionador.
— O sea que si era yo.- le dijo Colin a
su hermano.
Lo
miraba como paralizado.
Los que habían visto a las víctimas del
basilisco tuvieron un escalofrío.
Tenía
en las manos lo que parecía una cámara de fotos muggle normal y
corriente, y cuando Harry miró hacia él, se ruborizó en extremo.
— Colin- adivinaron todos los del gran
comedor con una sonrisa tierna.
—
¿Me dejas, Harry? Soy... soy Colin Creevey —dijo entrecortadamente,
— Lo sabemos- dijo Fred.
— Eres el fotógrafo oficial de Hogwarts
así como el principal acosador de Harry.- terminó George.
dando
un indeciso paso hacia delante—. Estoy en Gryffindor también. ¿Podría..., me
dejas... que te haga una foto? —dijo, levantando la cámara esperanzado.
— ¿Una?- preguntó Ron levantando una
ceja- Pues debía ser una panorámica de todo Hogwarts.
—
¿Una foto? —repitió Harry sin comprender.
— Como un dibujo pero con más parecido
a la realidad.- le aclaró Scorp burlón.
—
Sip, sin duda es tu hijo Malfoy.- dijo Harry algo ruborizado mientras
Draco y Scorp sonreían halagados.
—Con
ella podré demostrar que te he visto —dijo Colin Creevey con impaciencia,
— Muy propia de él- prosiguió su
hermano.
acercándose
un poco más, como si no se atreviera—. Lo sé todo sobre ti.
— Das miedo- comentó Demezla.
Todos
me lo han contado: cómo sobreviviste cuando Quien-tú-sabes intentó matarte y
cómo desapareció él, y toda esa historia, y que conservas en la frente la
cicatriz en forma de rayo (con los ojos recorrió la línea del pelo de Harry). Y
me ha dicho un compañero del dormitorio que si revelo el negativo en la poción
adecuada, la foto saldrá con movimiento. —Colin exhaló un soplido de emoción
— ¿Hijo de muggles?- preguntó Alice con
comprensión.
— Mi padre sí, mi madre es una squip.-
explicó Collin mientras Denis asentía.
y
continuó—: Esto es estupendo,
— Sí que lo es.- murmuró Dudley, su
madre fue la única que le oyó y sonrió para sus adentros.
¿verdad?
Yo no tenía ni idea de que las cosas raras que hacía eran magia, hasta que recibí
la carta de Hogwarts. Mi padre es lechero y tampoco podía creérselo. Así que me
dedico a tomar montones de fotos para enviárselas a casa.
Lily y Molly sonrieron con ternura.
Y
sería estupendo hacerte una. —Miró a Harry casi rogándole—. Tal vez tu amigo
querría sacárnosla para que pudiera salir yo a tu lado. ¿Y me la podrías firmar
luego?
— Eso ya es pasarse.- comentó Sirius
entre divertido e incrédulo.
—
¿Firmar fotos? ¿Te dedicas a firmar fotos, Potter?
— No- rugió este molesto.
En
todo el patio resonó la voz potente y cáustica de Draco Malfoy.
Scorp suspiro y sus amigos le sonrieron
con comprensión.
Se
había puesto detrás de Colin, flanqueado, como siempre en Hogwarts, por Crabbe
y Goyle, sus amigotes.
— No precisamente- comentó él en voz
baja.
—
¡Todo el mundo a la cola! —gritó Malfoy a la multitud—. ¡Harry Potter firma fotos!
— Supongo que tu serías el primero de
la cola ¿no Malfoy?- preguntó con sorna Dean.
—No
es verdad —dijo Harry de mal humor, apretando los puños—. ¡Cállate, Malfoy!
—Lo
que pasa es que le tienes envidia —dijo Colin, cuyo cuerpo entero no era más grueso
que el cuello de Crabbe.
— Es evidente que es un Gryffindor.-
dijo Minerva con orgullo haciendo sonrojar al pequeño muchacho.
—
¿Envidia? —dijo Malfoy,
— Ya sabes, eso que sientes cada vez
que ves las calificaciones de Hermione.- le aclaró Luna con inocencia.
—Mira Lunática…- empezó Draco pero
Ginny se levantó de golpe.
— Su nombre es Luna, hurón estúpido.-
rugió sacando la varita.
— Tú,- Al señalaba a Ginny- siéntate y
tú- su dedo se desplazó hacia Draco- Cállate.- para sorpresa de todos los dos
obedecieron.
que
ya no necesitaba seguir gritando, porque la mitad del patio lo escuchaba—. ¿De
qué?
— ¿Empiezo a hacer la lista?- preguntó
James con sorna.
A Ron y a Draco cada vez les costaba
más mantener la tregua.
¿De
tener una asquerosa cicatriz en la frente? No, gracias. ¿Desde cuándo uno es
más importante por tener la cabeza rajada por una cicatriz?
— Desde que esta cicatriz indica que
has vencido al mago tenebroso más poderoso de todos los tiempos.- contestó
Neville.
Crabbe
y Goyle se estaban riendo con una risita idiota.
