—Ahora no,
Arthur —le interrumpió la señora Weasley—. Los polvos flu son mucho más
rápidos, pero la verdad es que si no los has usado nunca...
—Lo hará bien,
mamá —dijo Fred—. Harry, primero míranos a nosotros.
— Tomar de ejemplo a Fred y George jamás sale bien- dijo Percy
negando con la cabeza.
Cogió de la
maceta un pellizco de aquellos polvos brillantes, se acercó al fuego y los
arrojó a las llamas. Produciendo un estruendo atronador, las llamas se
volvieron de color verde esmeralda
James y Snape sonrieron
imperceptiblemente y miraron los ojos de Lily.
y se hicieron
más altas que Fred. Éste se metió en la chimenea, gritando: «¡Al callejón
Diagon!», y desapareció.
—Tienes que
pronunciarlo claramente, cielo —dijo a Harry la señora Weasley, mientras George
introducía la mano en la maceta—, y ten cuidado de salir por la chimenea
correcta.
— ¿Qué?
—preguntó Harry nervioso,
—Tranquilo papá- dijo cariñosamente Al.
— Es muy fácil- apoyó James a su nieto con una sonrisa alentadora
a Harry.
al tiempo que
la hoguera volvía a tronar y se tragaba a George.
— Ojalá- murmuró Snape.
—Bueno, ya
sabes, hay una cantidad tremenda de chimeneas de magos entre las que escoger,
pero con tal de que pronuncies claro...
— Le estás asustando- medio regañó Molls a su abuela bajo la
mirada incrédula de todos.
—Lo hará bien,
Molly, no te apures —le dijo el señor Weasley, sirviéndose también polvos flu.
—Pero, querido,
si Harry se perdiera, ¿cómo se lo íbamos a explicar a sus tíos?
— Dudo que nos hubiese importado- murmuró avergonzada Petunia.
— Cierto- gruñó Lily enfadada- Pero a mi sí- abrazó a su hijo
cariñosamente y él le devolvió el abrazo con una sonrisa.
—A ellos les
daría igual —la tranquilizó Harry—. Si yo me perdiera aspirado por una
chimenea, a Dudley le parecería una broma estupenda,
— La verdad es que lo sería- murmuró pensativo James al ver como
todos le miraban se corrigió- Sobre algún Slytherin- añadió con una sonrisa
ladeada. Scorp se aclaró ruidosamente la garganta- No es personal- le dijo
James.
— Tampoco esto- contestó y James cambió a los colores verde y plata
completamente.- Antes de hablar de las serpientes deberías conocernos.- le
aconsejó.
— Lily,- se quejó James- Dile al mejor amigo de tu nieto que me
saque esos horrendos colores de la ropa.
— Pero si te quedan bien- dijo su esposa y James sonrió arrogantemente.
— A mi todo me queda bien- dijo con orgullo mientras su esposa
giraba los ojos.
— El hechizo se desvanecerá en unos minutos- explicó Al.
— Y no pierdas el tiempo buscando el contra-hechizo- le aconsejó
Allie.
— No lo encontrarás- terminó Rose.
— Cada vez me caen mejor- comentó Draco.
— A mi también- anunciaron Blaise, Theo y para sorpresa de algunos
los gemelos Weasley.- Pero es la única vez que estamos de acuerdo con una
serp…- intentaron continuar pero vieron que Scorp los miraba con una sonrisa y
jugando con la varita entre sus dedos así que callaron.
así que no se
preocupe por eso.
—Bueno, está
bien..., ve después de Arthur —dijo la señora Weasley—. Y cuando entres en el
fuego, di adónde vas.
—Y mantén los
codos pegados al cuerpo —le aconsejó Ron.
—Y los ojos
cerrados —le dijo la señora Weasley—. El hollín...
—Y no te muevas
—añadió Ron—. O podrías salir en una chimenea equivocada...
—Pero no te
asustes y vayas a salir demasiado pronto. Espera a ver a Fred y George.
— ¿No creéis que le estáis asustando con tantos consejos?-
preguntó Luna abriendo mucho los ojos.
Haciendo un
considerable esfuerzo para acordarse de todas estas cosas, Harry cogió un
pellizco de polvos flu y se acercó al fuego. Respiró hondo, arrojó los
polvos a lasllamas y dio unos pasos hacia delante. El fuego se percibía como
una brisa cálida. Abrió la boca y un montón de ceniza caliente se le metió en
la boca.
—Ca-ca-llejón
Diagon —dijo tosiendo.
— Eso no me da muy buena pinta- comentó Scorp.
— Nop- aseguró Al- La chimenea no sabrá dónde llevarlo.
— Es cierto- aseguró Allie- Yo no me acordaba de como se llamaba y
dije Callejón Dragón mis padres me encontraron en Rumania dónde gracias a
Merlín Tío Charlie me encontró.- Hannah y Neville miraban a su hija con
preocupación y al segundo de los Weasley con agradecimiento.
— Pobrecilla- murmuró Augusta y Alice le acarició el pelo.
— ¡Que va!- exclamó la Hufflepuff- Si me lo pasé muy bien viendo
dragones y cuidando a crías.
— Sí pero Nevs debía estar muy preocupado- la regañó suavemente
Frank.
— Cierto- dijo la chica- Lo siento papi.
— No te preocupes cielo- contestó el chico con una sonrisa muy
abierta.
Le pareció que
lo succionaban por el agujero de un enchufe gigante y que estaba girando a gran
velocidad... El bramido era ensordecedor... Harry intentaba mantener los ojos
abiertos,
— Error- dijeron a la vez todos los sangre-pura.
Pero el
remolino de llamas verdes lo mareaba... Algo duro lo golpeó en el codo,
— Tal vez te hayas desviado- comentó preocupada Lily.
así que él se
lo sujetó contra el cuerpo, sin dejar de dar vueltas y vueltas... Luego fue
como si unas manos frías le pegaran bofetadas en la cara. A través de las
gafas, con los ojos entornados, vio una borrosa sucesión de chimeneas y
vislumbró imágenes de las salas que había al otro lado...
— Eso es de mala educación- le regañó Sirius.- Estoy tan
orgulloso- completó secándose una falsa lágrima.- Espero que vieras algo
interesante- terminó levantando picaramente una ceja.
— Na... nada- dijo un muy ruborizado Harry.
Los emparedados
de beicon se le revolvían en el estómago. Cerró los ojos de nuevo deseando que
aquello cesara, y entonces... cayó de bruces sobre una fría piedra y las gafas
se le rompieron.
— Otra vez- murmuró Hermione molesta.
Mareado, magullado
y cubierto de hollín, se puso de pie con cuidado y se quitó las gafas rotas.
Estaba completamente solo, pero no tenía ni idea de dónde. Lo único que sabía
es que estaba en la chimenea de piedra de lo que parecía ser la tienda de un
mago,
— Con un poco de suerte estarás en alguna tienda apartada del
Callejón Diagon- dijo esperanzada Lia.
apenas
iluminada, pero no era probable que lo que vendían en ella se encontrara en la lista
de Hogwarts.
Los adultos fruncieron el ceño
preocupados.
En un estante
de cristal cercano había una mano cortada puesta sobre un cojín, una baraja de
cartas manchada de sangre y un ojo de cristal que miraba fijamente.
Algunos miraban demasiado fijamente a
Alastor pero cuando él dirigió su ojo mágico hacia ellos apartaron la mirada.
Unas máscaras
de aspecto diabólico lanzaban miradas malévolas desde lo alto. Sobre el mostrador
había una gran variedad de huesos humanos y del techo colgaban unos instrumentos
herrumbrosos, llenos de pinchos.
Theo tuvo un escalofrío que no pasó
desapercibido por sus amigos que le sonrieron para tranquilizarlo ni para
Daphne que le miró con preocupación y extrañeza ni por Scorp y Al que le
miraron con miedo y compasión.
Y; lo que era
peor, el oscuro callejón que Harry podía ver a través de la polvorienta luna
del escaparate no podía ser el callejón Diagon.
— El callejón Knockturn-
murmuró Remus.
— Entonces la tienda en al que está es Borgin y Burkes- murmuró
Tonks.
— Ese Borgin debería estar entre rejas- gruñó Ojo-Loco.
— Siempre logra saber cuando haremos una redada y esconder lo más
oscuro- dijo Kngsley frustrado.
Cuanto antes
saliera de allí, mejor. Con la nariz aún dolorida por el topetazo, Harry se fue
rápida y sigilosamente hacia la puerta, pero antes de que hubiera salvado la mitad
de la distancia, aparecieron al otro lado del escaparate dos personas,
En ese momento Draco tuvo una corazonada
y palideció. No dice que día fue, intentó tranquilizarse ¿Qué
probabilidad hay de que seamos papá y yo?
y una de ellas
era la última a la que Harry habría querido encontrarse en su situación:
perdido, cubierto de hollín y con las gafas rotas.
— ¿Ginny?- preguntó Hermione con una sonrisa burlona y Harry se
atragantó con su lengua.
— ¿Cómo…- empezó mirando a Ron, que no les había oído, con miedo-
¿Por qué dices Ginny?
— No sé- comentó la chica con una sonrisa burlona- Solo se me
ocurrió su nombre. No querrías que nadie te encontrara así, pude haber dicho
cualquier nombre.
—Claro que sí- murmuraron con sarcasmo Al y Rose para que los oyeran
solo los del futuro.
Era Draco
Malfoy.
Todos se giraron hacia el aludido que
estaba pálido, la mayoría burlones pero algunos (los profesores, Blaise, Theo,
Astoria y Scorpius) con preocupación.
Harry repasó apresuradamente con los ojos lo que había en
la tienda y encontró a su izquierda un gran armario negro, se metió en él
—
¡Harry!- exclamó un horrorizado Remus.- Sabes que esa tienda no es de fiar ¿y
si el armario estuviese maldito?
— Lo
siento profesor- dijo Harry- Fue inconsciente de mi parte.
—
Exacto- gruñó Lily- Fue algo digno de James y el pasaba dos de cada tres días
en la enfermería.
— No
exageres- dijo James algo molesto.
— No
exagera- gruñó la señora Pomfrey- Es usted la persona que más ha venido a verme
durante su estancia en Hogwarts- James se ruborizó pero esbozó una sonrisa
altanera.
y cerró las
puertas, dejando una pequeña rendija para echar un vistazo.
—
Cotilla- gruñó Draco enfadado mientras varios reprimían la risa.
Unos segundos
más tarde sonó un timbre y Malfoy entró en la tienda.
—
Señor Malfoy- gruñó Minie- ¿Se puede saber que hacía usted en esa tienda?
—
Pasear- le espeteó de malos modos el chico.
—
Señor Mal…- empezó la profesora enfadada acompañada de un par de ladridos de
Castigo.
— Tal
vez deberíamos esperar a que el libro nos lo diga- le dijo Snape protegiendo a
su alumno preferido.
El hombre que
iba detrás de él no podía ser sino su padre.
Scorp y Al compusieron una mueca de
desagrado que no pasó desapercibida para nadie, sobretodo por el hecho de que los
dientes de Scorp chirriaban al chocar los unos con los otros.
Tenía la misma
cara pálida y puntiaguda, y los mismos ojos de un frío color gris.
— El
atractivo Malfoy va en los genes- dijeron a la vez y con la misa sonrisa
arrogante Draco y Scorp, Astoria giró los ojos.
El señor Malfoy
cruzó la tienda, mirando vagamente los artículos expuestos, y pulsó un timbre
que había en el mostrador antes de volverse a su hijo y decirle:
—No toques
nada, Draco.
—
Buen consejo- dijo Snape algo más relajado.- El mío es que no entréis en esa
tienda, la mitad de artículos que venden son mortales.
—
Todos…- interrumpió en un murmullo Alastor mientras su ojo recorría la cara de
todos los presentes- Todos los malditos artículos de esa horrible tienda son
mortales. Es más, cuatro quintas partes de los artículos que venden en ese
callejón son mortales y los otros peligrosos. Si vais allí no toquéis nada y
sobretodo VIGILÁNCIA PERMANENTE- gritó sobresaltando a todos sus alumnos.-
Tened en cuenta que para que sean mortales o, en su defecto, peligrosos alguien
los ha tenido que maldecir y esa clase de gente es la que frecuenta ese maldito
callejón.
— No
se tú- murmuró Fred- Pero a mi se me han pasado las ganas de ir allí.- El ojo
mágico se puso en él y Alastor sonrió satisfactoriamente.
— A
mi también hermano, a mi también- le respondió George mientras todo el mundo
asentí con la cabeza.
Malfoy, que
estaba mirando el ojo de cristal, le dijo:
—Creía que me
ibas a comprar un regalo.
— ¿En
serio quieres algo de allí?- preguntó Astoria horrorizada.
—
Claro que no- respondió demasiado rápidamente Draco.
—
Creo que será mi hermana la que tendrá que elegir la decoración de su futura
casa- comentó con sorna Daphne haciendo sonrojar a los dos muchachos.