— La única risa que se saben.- murmuró
Enrie.
—Échate
al retrete y tira de la cadena, Malfoy —dijo Ron con cara de malas pulgas.
— Así se habla hermanito.- se
carcajearon los gemelos haciendo ruborizar a Ron.
Crabbe
dejó de reír y empezó a restregarse de manera amenazadora los nudillos, que
eran del tamaño de castañas.
—Weasley,
ten cuidado —dijo Malfoy con un aire despectivo—. No te metas en problemas o
vendrá tu mamá y te sacará del colegio.
— No te permito que utilices mis frases
en contra de mi hijo.- le regañó Molly- No es educado ni gentil, discúlpate.-
le ordenó, varios la miraron incrédulos entre ellos Draco pero la mujer
incrementó su ceño. Draco solo inclinó la cabeza en dirección a Ron pero Molly
se dio por satisfecha.
—Luego
imitó un tono de voz chillón y amenazante—. «Si vuelves a hacer otra...»
Varios
alumnos de quinto curso de la casa de Slytherin que había por allí cerca rieron
la gracia a carcajadas.
—A
Weasley le gustaría que le firmaras una foto, Potter —sonrió Malfoy—.Pronto
valdrá más que la casa entera de su familia.
— Bueno, teniendo en cuenta que en subasta
una foto firmada de tu padre en su segundo año se puede vender por unos
cincuenta mil galeones creo que mi padre esta en lo cierto.- comentó Scorp
sacando a su padre de un apuro.
— ¿Me firmarías unas cuantas fotos?-
preguntó casi todo el mundo, Harry no respondió, estaba en shock.
Ron
sacó su varita reparada con celo, pero Hermione cerró Viajes con los
vampiros de un golpe y susurró:
—
¡Cuidado!
— Esta chica es igual a Lunático-
comentó James.
— Sí, el también se metía solo para
advertirnos que venía un profesor.- terminó Sirius,
—
¿Qué pasa aquí? ¿Qué es lo que pasa aquí? —Gilderoy Lockhart caminaba hacia ellos a grandes zancadas, y la túnica color
turquesa se le arremolinaba por detrás—. ¿Quién firma fotos?
— ¿Eso es lo único que se le ha quedado
de la situación?- Lily estaba incrédula mientras a su lado James boqueaba como
un pez fuera del agua.
— Es que su cerebro enregistraba solo
algunas palabras.- le explicó Ron con naturalidad.
Harry
quería hablar, pero Lockhart lo interrumpió pasándole un brazo por los hombros
— Suéltalo- le ordenó Sirius furioso.
y
diciéndole en voz alta y tono jovial:
—
¡No sé por qué lo he preguntado! ¡Volvemos a las andadas, Harry!
— Pero mira que es idiota el tío este.-
rugió Rose exasperada.
Sujeto
por Lockhart y muerto de vergüenza,
El Harry del
presente estaba sonrojado solo por el recuerdo.
Harry
vio que Malfoy se mezclaba sonriente con
la multitud.
—Vamos,
señor Creevey —dijo Lockhart, sonriendo a Colin—. Una foto de los dos será
mucho mejor. Y te la firmaremos los dos.
— ¿Y para que quiero yo una foto donde
sale semejante idiota?- gruñó Collin que ya odiaba al ex profesor por la
vergüenza que hizo pasar a su héroe.
Colin
buscó la cámara a tientas y sacó la foto al mismo tiempo que la campana señalaba el inicio de las clases de la tarde.
— Gracias a dios te libraste de él-
suspiro Frank.
— Que va,- dijo Harry- Teníamos DCAO.-
explicó ganándose algunas miradas de compasión.
—
¡Adentro todos, venga, por ahí! —gritó Lockhart a los alumnos, y se dirigió al
castillo llevando de los hombros a Harry, que hubiera deseado disponer de un
buen conjuro para desaparecer.
— No es posible en Hogwarts.- comentó
Hermione, los cerebritos se miraron con una sonrisa mal disimulada.
»Quisiera
darte un consejo, Harry —le dijo Lockhart paternalmente
James, Sirius y Remus cerraron los
dientes y apretaron los puños enfadadísimos.
— No te permito aconsejar a mi niño.-
Lily estaba tan furiosa como los merodeadores.
— Y paternalmente solo pueden hablarme
mi padre- James sonrió-, Sirius o, en todo caso, Remus.- rugió el muchacho
todavía enojado Sirius y Remus le miraron con gratitud.
al
entrar en el edificio por una puerta lateral—. Te he ayudado a pasar
desapercibido con el joven Creevey,
— Sí, definitivamente les has ayudado a
pasar “desapercibido”.- la voz de Blaise se tiñó de sarcasmo.
porque
si me fotografiaba también a mí, tus compañeros no pensarían que te querías dar
tanta importancia.
— Quien se quería dar importancia era
él.- Harry estaba exasperado completamente.
Sin
hacer caso a las protestas de Harry, Lockhart lo llevó por un pasillo lleno de estudiantes
que los miraban,
— Cosa que ayudo a que pasara
“desapercibido”.- afirmaron los gemelos Prewett.
y
luego subieron por una escalera.
—Déjame
que te diga que repartir fotos firmadas en este estadio de tu carrera puede que
no sea muy sensato. Para serte franco, Harry, parece un poco engreído.
— Habló el rey de la modestia.-
ironizaron los gemelos Weasley.
Bien
puede llegar el día en que necesites llevar un montón de fotos a mano
adondequiera que vayas, como me ocurre a mí,
— Ese tipo es vomitivo.- rugió Sus- ¿No
se cansa de hablar de si mismo? Y yo que creía que Sirius era engreído e
egocéntrico.
— Oye- se quejó el animago pero un beso
de su novia bastó para callarlo.
pero
—rió— no creo que hayas llegado ya a ese punto.
Habían
alcanzado el aula de Lockhart y éste dejó libre por fin a Harry, que se arregló
la túnica y buscó un asiento al final del aula, donde se parapetó detrás de los
siete libros de Lockhart, de forma que se evitaba la contemplación del Lockhart
de carne y hueso.
— Buena medida.- dijo Ron- Así te
ahorraras las arcadas.
El
resto de la clase entró en el aula ruidosamente, y Ron y Hermione se sentaron a
ambos lados de Harry.
— Como siempre- comentó Dean.
—Se
podía freír un huevo en tu cara —dijo Ron—.
— Conejo hablando de orejas.- gruñó
Harry.
— ¿Cómo dices?- preguntó Ron
confundido.- ¿Qué conejo?
— Quiero decir que un Weasley hablando
de sonrojos pues como que no puede criticar mucho- le contestó Harry.
Más
te vale que Creevey y Ginny no se conozcan, porque fundarían el club de fans de
Harry Potter.
El sonrojo de
los dos fue interpretado por todos como de vergüenza al comentario de Ron y
nadie vio la mirada cómplice que compartían y la risita que contenía Denis.
—Cállate
—le interrumpió Harry. Lo único que le faltaba es que a oídos de Lockhart
llegaran las palabras «club de fans de Harry Potter».
—Harry, Harry, Harry- empezó Blaise
imitando al profesor- Eso del club de fans de Harry Potter es algo que ahora no
toca, tal vez dentro de unos años tendrás uno, como el mío.
— Sí, ya se lo que estas pensando-
prosiguió Ron- “Es imposible que yo llegue a tener un millón de fans como tengo
yo” pero claro, no todos podemos tener mi sonrisa ganadora del premio a la
sonrisa más encantadora de la Bruja Indiscreta.
Cuando
todos estuvieron sentados, Lockhart se aclaró sonoramente la garganta y se hizo
el silencio. Se acercó a Neville Longbottom,
Alice y
Augusta se tensaron mientras Frank se acercó al libro.
cogió
el ejemplar de Recorridos con los trols y lo levantó para enseñar la
portada, con su propia fotografía que guiñaba un ojo.
Varias chicas soltaron una risita.
—Yo
—dijo, señalando la foto y guiñando el ojo él también— soy Gilderoy Lockhart,
Caballero de la Orden de Merlín, de tercera clase, Miembro Honorario de la Liga
para la Defensa Contra las Fuerzas Oscuras, y ganador en cinco ocasiones del Premio
a la Sonrisa más Encantadora, otorgado por la revista Corazón de bruja,
— Bonita forma de empezar la clase-
opinó Guideon.
— Para nada prepotente.- fue la opinión
de su hermano Fabian.
pero
no quiero hablar de eso.
— No, claro que no.- dijo Remus
molesto.
¡No
fue con mi sonrisa con lo que me libré de la banshee que presagiaba la
muerte!
— ¿En serio?- preguntó James con
sarcasmo.
— Yo creía que se había desmayado por
esa sonrisa.- comentó Sirius.
Esperó
que se rieran todos,
— Ingenuo.- se rió Draco.
pero
sólo hubo alguna sonrisa.
— Educada.- puntualizó Seamus.
—Veo
que todos habéis comprado mis obras completas;
— Que remedio.- dijo Hermione.
bien
hecho. He pensado que podíamos comenzar hoy con un pequeño cuestionario.
— Y yo que es mejor que no piense y que
siga sonriendo como el idiota que es.- dijo Ron enojado.
No
os preocupéis, sólo es para comprobar si los habéis leído bien, cuánto habéis
asimilado...
— No es mala idea.- murmuró Remus.
— No si las preguntas esta acordes con
el tema.- puntualizó Hermione.
Cuando
terminó de repartir los folios con el cuestionario, volvió a la cabecera de la clase
y dijo:
—Disponéis
de treinta minutos. Podéis comenzar... ¡ya!
Harry
miró el papel y leyó:
1.
¿Cuál es el color favorito de Gilderoy Lockhart?
— Lila.- suspiraron varias chicas.
— ¿Esa es una pregunta del
cuestionario?- Remus estaba incrédulo.
— No ves que son preguntas básicas
sobre DCAO.- ironizó Tonks.
2.