—Te dije que te
compraría una escoba de carreras —le dijo su padre,
Los ojos de los gemelos Wood y de sus
padres se iluminaron junto con los de la mayoría de jugadores de Quidditch, la
mayoría porqué los demás miraban al hurón con envidia. Por un momento Draco
sacó pecho dispuesto a darse aires pero
al ver la mueca de desagrado de Astoria se deshinchó.
— No
están casados y ya lo controla- murmuró Theo con diversión.
— No-
le contradijo Daphne- de momento lo influye pero conociendo a mi hermanita no
tardará mucho en tenerlo comiendo de su mano.- los dos rompieron a reír.
tamborileando
con los dedos en el mostrador.
— ¿Y para qué
la quiero si no estoy en el equipo de la casa? —preguntó Malfoy,
—Para
volar- dijo Luna con toda la lógica del mundo.
enfurruñado—.
Harry Potter tenía el año pasado una Nimbus 2.000. Y obtuvo un permiso especial
de Dumbledore para poder jugar en el equipo de Gryffindor.
— ¿Me
huele a celos?- dijo Ron.
—
¡Papá!- se quejó Rose.
—
Creía que el que tenía celos de Cara rajada eras tú Comadreja- comentó Draco.
—
¡Papá!- fue el turno de Scorp de avergonzarse.
—
Veinte puntos menos para Gryffindor y para Slytherin- rugió la profesora
McGonagall- Avergonzar así a vuestros hijos, debería daros vergüenza.- Castigos
gruñó y muchos podrían jurar que asintió con la cabeza.
Ni siquiera es
muy bueno, sólo porque es famoso... Famoso por tener esa ridícula cicatriz en
la frente...
—
Porqué, evidentemente, el hecho de que hiciera desaparecer al Innombrable no
tiene nada que ver- añadió Ginny con la voz cargada de sarcasmo.
Malfoy se
inclinó para examinar un estante lleno de calaveras.
—A todos les
parece que Potter es muy inteligente sólo porque tiene esa maravillosa cicatriz
en la frente y una escoba mágica...
—Me lo has
dicho ya una docena de veces por lo menos —repuso su padre dirigiéndole una
mirada fulminante—, y te quiero recordar que sería mucho más... prudente dar la impresión de que tú también
lo admiras,
—
Al menos en algo no le hacía caso- murmuró Scorp con satisfacción, lo decía
para que lo oyera solo Al pero para su sorpresa lo escucho todo el mundo.
— Es
que me sería más fácil dar la impresión que soy un trol- contestó su padre
mirando mal a Harry.
—
Ah,- dijo Ron con una sonrisa burlona- ¿Es que no lo eres?
— No
lo es- le defendió Astoria.
— Vaya
Malfoy por lo visto tu novia te defiende- comentó Harry con burla pero Draco
sonrió sinceramente, aunque trató de esconderlo.
—
Creo que ya es suficiente- dijo una muy enfadada Molls- ¿No os dais cuenta que
mis primos lo están pasando fatal por culpa vuestra? ¿Tío Ron, Tío Harry, que
os parecería que ahora los abuelitos y el matrimonio Potter empezaran a
discutir? Creo que deberíais pensar un poco más en los demás y no solo en
vosotros panda de egoístas. Y Astoria creía que eras más madura.
— No
es por nada Percy- dijo Bill- Pero tu hija asusta.
— ¡A
callar!- le gritó la muchacha enfadada.
— Sí
señora- dijo sin rastro de burla Bill mientras se acercaba a su novia y miraba
a su sobrina con miedo.
porque en la
clase todos lo ven como el héroe que hizo desaparecer al Señor Tenebroso...
¡Ah, señor Borgin!
Tras el
mostrador había aparecido un hombre encorvado, alisándose el grasiento cabello.
Sirius y James miraron sin ningún
disimulo al profesor de pociones mientras reían a carcajadas.
— ¡Señor Malfoy,
qué placer verle de nuevo! —respondió el señor Borgin
— De
nuevo- repitió Alastor con una sonrisa de depredador.
— Eso
significa que ha adquirido o vendido productos ilegales- comentó a su lado
Kingsley.
—
Podríamos hacer una redada pero siempre nos encontramos con que no sabemos
donde guarda las cosas- añadió Tonks pensando. Harry y Ron intercambiaron una
mirada.
con una voz tan
pegajosa como su cabello—.
Parvati y Lavander compusieron idénticas
miradas de asco.
¡Qué honor...!
Y ha venido también el señor Malfoy hijo. Encantado. ¿En qué puedo servirles?
Precisamente hoy puedo enseñarles, y a un precio muy razonable...
—Hoy no vengo a
comprar, señor Borgin, sino a vender —dijo el padre de Malfoy.
—
Interesante- comentó Ojo Loco con sonrisa de cazador.
— ¿A vender?
—La sonrisa desapareció gradualmente de la cara del señor Borgin.
—
Alguien se ha llevado un chasco- comentó Blaise divertido.
—Usted habrá
oído, por supuesto, que el ministro está preparando más redadas
—empezó el
padre de Malfoy,
—
¿Cómo sabe eso?- preguntó Arthur enfadadísimo mientras Fudge se encogía en su
asiento cosa que Alastor notó.
—
¿Algo que compartir señor Ministro?- ladró el ex auror.
— No
tengo que dar explicaciones a nadie- contestó altivamente el Ministro.
— Eso
depende de lo que haya hecho- contestó Alastor enfadado.
—
Lucius es un viejo amigo muy generoso con el Ministerio- se defendió Fudge- Y
si pide un pequeño favor no veo porqué no dárselo.
—
¡¿Se está dejando sobornar por un mortífago?!- el pelo de Tonks pasó a ser
granate y rizado mientras que sus ojos se volvían negros como el carbón- ¿Esta
usted loco o que?
—
Evidentemente sí- Remus estaba frustrado y negaba con la cabeza.- Sabía que era
un inepto pero que esté dispuesto a llegar hasta este extremo…
— ¡Yo
no soy un inepto!- se defendió el Ministro.
—
¿Solo un corrupto?- preguntó Percy enojado de verdad.
—
Calmémonos todos- la voz grave de
Kingsley se escucho por el gran comedor sin problemas.
—
Gracias Kingsley al menos hay alguien que me comprende- dijo Fudge más calmado.
— No,
no lo hago, es más, voy a conseguir que dimitás- explicó el auror- Pero no
podemos salir de aquí así que no veo el motivo por el que debamos preocuparnos
ahora. Por favor, prosigue con la lectura.
sacando un
pergamino del bolsillo interior de la chaqueta y desenrollándolo para que el
señor Borgin lo leyera—. Tengo en casa algunos... artículos que podrían ponerme
en un aprieto, si el Ministerio fuera a llamar a...
— Esa
fría y lúgubre mansión a la que llamas casa- completó a media voz Hagrid.
El señor Borgin
se caló unas gafas y examinó la lista.
—Pero me
imagino que el Ministerio no se atreverá a molestarle, señor.
— Te
sorprendería lo que nos atrevimos a hacer sabandija- rugió Arthur enfadada.
—
¡Arthur!- le regañó Molly- Que tengas razón no justifica el hecho de que tengas
que meterte con alguien.- Su marido, pero, no la pudo oír por culpa de las
felicitaciones que estaba recibiendo de sus hijos.
El padre de
Malfoy frunció los labios.
—Aún no me han
visitado. El apellido Malfoy todavía inspira un poco de respeto,
—
¿Respeto o miedo a que los maldigan?- preguntó Sirius con asco.
— Malfoy también es mi apellido- comentó Scorp.
— Y
él no maldice a nadie que no se lo merezca- apoyó Al.
— Y cuando
lo hace lo que produce no es miedo- comentó Allie.
—
Sino pavor- terminó Rose.
—
Dais miedo- comentaron los gemelos Wood y todo el gran comedor asintió con
ellos.
pero el
Ministerio cada vez se entromete más. Incluso corren rumores sobre una nueva Ley
de defensa de los muggles... Sin duda ese rastrero Arthur Weasley, ese
defensor a ultranza de los muggles, anda detrás de todo esto...
— Y
con orgullo- repuso él con una sonrisa.
— ¿No
puedes hacer aparecer un cuadro de ese tipo?- preguntó furioso Bill.
—
¿Qué le haréis a un cuadro de papá?- preguntó Draco asustado.
—
Algo que hará que nadie más se atreva a llamar rastrero a nuestro padre.-
repuso Charlie con odio infinito. Todos los Weasley estaban enfadados, todos
excepto uno cuyo rostro era la misma imagen de la culpabilidad.
— Lo
lamento papá- susurró Percy- Yo también te llame así.- Arthur negó con la
cabeza.
—
Percy, lo que pasó ya está olvidado- le contestó con bondad y los ojos de su
hijo se aguaron de lágrimas de agradecimiento.
— Yo
sería el primero que maldeciría ese cuadro- comentó Scorp- Pero mirándolo objetivamente
eso tensaría aún más la relación entre mi padre y vosotros cosa que no deseo en
absoluto.
Harry sintió
que lo invadía la ira.
— No
es el único- murmuraron a la vez Molly y sus hermanos.
—Y, como ve,
algunas de estas cosas podrían hacer que saliera a la luz...
— Que
eres un asqueroso mortífago- terminó Tonks.
— ¿Puedo
quedarme con esto? —interrumpió Draco, señalando la mano cortada que estaba
sobre el cojín.
Astoria arrugó a la nariz horrorizada.
— ¿En
serio querías quedarte eso?- preguntó asombrada, Draco se encogió de hombros
ligeramente ruborizado.- Ay Merlín- musitó la chica.
— ¡Ah, la Mano
de la Gloria! —dijo el señor Borgin, olvidando la lista del padre de Malfoy y
encaminándose hacia donde estaba Draco—. ¡Si se introduce una vela entre los
dedos, alumbrará las cosas sólo para el que la sostiene!
—
Bastante práctica- comentó aprobadoramente Alastor mientras todos le miraban
mal.
¡El mejor
aliado de los ladrones y saqueadores! Su hijo tiene un gusto exquisito, señor.
—
Discrepo en eso- murmuró Astoria junto con la mayoría de las chicas del gran
comedor.
—Espero que mi
hijo llegue a ser algo más que un ladrón o un saqueador, Borgin.
—
Bofetada en toda la cara- comentó Louis- Tu especialidad Scorp.
— No
le soporto pero al fin y al cabo es un Malfoy- contestó el rubio mientras
sonreía orgullosamente a su pesar.
—repuso
fríamente el padre de Malfoy.
Y el señor
Borgin se apresuró a decir:
—No he
pretendido ofenderle, señor, en absoluto...
—Aunque si no
mejoran sus notas en el colegio —añadió el padre de Malfoy, aún más fríamente—,
puede, claro está, que sólo sirva para eso.
El ceño de Scorp se frunció de golpe y
lanzó una mirada envenenada al vacío. Draco se sonrojó y miró la mesa
avergonzado mientras unos cuantos soltaban risitas burlonas.
— En
ese caso- intervino Blaise enojado- Yo no serviré para nada porqué las notas de
Draco son mucho mejores que las mías.
— Tus
notas no son malas- le intentaba animar Theo.
—
Muchacho- la voz de Sirius se hizo oír en todo el gran comedor- No te soporto
pero eres hijo de Cissy- empezó- Así que te confiaré un secreto.- todos se
giraron interesados- El idiota de tu padre siempre iba fanfarroneando de lo
buenas que eran sus notas así que decidimos colarnos al despacho de Dumbledore
para cambiarlas.
—
Pero no tuvimos que hacerlo,- continuó Remus- No sacó un solo Extraordinario y
aprobó por los pelos Transfiguración y Encantamientos.- Una media sonrisa se
formó en los labios de Draco.
— Me
dijo que sacaba todo extraordinarios- comentó.
—
Pues le mintió descaradamente- le contestó Snape de forma distante- Yo tuve que
darle las respuestas del examen de pociones para que pasara.
—No es culpa
mía —replicó Draco—. Todos los profesores tienen alumnos enchufados. Esa
Hermione Granger mismo...
Varios rieron por lo bajo.
— ¿De
que os reís?- preguntó enojado el hurón.
—
Reconoce que es gracioso que tú hables de alumnos enchufados- comentó Ernie
desde Hufflepuff.
— ¿Y
eso por qué?- preguntó burlón.
—
Pues porqué no lo pasas nada mal en pociones- repuso Susan.
—
Veinte puntos menos para Hufflepuff- gruñó Snape- Y al próximo que se atreva a
cuestionarme le quitaré cien- Todos callaron a la vez.
—Vergüenza
debería darte que una chica que no viene de una familia de magos te supere en
todos los exámenes —dijo el señor Malfoy bruscamente.
—
¿Cómo a ti te avergonzaba que te superase Lily que además era cinco años
menor?- preguntó Sus con sorna.
— ¡Ja! —se le
escapó a Harry por lo bajo,
—
Comprensible- comentó Ron con una sonrisa.
encantado de
ver a Draco tan avergonzado y furioso.