¿Cuál es la ambición secreta de Gilderoy Lockhart?
— Ganar fama con los logros de otros
sin mover un dedo.- contestó Ron ganándose miradas de odio.
3.
¿Cuál es, en tu opinión, el mayor logro hasta la fecha de Gilderoy Lockhart?
— Evidentemente ganar cinco veces el Premio a la Sonrisa más Encantadora, otorgado
por la revista Corazón de bruja.- contestó Blaise.
— Esa pregunta no tiene respuesta-
Snape estaba enojado- No una sola ya que la opinión de cada uno es diferente.
Así
seguía y seguía, a lo largo de tres páginas, hasta:
— ¿Tres páginas sobre ese idiota?-
comentó Sus.
— Mortal.- fue el comentario de Lee.
54.
¿Qué día es el cumpleaños de Gilderoy Lockhart, y cuál sería su regalo ideal?
— Pues no se una fecha pero el regalo
es fácil.- dijo Blaise.
— Un espejo o una foto suya firmada por
él.- explicó Ron.
Media
hora después, Lockhart recogió los folios y los hojeó delante de la clase.
— Odio cuando los profesores hacen
eso.- se quejó Ernie.
—Vaya,
vaya. Muy pocos recordáis que mi color favorito es el lila.
— Tal vez porqué no es una información
relevante.- rugió Minerva sacando fuego por los ojos.
Lo
digo en Un año con el Yeti.
— De peluche.- prosiguió Draco.
Y
algunos tenéis que volver a leer con mayor detenimiento Paseos con los
hombres lobo.
— Durante el día.- terminó Ron.
En
el capítulo doce afirmo con claridad que mi regalo de cumpleaños ideal sería la
armonía entre las comunidades mágica y no mágica.
— Nada tópico.- comentó Hermione.
¡Aunque
tampoco le haría ascos a una botella mágnum de whisky envejecido de Ogden!
— Será un imbécil pero tiene mal gusto por
el whisky.- fue el comentario de Sirius.
Volvió
a guiñarles un ojo pícaramente. Ron miraba a Lockhart con una expresión de
incredulidad en el rostro;
— Comprensible.- afirmó Arthur con la
misma cara que el libro afirmaba que el chico tenía.
Seamus
Finnigan y Dean Thomas, que se sentaban delante, se convulsionaban en una risa
silenciosa.
— Totalmente comprensible.- aseveró
Terry desde Ravenclaw.
Hermione,
por el contrario, escuchaba a Lockhart con embelesada atención
— Como con todos los profesores.- se
defendió ella.
y
dio un respingo cuando éste mencionó su nombre.
Varias chicas miraron a Hermione con
envidia.
—...
pero la señorita Hermione Granger sí conoce mi ambición secreta,
— Pues muy secreta no debía ser.-
comentó Lia.
que
es librar al mundo del mal y comercializar mi propia gama de productos para el
cuidado del cabello,
— Pues dedícate a eso y déjanos en
paz.- rugió Sprouth.
¡buena
chica! De hecho —dio la vuelta al papel—, ¡está perfecto!
— Que novedad.- Comentó Ron con sarcasmo haciendo sonrojar a
la chica.
¿Dónde
está la señorita Hermione Granger?
Hermione
alzó una mano temblorosa.
—
¡Excelente! —dijo Lockhart con una sonrisa—, ¡excelente! ¡Diez puntos para
Gryffindor!
Y en cuanto a...
De
debajo de la mesa sacó una jaula grande, cubierta por una funda, y la puso encima
de la mesa, para que todos la vieran.
—Ahora,
¡cuidado! Es mi misión dotaros de defensas contra las más horrendas criaturas
del mundo mágico.
— Pues no cumpliste tu misión.- rugió
Percy.
Puede
que en esta misma aula os tengáis que encarar a las cosas que más teméis.
— Yo creo que su fuerte era la
adivinación.- ironizó Blaise.
— Teniendo en cuenta que el siguiente
año nos enfrentamos con un impostorus tal vez tengas razón.- dijo Padma.
— Ya pero el profesor del año siguiente
era el mejor y no un inútil.- le contestó Ron haciendo que Remus sonriera
complacido.
Pero
sabed que no os ocurrirá nada malo mientras yo esté aquí.
— Mientras tú estés lejos querrás
decir.- comentó Molly enfadada.
Todo
lo que os pido es que conservéis la calma.
— Entonces aléjate de mi niño.- le
aconsejó Frank que tenía el ceño fruncido.
En
contra de lo que se había propuesto, Harry asomó la cabeza por detrás del montón
de libros para ver mejor la jaula. Lockhart puso una mano sobre la funda. Dean y
Seamus habían dejado de reír. Neville se encogía en su asiento de la primera
fila.
— Cuanta expectación por algo que
terminará siendo una chorrada.- murmuró por lo bajo Harry.
—Tengo
que pediros que no gritéis —dijo Lockhart en voz baja—. Podrían enfurecerse.
— ¿Quiénes?- Lily estaba empezando a
asustarse.
Cuando
toda la clase estaba con el corazón en un puño, Lockhart levantó la funda.