— Eso
también es muy comprensible.- volvió a
decir el pelirrojo.
— ¿Te
ocurre algo?- murmuró Allie al ver la cara de Scorp.
— Es
solo que…- empezó el muchacho- Nada, da igual.
— A
ti te daña así que no da igual- contestó Rose.
—
Todo el mundo está contra mi padre- comentó el chico, y era cierto, el rostro
de muchos expresaba satisfacción absoluta por la humillación de la que era
víctima la serpiente.
—
Bueno, tu padre se ha metido con todos ellos y con sus amigos- comentó con
brutal sinceridad Al.
— Lo
sé- murmuró el chico- Pero le duele.- afirmó sus amigos miraron a Draco pero su
máscara era impenetrable.
—
Blaise, Theo y Astoria le apoyan- comentó Rose.
—
Estará bien amigo- terminó Al dándole unas palmada en la espalda.
—En todas
partes pasa lo mismo —dijo el señor Borgin, con su voz almibarada—. Cada vez
tiene menos importancia pertenecer a una estirpe de magos.
—
Nunca ha tenido importancia estúpido- rugió James mientras su esposa le
sonreía.
—No para mí
—repuso el señor Malfoy, resoplando de enfado.
—No, señor, ni
para mí, señor —convino el señor Borgin, con una inclinación.
—En ese caso,
quizá podamos volver a fijarnos en mi lista —dijo el señor Malfoy, lacónicamente—.
Tengo un poco de prisa, Borgin, me esperan importantes asuntos que atender en
otro lugar.
—
¿Tienes a alguien a quién asesinar, robar, extorsionar, chantajear, sobornar o
amenazar?- preguntó Sus interesada.
— Es
suficiente- gruñó Draco.
— No,
no lo es- le respondió su hijo perdiendo la calma- Ese tipo te humilló, te
amenazó, te dominó y te despreció y aún así lo sigues defendiendo. No lo
entiendo papá, te juro que no lo entiendo.- Su mirada era frustrada y Draco le
miró sorprendido.
—
Pero es por mi culpa- contestó extrañado- Si sacara más buenas notas…
—
Encontraría otro motivo.- terminó Luna.
—
Tiene razón- advirtió Sirius- Vi a mi hermano pequeño intentar satisfacer todas
las expectativas de mis padres hasta el punto de enfermar y de volverse
solitario y aun así ellos siguieron quejándose.- expuso.
— Tal
vez así eran tus padres pero no el mío- gruñó Draco.
—
¿Seguro?- preguntó Al.
— Sí-
respondió el chico dando el asunto por zanjado y cruzándose de brazos mientras
Scorp soltaba un suspiro.
Se pusieron a
regatear. Harry espiaba poniéndose cada vez más nervioso conforme Draco se
acercaba a su escondite, curioseando los objetos que estaban a la venta. Se detuvo
a examinar un rollo grande de cuerda de ahorcado y luego leyó, sonriendo, la tarjeta
que estaba apoyada contra un magnífico collar de ópalos:
Cuidado: no tocar Collar embrujado. Hasta
la fecha se ha cobrado las vidas de diecinueve muggles que lo poseyeron.
— Que collar más adorable-
comentó con sorna Lee.
— No lo es- rugió Gwen muy
alterada.
— No bromees con esas cosas- le
regañó Alex asustado.
Todos, excepto los de la
tercera, les miraron extrañados mientras ellos intentaban no mirar a su madre.
Draco se volvió
y reparó en el armario. Se dirigió hacia él, alargó la mano para
coger la
manilla...
Todos contuvieron el aliento.
—De acuerdo
—dijo el señor Malfoy en el mostrador—. ¡Vamos, Draco!
Cuando Draco se
volvió, Harry se secó el sudor de la frente con la manga.
Y lo soltaron en este punto.
—Que tenga un
buen día, señor Borgin. Le espero en mi mansión mañana para recoger las cosas.
En cuanto se
cerró la puerta, el señor Borgin abandonó sus modales afectados.
—Quédese los
buenos días, señor Malfoy, y si es cierto lo que cuentan, usted no me ha
vendido ni la mitad de lo que tiene oculto en su mansión.
—
Hipócrita- gruñó Theo.
—
Todos lo son- repuso Blaise resignado.
Y se metió en
la trastienda mascullando. Harry aguardó un minuto por si volvía, y luego, con el máximo sigilo, salió del armario
y, pasando por delante de las estanterías de cristal, se fue de la tienda por
la puerta delantera. Sujetándose delante de la cara las gafas rotas, miró en
torno. Había salido a un lúgubre callejón que parecía estar lleno de tiendas
dedicadas a las artes oscuras.
— Sí
pero Borgin y Burkes es la peor- comentó Remus.
La que acababa
de abandonar, Borgin y Burkes, parecía la más grande, pero enfrente había un horroroso
escaparate con cabezas reducidas y, dos puertas más abajo, tenían expuesta en la
calle una jaula plagada de arañas negras gigantes.
Ron sufrió un escalofrío y, para el
regocijo de su hija, se acercó a Hermione inconscientemente.
Dos brujos de
aspecto miserable lo miraban desde el umbral y murmuraban algo entre ellos.
Harry se apartó asustado, procurando sujetarse bien las gafas y salir de allí
lo antes posible.
— Sí,
pero no corras, no quiero que ninguno de esos se fije demasiado en ti- comentó
Lily preocupada.
Un letrero
viejo de madera que colgaba en la calle sobre una tienda en la que vendían
velas envenenadas, le indicó que estaba en el callejón Knockturn. Esto no le podía
servir de gran ayuda, dado que Harry no había oído nunca el nombre de aquel callejón.
Muchos sangre-pura giraron los ojos
exasperados.
Con la boca
llena de cenizas, no debía de haber pronunciado claramente las palabras al
salir de la chimenea de los Weasley.
—
Gran deducción Sherlock- dijo Hermione con sarcasmo.
— Es
Harry no Sherlock- dijo Ron con suficiencia mientras muchos hijos de muggle
rompían a reír.- ¿Qué pasa?
—
Sherlock Holmes es un detective muggle- le explicó Harry secándose las lágrimas
de risa.
Intentó
tranquilizarse y pensar qué debía hacer.
— ¿No estarás
perdido, cariño? —le dijo una voz al oído, haciéndole dar un salto.
—
Lárgate de allí- dijo Ginny preocupadísima.
—
Aclárame algo- le pidió Luna- ¿Te molesta el lugar o que alguien le haya
llamado cariño y hablado al oído?
— El
lugar evidentemente- se defendió toda roja la pelirroja.
Tenía ante él a
una bruja decrépita que sostenía una bandeja de algo que se parecía horriblemente
a uñas humanas enteras.
Se
escucharon algunos grititos de los más pequeños mientras las muecas de asco
aparecían en la mayoría de rostros.
Lo miraba de
forma malévola, enseñando sus dientes sarrosos. Harry se echó atrás.
—Estoy bien,
gracias —respondió—. Yo sólo...
— ¡HARRY! ¿Qué
demonios estás haciendo aquí?
Varios se tensaron a la vez mientras Harry sonreía.
— Problemas-
musitaron los gemelos Weasley pero Harry negó con la cabeza.
El corazón de
Harry dio un brinco, y la bruja también, con lo que se le cayeron al suelo casi
todas las uñas que llevaba en la bandeja, y le echó una maldición mientras la mole
de Hagrid,
Todo el mundo soltó un suspiro de alivio
mientras el semi-gigante sonreía.
el guardián de
Hogwarts, se acercaba con paso decidido y sus ojos de un negro azabache
destellaban sobre la hirsuta barba.
— ¡Hagrid!
—dijo Harry, con la voz ronca por la emoción—. Me perdí..., y los polvos flu...
— Si
coge como a precedente tu padre dudo que
te crea- comentó Lily.
Hagrid cogió a
Harry por el pescuezo y le separó de la bruja, con lo que consiguió que a ésta
le cayera la bandeja definitivamente al suelo.
Varios rieron encantados.
Los gritos de
la bruja les siguieron a lo largo del retorcido callejón
— Al
menos no fueron sus maldiciones- comentó Molls aliviada.
hasta que llegaron
a un lugar iluminado por la luz del sol. Harry vio en la distancia un edificio
que le resultaba conocido, de mármol blanco como la nieve: era el banco de
Gringotts.
Bill sonrió abiertamente con orgullo.
Hagrid lo había
conducido hasta el callejón Diagon.
— ¡No tienes
remedio! —le dijo Hagrid de mala uva,
—
Sip, nos cogió de precedente- dijo James sonriendo.
— Lo
siento Harry- añadió Sirius.
sacudiéndole el
hollín con tanto ímpetu que casi lo tira contra un barril de excrementos de
dragón que había a la entrada de una farmacia—.
— Lo
siento Harry- se disculpó algo sonrojado.
—
Descuida Hagrid- le respondió este- Y gracias por sacarme de allí.
Merodeando por
el callejón Knockturn...
—
Definitivamente estaba pensando en nosotros- confirmó Remus divertido.
No sé, Harry,
es un mal sitio... Será mejor que nadie te vea por allí.
—Ya me di
cuenta —dijo Harry, agachándose cuando Hagrid hizo ademán de volver a sacudirle
el hollín—. Ya te he dicho que me había perdido. ¿Y tú, qué hacías?
—
Buena pregunta- dijeron algunos Slytherin maliciosamente.
—
Idiotas- murmuró Al mientras Scorp evitaba que se lanzara sobre ellos.
—Buscaba un
repelente contra las babosas carnívoras —gruñó Hagrid—. Están echando a perder
las berzas. ¿Estás solo?
—He venido con
los Weasley, pero nos hemos separado —explicó Harry—. Tengo que buscarlos...
Bajaron juntos por la calle.
— ¿Por qué no
has respondido a ninguna de mis cartas? —preguntó a Harry, que se veía obligado
a trotar a su lado (tenía que dar tres pasos por cada zancada que Hagrid daba
con sus grandes botas).
— Si
saltas dolo tienes que dar dos- comentó Al mientras los demás reían.
Harry se lo
explicó todo sobre Dobby y los Dursley.
» ¡Condenados muggles!
—gruñó Hagrid—. Si hubiera sabido...
—
¿Otra cola de cerdo?- pidieron los bromistas mientras Dudley se cogía el culo
con miedo.
— ¡Harry!
¡Harry! ¡Aquí!
Harry vio a
Hermione Granger en lo alto de las escaleras de Gringotts. Ella bajó corriendo
a su encuentro, con su espesa cabellera castaña al viento.
— Y
tan espesa- comentó Cho con rencor.
Hermione se llevó la mano a su cabello sonrojada.
— No
le hagas caso Hermione- le dijo Ron- Está celosa porqué eres diez veces más
lista que ella- añadió para que todos los oyeran mientras Cho enrojecía de
rabia.
— ¿Qué les ha
pasado a tus gafas? Hola, Hagrid. ¡Cuánto me alegro de volver a veros! ¿Vienes
a Gringotts, Harry?
—Tan pronto
como encuentre a los Weasley —respondió Harry.
—No tendréis
que esperar mucho —dijo Hagrid con una sonrisa.
Harry y
Hermione miraron alrededor. Corriendo por la abarrotada calle llegaban
Ron, Fred,
George, Percy y el señor Weasley.
—Harry —dijo el
señor Weasley jadeando—. Esperábamos que sólo te hubieras pasado una chimenea.
—
Pues fuiste demasiado optimista abuelo- comentó Louis.
—Se frotó su
calva brillante—. Molly está desesperada..., ahora viene.
— ¿Dónde has
salido? —preguntó Ron.
—En el callejón
Knockturn —respondió Harry con voz triste.
— ¡Fenomenal!
—exclamaron Fred y George a la vez.
—
¡Por supuesto que no!- gritaron al unísono Molly y Molls.
—
Nuestra sobrina da miedo- comentó George.
—
Sip, es como si mamá se hubiese duplicado- añadió Fred.
—A nosotros
nunca nos han dejado entrar —añadió Ron, con envidia.
— Y
bien que han hecho- les dijo Remus- Ese lugar es demasiado peligroso, sobretodo
para unos menores de edad.
—Y han hecho
bien —gruñó Hagrid.
La señora
Weasley apareció en aquel momento a todo correr, agitando el bolso con una mano y sujetando a Ginny con la otra.
— ¡Ay, Harry...
Ay, cielo... Podías haber salido en cualquier parte!
— Sí,
en cualquier parte de cualquier país- corroboró Allie con voz de experta.
Respirando aún
con dificultad, sacó del bolso un cepillo grande para la ropa y se puso a
quitarle a Harry el hollín con el que no había podido Hagrid. El señor Weasley
le cogió las gafas, les dio un golpecito con la varita mágica y se las devolvió
como nuevas.
—
Gracias- dijo Harry muy agradecido.
—Bueno, tengo
que irme —dijo Hagrid, a quien la señora Weasley estaba estrujando la mano en
ese instante (« ¡El callejón Knockturn! ¡Menos mal que usted lo ha encontrado,
Hagrid!», le decía) —.