—Sí
—dijo con entonación teatral—, duendecillos de Cornualles recién cogidos.
La carcajada
que soltaron Sus y Sirius resonó en todo el comedor mientras que los demás
estaban callados y paralizados a causa de la incredulidad.
Seamus
Finnigan no pudo controlarse y soltó una carcajada que ni siquiera Lockhart pudo interpretar como un grito de
terror.
— Pues debía ser muy escandalosa.- fue
la opinión de los gemelos Weasley.
—
¿Sí? —Lockhart sonrió a Seamus.
—Bueno,
es que no son... muy peligrosos, ¿verdad? —se explicó Seamus con dificultad.
— Es una manera de decirlo con
cortesía.- comentó James con sorna.
— Bueno- Remus le cortó- Si sueltas un
par de decenas a una habitación sin ningún tipo de precaución y no sabes
pararlos pueden serlo.
— Nadie es tan idiota como para hacer
eso Lunático.- le rebatió Sirius, los de quinto intercambiaron una mirada
divertida.
—
¡No estés tan seguro! —dijo Lockhart, apuntando a Seamus con un dedo acusador—.
¡Pueden ser unos seres endemoniadamente engañosos!
— Cualquier mago de tercero hasta
arriba sabe ocuparse de ellos.- le corrigió Sus con desdén.
Los
duendecillos eran de color azul eléctrico y medían unos veinte centímetros de altura, con rostros afilados y voces tan
agudas y estridentes que era como oír a un montón de periquitos discutiendo.
Al oír esa frase todos los de la
tercera se alejaron de Rose.
— ¿Por qué os estáis alejando?- les
preguntó ella extrañada.
— Hemos recordado tu… predisposición
para invocar pájaros asesinos.- le contestó Allie haciéndola sonrojar.
En
el instante en que había levantado la funda, se habían puesto a parlotear y a
moverse como locos, golpeando los barrotes para meter ruido y haciendo muecas a
los que tenían más cerca.
—Está
bien —dijo Lockhart en voz alta—. ¡Veamos qué hacéis con ellos! —Y abrió la
jaula.
— Ok, me corrijó- dijo Sirius- Sí que
hay alguien suficientemente estúpido.
— Dios, ese tipo no podría ser más
imbécil ni hecho de encargo- Snape estaba exasperado.
— Eso pone en peligro a los alumnos-
rugió Minerva.
— Yo solté criaturas más peligrosas en
mis clases.- comentó Remus.
— Sí, yo también.- comentó Hagrid.
— Pero vosotros dos sois competentes.-
intervino Flitwich los dos sonreían satisfechos.
Se
armó un pandemónium.
— ¿Pande qué?- preguntó Cho.
— Un lío enorme. ¿Eso si lo entiendes?-
preguntó Hermione con sorna.
Los
duendecillos salieron disparados como cohetes en todas direcciones. Dos cogieron
a Neville por las orejas y lo alzaron en el aire.
— ¡Ay, dios!- exclamó Alice preocupada.
Algunos
salieron volando y atravesaron las ventanas, llenando de cristales rotos a los
de la fila de atrás.
— ¡Ese maldito incompetente!- el gritó
de Minerva se oyó por todo el comedor.
— Está poniendo en peligro a los
alumnos- Sprouth estaba muy preocupada.
— Jamás debí haberlo contratado.-
Dumbledore sacaba fuego por los ojos.
El
resto se dedicó a destruir la clase más rápidamente que un rinoceronte en estampida.
— Me encantan las comparaciones que
hace esté libro.- comentó Lee.- ¿A vosotros no gemelos?
— Mucho, mi querido amigo, mucho-
comentó George con una sonrisa maliciosa.
— Por cierto, ¿Sabes si aquí cerca hay
un zoo?- preguntó Fred con la misma sonrisa que su hermano.
— Os prohibido soltar rinocerontes en
cualquier lugar del castillo.- rugió Molly.
— Aguafiestas.- se quejaron los
gemelos.
Cogían
los tinteros y rociaban de tinta la clase, hacían trizas los libros y los folios,
rasgaban los carteles de las paredes, le daban vuelta a la papelera y cogían
bolsas y libros y los arrojaban por las ventanas rotas.
— Menudo caos.- comentó Scorp
sorprendido- Creo que voy a comentarle este capitulo a tu hermano.
— ¿Por qué?- Al estaba algo preocupado.
— O por nada,- le susurró Scorp- y se
lo diré después de hablarle del beso entre tu hermana y el estúpido Jones.
Al
cabo de unos minutos, la mitad de la clase se había refugiado debajo de los
pupitres
— Eso es sensatez- comentó Sprouth.
—
Sensatez sería no ir a las clases de ese inepto.- le corrigió Snape. Las
chicas miraban a sus profesores casi con odio.
y
Neville se balanceaba colgando de la lámpara del techo.
— Voy a matar a ese intento de hombre-
Augusta estaba sacando la varita mientras se dirigía hacia la puerta.