— Sí,
menos mal- la apoyó Alice que se había aproximado a su hijo inconscientemente.
¡Os veré en
Hogwarts! —dijo, y se alejó a zancadas, con su cabeza y sus hombros
sobresaliendo en la concurrida calle.
— ¿A que no
adivináis a quién he visto en Borgin y Burkes? —preguntó Harry a Ron y Hermione
mientras subían las escaleras de Gringotts—. A Malfoy y a su padre.
— ¿Y compró
algo Lucius Malfoy? —preguntó el señor Weasley, con acritud.
—
Siempre intentando pillarle- suspiró Molly.
—
Odio a ese tipo desde Hogwarts Molly, no descansaré hasta que está en Azcaban.-
le respondió su marido.
— ¿Y
ese odio?- preguntó Percy interesado.
— Yo
te lo cuento- dijo Sus divertida- Tus padres volvían de Hogsmeade dónde habían
tenido su primera cita y se lo encontraron.
— El
soltó algún comentario despectivo acerca de Mollly- prosiguió Fabian.
—
Dijo que era una traidora de sangre fea y regordeta así que se entendía que
estuviera con otro traidor de sangre más pobre que una rata- dijo Molly
frunciendo el ceño.
— Así
que Arthur le puso un ojo morado- terminó Guideon contento provocando miradas
de incredulidad y vítores proviniendo de sus sobrinos.
— La
noticia se extendió como la pólvora y en dos minutos estaba todo Hogwarts
mirando como Arthur le pegaba una paliza a Malfoy- continuó Sirius.
— Y
cuando dice todo Hogwarts se refiere a todos los alumnos, los fantasmas, algún
que otro elfo doméstico y Hagrid- puntualizó James.
— En
esa época no era profesor- se defendió este de la mirada de McGonagall.
— El
idiota oxigenado tuvo que aguantar comentarios burlones el tiempo que le
quedaba en Hogwarts y se vengó haciéndoles la vida imposible a tus padres-
acabó Remus.
—
Eres mi héroe papá- dijeron a la vez todos los Weasley mientras Arthur se
sonrojaba completamente.
—No, quería
vender.
—Así que está
preocupado —comentó el señor Weasley con satisfacción,
—
Realmente estaba preocupadísimo- dejo caer como si nada y no sin algo de
satisfacción para él incomprensible Draco.
a pesar de
todo—. ¡Cómo me gustaría coger a Lucius Malfoy!
— Lo
harás Arthur, nosotros te apoyamos- dijeron los Prewett encantados.
—Ten cuidado,
Arthur —le dijo severamente la señora Weasley mientras entraban en el banco y
un duende les hacía reverencias en la puerta—. Esa familia es peligrosa, no
vayas a dar un paso en falso.
— Eso
es cierto- dijo Tonks algo preocupada.
— ¿Así que no
crees que un servidor esté a la altura de Lucius Malfoy? —preguntó indignado el
señor Weasley,
—
Sabes que no es eso Arthur- le contestó Molly- Lo que creo es que tú jamás
utilizarías los métodos que ellos están dispuestos ha utilizar para dejarte
fuera de juego.
pero en aquel
momento se distrajo al ver a los padres de Hermione, que estaban ante el
mostrador que se extendía a lo largo de todo el gran salón de mármol, esperando
nerviosos a que su hija los presentara.
» ¡Pero ustedes
son muggles! —observó encantado el señor Weasley—. ¡Esto tenemos que
celebrarlo con una copa! ¿Qué tienen ahí? ¡Ah, están cambiando dinero muggle!
¡Mira, Molly! —dijo, señalando emocionado el billete de diez libras esterlinas que
el señor Granger tenía en la mano.
— Que
típico de papá- dijeron los hijos Weasley con una sonrisa.
— Y
de Hugo- añadieron los de la tercera generación.
—Nos veremos
aquí luego —dijo Ron a Hermione, cuando otro duende de Gringotts se disponía a
conducir a los Weasley y a Harry a las cámaras acorazadas donde se guardaba el
dinero. Para llegar a las cámaras tenían que subir en unos carros pequeños,
Neville y Frank gimieron acompañados de
Allie y Hagrid, los cuatro tenían una mueca de desagrado absoluto. Sirius en
cambió sonreía perrunamente.
conducidos por duendes,
que circulaban velozmente sobre unos raíles en miniatura por los túneles que había
debajo del banco. Harry disfrutó del vertiginoso descenso hasta la cámara acorazada
de los Weasley,
—
Loco- murmuraron los cuatro mencionados antes.
pero cuando la
abrieron se sintió mal, mucho peor que en el callejón Knockturn.
Los Weasley enrojecieron y clavaron su
mirada a la mesa.
Dentro no había
más que un montoncito de sickles de plata y un galeón de oro.
La mirada de Scorp bastó para que su
padre cerrara la boca de golpe. Aun así el sonrojo de los Weasley era cada vez
más vistoso.
La señora
Weasley repasó los rincones de la cámara antes de echar todas las monedas en su
bolso. Harry aún se sintió peor cuando llegaron a la suya.
— No
te preocupes amigo- dijo Ron- No nos importa que tengas dinero y nosotros no.
— Ya,
pero es injusto- se quejó el chico- Quiero decir, vosotros sois más, deberíais
tener más dinero.
Intentó impedir
que vieran el contenido metiendo a toda prisa en una bolsa de cuero unos puñados
de monedas.
— Muy
amable Harry- dijo afablemente la señora Weasley.
Cuando salieron
a las escaleras de mármol, el grupo se separó. Percy musitó vagamente que
necesitaba otra pluma. Fred y George habían visto a su amigo de
Hogwarts, Lee
Jordan.
Leanne sonrió imperceptiblemente.
La señora
Weasley y Ginny fueron a una tienda de túnicas de segunda mano. Y el señor
Weasley insistía en invitar a los Granger a tomar algo en el Caldero
Chorreante.
—
Gracias señor Weasley- dijo Hermione- Se alegraron mucho de su compañía ya que
se sentían un poco fuera de lugar.
— Fue
un placer Hermione- contestó sinceramente Arthur- Tus padres son muy amables y
simpáticos.
—Nos veremos
dentro de una hora en Flourish y Blotts para compraros los libros de texto
—dijo la señora Weasley, yéndose con Ginny—. ¡Y no os acerquéis al callejón Knockturn!
—gritó a los gemelos, que ya se alejaban.
—
Casi se le olvida decírnoslo- musitaron los gemelos frustrados.