— Abuela, tranquila- le dijo el chico
con una afable sonrisa- Vamos, siéntate- La mujer lo hizo a regañadientes y los
que estaban cerca la oyeron murmurar lo que haría si ese tipo se acercaba por
lo que se alejaron un poco.
—Vamos
ya, rodeadlos, rodeadlos, sólo son duendecillos... —gritaba Lockhart.
— ¿No eran unas terribles criaturas que
les harían perder la calma?- preguntó Blaise alzando una ceja.
Se
remangó, blandió su varita mágica y gritó:
—
¡Peskipiski Pestenomi!
— ¡Eso no es un hechizo!- recalcó
innecesariamente el Ministro.
No
sirvió absolutamente de nada; uno de los duendecillos le arrebató la varita y
la tiró por la ventana.
Todos
rompieron a reír, Sirius hasta se cayó de la silla y Sus se limpiaba las lágrimas
de la risa mientras los gemelos, tanto Weasley como Prewett, empezaron una
ovación de aplausos y James empezó a gritar “buena esa duendecillo”.
Lockhart
tragó saliva y se escondió debajo de su mesa,
— Cobarde- exclamó Lee- Una cosa es que
los pequeños lo hagan pero un profesor da pena.
a
tiempo de evitar ser aplastado por Neville, que cayó al suelo un segundo más
tarde, al ceder la lámpara.
— ¡Nevs!- exclamó Alice preocupada.
— Estoy bien mamá- la calmó el chico.
Sonó
la campana y todos corrieron hacia la salida.
— Tan rápido como pudimos- puntualizó
Seamus.
En
la calma relativa que siguió, Lockhart se irguió, vio a Harry, Ron y Hermione
— Pobrecillos- comentó Dean.
y
les dijo:
—Bueno,
vosotros tres meteréis en la jaula los que quedan. —Salió y cerró la puerta.
— ¿Los que quedan?- exclamó incrédulo
Molly.
—
¿Habéis visto? —bramó Ron, cuando uno de los duendecillos que quedaban le mordió en la oreja haciéndole daño.
— Ay, mi niño- le dijo su madre
acariciando el pelo.
—Sólo
quiere que adquiramos experiencia práctica —dijo Hermione,
— ¡Hermione!- exclamaron James, Sirius,
Remus y Arthur a la vez.
inmovilizando
a dos duendecillos a la vez con un útil hechizo congelador y metiéndolos en la
jaula.
— Buena idea.- comentó Remus con una
sonrisa.
—
¿Experiencia práctica? —dijo Harry, intentando atrapar a uno que bailaba fuera de
su alcance sacando la lengua—. Hermione, él no tenía ni idea de lo que hacía.
— Completamente de acuerdo.- Afirmó Ron.
—
Mentira —dijo Hermione—. Ya has leído sus libros, fíjate en todas las cosas asombrosas
que ha hecho...
—Que
él dice que ha hecho —añadió Ron.
— Gran punto- afirmó Blaise.
— A cenar- dijo el director antes de
que las chicas le saltaran al cuello a Blaise.
POR FAVOR ACTUALIZA YA! De verdad teagradesco con el alma que estes escribiendo este fan-fic.No tenes la menor idea de como cambia mi dia y lo mucho que me hace reir. Gracias, gracias, gracias. Actualiza apenas puedas que tusfans se mueren por ello!
ResponderEliminarCon amor,
Vale Mellark.
De acuerdo Mellark,
Eliminaractualizaré lo más rápido que pueda. Me alegra hacerte reír y alegrarte los días.
Besos
Airuna.
Si pudiera poner ME GUSTA, lo haría :D
EliminarApoyandote siempre,
Vale Mellark.
Hola!!
ResponderEliminarme encanto el cap
me mate de risa con los comentarios q hacian jajaja
es el mejor fic q e leido!!
Actualiza Prontoo!!!
Hola, Alejandra
EliminarQue bien que hays reido aunque no exageres que me haces enrojecer hay muchos fics y dudo que este sea el mejor.
Intentaré actualizar rápido.
Un beso.
o porfis espero q no tadrde ucho el sig capi :)
ResponderEliminarme encanto :)
me rei con lo q decia Zabinni y Ron fue lo mejor de lo mejor :D esperare con ansias el sig capi :)
Tranquila Luna, no tardaré en subir el siguiente capitulo. Realmente Ron y Blaise son muy graciosos.
EliminarUn beso.
Hola me gusto muchísimo este capítulo no podía parar de reírme de las cosas que decían los chicos jaja, en verdad se lo tenía merecido porque a mi también me cae mal Gilderoy jaja espero ver cuando se enteren de lo que quiso hacer cuando supo lo de la desaparición de Ginny y lo que les quería hacer a Ron y Harry jaja el pobre si estuviera delante la que se armaría jaja y encima se desmemorizo a el mismo con su propio hechizo jaja, bueno espero que actualices tanto aquí como en fanfiction y que allí dentro de poco este los mismos capítulos que aquí, bueno un saludo y animo.
ResponderEliminarCreo que este es uno de los capitulos más graciosso del libro. Creo que no hay nadie al que le agrade Gilderoy despues de sus embustes y de que intentara abandonar a Ginny y desmemorizar a los chicos. Intentaré actualizar rápido.
EliminarUn beso.
Y te contesto lo de la otra vez que comente lo que quiero decir Airuna es ver desde la perspectiva de aquellos que fueron petrificados por el basilisco, porque en el caso de Hermione cuando fue atacada Harry no oyó la voz del basilisco, y si se podría saber que fue lo que hacían antes del ataco o lo que sintieron, vi que estas subiendo los capítulos a fanfiction y también aquí has actualizado, bueno eso es todo un saludo y animo.
EliminarMe han encantado todos los comentarios de Ron sobre Lockhart; aunque Blaise no se queda atras, es una pena que no sean amigos aunque quiza la tregua que han hecho para insultar a lockhart lo consiga.
ResponderEliminarLa critica que le hace Ginny a cho es genial, al igual que la aclaracionde de hermione sobre la palabra que no había entendido ¿como puede alguien como ella estar en ravenclaw?
Si, si, que lo visiten, que le den una buena leccion a ese patético intento de profesor.
Ha estado muy bien la forma que a empleado Draco para llamar estúpida a Pansy.
George descrive a Colin de un modo mun preciso.
ALbus debe dar verdadero mieso para que Ginny y Draco obedezcan
La gente piediendolé a Harry fotos firmadas...¿acaso no se dan cuenta que es más valiosa una sola foto que cientos?
hay algo que siempre he pensado de los libros de lockhart, y es que ni los pájaros los querrian para hacer sus nidos.
Cuando sirius dice "Nadie es tan estúpido como para hacer eso", parece que rea el propio lockhart el que le contracice cuando sigue la lectura del libro con "¡no estes tan seguro!"
Snape habla poco en este capítulo, pero sus comentarios son bastante acertados, el que más me ha gustado ha sido: "sensatez sería no ir a las clases de ese inepto"
Sería dibertido que los gemelos hicieran lo de el rinoceronte; pero sería mejor que encerraran a umbridge en el zoo con el animalito
Hola limfo,
EliminarPrimero dejame disculparme por tardar tanto en contestarte pero he estado de vacaciones sin wiffi así que no podía escribirte.
Ojalá Blaise y Ron se vuelvan amigos esos dos juntos amenazan con ser casi tan divertidos como los magnificos gemelos Weasley.
Sobre Lorkchart y Cho... que voy a decirte, hasta la naturaleza puede cometer errores y ellos lo son. La selección de Cho a Ravenclaw debería ser investigado por los inexplicables en el ministerio.
Tienees razón sobre lo de las fotos Limfocito me parece que en Hogwarts deberían hacer un par de clases de economía haber si les explican una cosita llamada la ley de la oferta y la demanda.
¡Pobres pájaros! Que ya se sabe que todo se pega menos la hermosura y no queremos que crean que son peces y se tiren al lago por culpa de la estupidez de Lorckhart.
Sobre lo de que el comentario de Sirius lo contradece Lorckhart del libro no me había dado cuenta hasta que lo mencionaste,la verdad es que es una coincidencia muy divertida.
La acidez de Snape siempre me ha encantado, es mordaz, frío y divertido así que me cuesta poner comentarios suyos ya que no quiero estropear ese personaje. Por eso me alegra que te hayan gustado los que ha hecho.
Eres una genio, Umbridge estaríam muy bien en el zoo aunque no se si en vez de con los rinocerontes deberíamos ponerla en la zona de los reptiles con un cartel que pusiera "Sapus Ministerius, puede encontrarse en Hogwarts maltratando a alumnos o en el ministerio babeando por Fudge, precaución es muy peligroso" Claro que si algun empleado colase un león, rinoceronte, pitón Y/o cualquier otro animal peligroso en su vitrina no podría ser culpado, es más, se merecería un ascenso.
Besos
Me alegra hacerte reír. Sip, tal vez tengo un poco de mala leche supongo que se ha notado algo que no soporto la incompetencia si además va acompañada de pedantería.
ResponderEliminarUn beso.
Esta genial!! =D
ResponderEliminarQue risa con Ron y Blaise XD. Si que se burlaron de Lockhart. Se lo merece por idiota. No me esperaba que Blase también fuera a burlarse del tipo pero esta bien que le hayas dado mucha más participación que la que tiene en la saga. En tus manos es un personaje genial y es uno de los que le pone mucho humor (y risas) a la situación XD.
Y bien hecho Ginny!. Es hora de que alguien ponga a Cho en su lugar
Te felicito por este capitulo tan genial =D. Ojala puedas actualizar pronto :)
Gracias Pascua,
EliminarMe alegra que te hayas reido con Ron y Blaise. Todos los fics que he leido donde sale Blaise, la mayoría Dramiones que, aunque no me suelen gustar hay un par (los chicos de al lado y muglelimpiadas) que me veo obligada a recomendar. este es divertido, mujeriego y algo infantil así que se ha convertido en uno de mis personages preferidos.
Me alegra que te haya gustado el capitulo así que me sabe mal defraudarte pero vuelvo a irme de vacaciones y no creo que pueda escribir pronto :( los siento.
Besos
Me guta mucho como desarrollas la historia. Es genial.
ResponderEliminarPorfavor sigue escribiendo
Anonim@
Me alegra que te guste mi historia y voy a seguir escribiendo como mínimo hasta que termine este libro.
EliminarUn beso, gracias por comentar.
Hola
ResponderEliminarte llevo leyendo desde potterfics pero no soy muy dada a comentar sin embargo este capítulo es fabuloso!
Me han encantado los comentarios de Ron y Blaise y también como ha puesto en su lugar Ginny a Cho y después Hermione.¡Ha sido increíble!
Hay algo que me ha llamado la atención: cuando Scorpius dice a Albus que le va a decir a James el pandemónium que se formó en la clase justo después de informarle sobre el beso de Lily (supongo que será ella) y el estúpido Jones. ¿Este fic es un Lily y Scorpius o no?
me encantaría que lo fuese, es una de mis pareas favoritas
espero que actualices pronto.
Besos
Hola,
EliminarMe alegra que te hayas animado a comentar y que te guste este capitulo que de hecho es uno de mis preferidos.
Ron y Blaise juntos son imparables y Cho pedía a gritos que la pusieran en su lugar.
Sí, este fic será, en algun momento, un Scorly aunque aun falta que bastante para que llegue Lily, sinceramente también es una de mis parejas preferidas.
Besos para ti también.
No podia parar de reír cuando lei lo que dijeron Blaise y Ron sobre lo del club de fans de harry potter. LOL
ResponderEliminarlos comentarios de Ron, Blaise, Hermione y Draco sobre el profesor lockhart
EL mejor capitulo sin duda!!!
No paraba de reir. Simplemente adoro tu historia.
:D
Hola, Katya
EliminarRealmente creo que este es el mejor capitulo que he escrito, como mínimo el más divertido, y me alegra que te hiciera reír.
Un beso.
Hoooola, soy Azu. Aunque seguro que con todos los comentarios que tienes no echas de menos el mío jajaja.
ResponderEliminarBien, primero, Nur, te aviso que leí el cap en cuanto lo subiste, pero no ne podido comentar hasta ahora, porque estoy en la playa y tengo wifi nulo ¬¬
Me ha encantado el capi, y lo sabes. Sí, tú lo sabes, porque siempre me encanta. ¡ACTUALIZA!, ejemp, ejemp. Me tranquilizo jeje.
He adorado los comentarios esos afilados de Draco, Ron, Hermione y Blaise. Soy asombrosamente sarcástica , y eso me encanta.
Por otra parte, ¡tienes que poner algo de parejas!, las he echado muy de menos en este cap..., pero bueno, ¡puedo esperar!, vale la pena. ^.^
Y como se me va la señal, voy a terminar ya. ¡Actualiza pronto guapa!
Millones de besos, Azu :) xx
¡Hola Azu!
EliminarPrimero dejar muy claro que claro que se te echaba de menos.
Te entiendo, yo también he estado en la playa (concretamente en Menorca) y si conseguía ver mi correo es que estaba de suerte así que he tardado un montón en contestar.
¿Te gusta el sarcasmo? Eres de las mías entonces. TE recomiendo a la actriz inglesa MAggie Smith, la que hace de McGonagall, esa mujer es asombrosamente ingeniosa.
Cuanta razón, estaba tan ocupada con los comentarios contra Lorckhart que me he olvidado de mi dosis diaria de azucar. Núria mala, Núria mala (me estoy golpeando la cabeza a lo Dobby).
Millones de besos para ti también Azu.
PD ¿Sabes que eres la única persona que me llama Nur? Me gusta, es bastante mejor que Nuri (me estremezco)
Jajaja, muchas gracias ^.^, me alegro de eso.
EliminarSí, adoro el sarcasmo, me encanta hablar con el. Ya, Maggie Smith es una actriz de las mejores, yo la idolatro, casi tanto como a Ed Sheeran o Bruno Mars. O One Direction. De todas formas, ya dejo de lado mis gustos musicales.
Jaja, no te preocupes!!, el caso es que vayan más visitantes, y que, bueno, haya más de las parejas. ¿Te he dicho alguna vez que adoro tu fic?, jo creo que si...
Te iba a contestar ayer por la noche, cuando conseguí un poco de conexión, pero, ¡justo empezó Pulseras Rojas!, y lo demás es historia *-*, adoro esa serie.
¡Un billón de besos y abrazos!
PD: ya, a mi muchas veces me llaman Cena... que horror, o Azul. Y me alegro de que te guste ^.^.
Acabar aquest magnífic capítol i veure que només en queda un més és trist... molt trist. Pensar que ja no podré despertar-me amb ganes de llegir tres capítols seguits... oooix! O sigui que ara sí que sí que t'has de posar a escriure com una màquina, que així tindré cada matí nous capítols!
ResponderEliminarUna sincera felicitació per la feina feta, i ànims per la que queda!
Fins aviat!