Harry, Ron y
Hermione pasearon por la tortuosa calle adoquinada. Las monedas de oro, plata y
bronce que tintineaban alegremente en la bolsa dentro del bolsillo de Harry estaban
pidiendo a gritos que se les diera uso, así que compró tres grandes helados de fresa
y mantequilla de cacahuete,
Lily sonrió satisfecha al ver que su
hijo compartía.
—
¿Helado de mantequilla de cacahuete?- preguntó Dudley curioso- ¡Yo quiero
probarlo!- ante el regocijo y sorpresa de mucho Rose sacó de su bolsillo una
nevera en miniatura que engrosó con un hechizo, de dentro sacó varios helados y
los repartió entre sus familiares y amigos.
—
¿Crees que es momento para…- empezó Hermione cuando Rose le alcanzó un helado.
— Es
de chocolate- la tentó y la chica no dudó en cogerlo.
que devoraron
con avidez mientras subían por el callejón, contemplando los fascinantes escaparates.
Ron se quedó mirando un conjunto completo de túnicas de los jugadores del
Chudley Cannon
Los Wood al completo, incluyendo a
Katie, gruñeron acompañados de muchos otros fanáticos de otros equipos.
en el
escaparate de Artículos de calidad para el juego de quidditch, hasta que
Hermione se los llevó a rastras a la puerta de al lado, donde debían comprar
tinta y pergamino.
—
Aguafiestas- rugieron Ron y Harry enfadados.
En la tienda de
artículos de broma Gambol y Japes
—
¿Por qué perdéis el tiempo en esa tienda pudiendo ir a…- empezó Alex pero Gwen
le tapo la boca.
—
Todavía no existe.-le dijo Louis.
—
Casi desvelas información- le regañó Molls.
encontraron a
Fred, George y Lee Jordan, que se estaban abasteciendo de las «Fabulosas
bengalas del doctor Filibuster, que no necesitan fuego porque se prenden con la
humedad»,
— Ay
dios- musitó Minerva recordando todos los incidentes de esos años. Varios
alumnos, muy por el contrario, sonrieron.
y en una tienda muy pequeña de trastos usados,
repleta de varitas rotas, balanzas de bronce torcidas y capas viejas llenas de
manchas de pociones, encontraron a Percy, completamente absorto en la lectura
de un libro aburridísimo que se titulaba Prefectos que conquistaron el poder.
— No
es aburrido- se le escapó a Molls.
— ¿Y
tu como lo sabes?- preguntó Louis alzando una ceja.
— ¿No
será ese libro que escondes debajo de tu almohada?- preguntó Alex burlón.
—
Nop, eso es un álbum de fotos de…- Molls le tapó la boca a Gwen justo a tiempo.
—
Vaya con la prefecta perfecta- la pinchó Al.
— ¿Y quién es ese misterioso chico?- preguntó
Scorp.
— ¿Y
quién hace esos brownies que os gustan tanto?- preguntó a su vez la hija de
Percy.
— Ya
callamos- dijeron rápidamente todos a la vez.
—«Estudio sobre
los prefectos de Hogwarts y sus trayectorias profesionales»
—leyó Ron en
voz alta de la contracubierta—. Suena fascinante...
—
Mucho- le siguieron el juego los gemelos ganándose una mala mirada de su madre.
—Marchaos —les
dijo Percy de mal humor.
—Desde luego, Percy
es muy ambicioso, lo tiene todo planeado; quiere llegar a ministro de Magia...
Los del futuro intercambiaron una
sonrisa cómplice mientras Fudge miraba con miedo al joven Weasley.
—dijo Ron a
Harry y Hermione en voz baja, cuando salieron dejando allí a Percy
Una hora
después, se encaminaban a Flourish y Blotts. No eran, ni mucho menos, los
únicos que iban a la librería. Al acercarse, vieron para su sorpresa a una
multitud que se apretujaba en la puerta, tratando de entrar.
— Eso
es raro- comentó Lavander- Nunca hay tanta gente.
El motivo de
tal aglomeración lo proclamaba una gran pancarta colgada de las ventanas del
primer piso:
GILDEROY
LOCKHART
firmará hoy
ejemplares de su autobiografía
EL ENCANTADOR
de 12.30 a
16.30 horas
Varias chicas soltaron un gritito de
alegría.
— No
puedo creer que nos lo perdiésemos Vati- dijo Padma emocionada.
—
¿Para que querrías tú un libro firmado por semejante idiota?- dijo picado un
muy celoso Slytherin.
— No
es un idiota- le contestó con voz helada la ravenclaw mientras todas las chicas
le miraban mal.
— ¡Podremos
conocerle en persona! —chilló Hermione—. ¡Es el que ha escrito casi
todos los libros de la lista!
Ron
bufó indignado y Hermione se ruborizó completamente.
La multitud
estaba formada principalmente por brujas de la edad de la señora Weasley.
— Que
extraño- ironizaron los Prewett.
En la puerta
había un mago con aspecto abrumado, que decía:
—Por favor,
señoras, tengan calma..., no empujen..., cuidado con los libros...
Harry, Ron y
Hermione consiguieron al fin entrar. En el interior de la librería, una larga cola serpenteaba hasta el fondo, donde
Gilderoy Lockhart estaba firmando libros.
— Su
actividad preferida- gruñó Ron- Después de cuidar su pelo y recibir halagos por
supuesto. Creo que por su cumpleaños voy a conseguir que vaya a una peluquería
a firmar autógrafos a brujas jóvenes que sean sus fans a ver si así se nos
muere de felicidad.
Cada uno cogió
un ejemplar de Recreo con la «banshee» y se unieron con disimulo al grupo de los Weasley, que estaban
en la cola junto con los padres de Hermione.
— ¡Qué bien, ya
estáis aquí! —dijo la señora Weasley. Parecía que le faltaba el aliento, y se
retocaba el cabello con las manos—.
El ceño de Arthur se frunció y miró mal
al libro como si quisiera encenderlo, Molly sonrió sonrojada al ver esa
reacción de su marido.
Enseguida nos
tocará.
A medida que la
cola avanzaba, podían ver mejor a Gilderoy Lockhart. Estaba sentado a una mesa,
rodeado de grandes fotografías con su rostro,
—
Bueno- dijo Ron en voz baja- Muchos de los antiguos monarcas salían con
problemas físicos y estéticos a causa de la consanguinidad así que se hacían
pintar con un mono al lado para parecer más bellos. Seguramente intentaba hacer
eso pero no entendió muy bien el concepto.
— O
tal vez no encontró nada más feo que él- le apoyó Arthur que tenía cogida la
mano de su esposa de forma muy posesiva.
fotografías en
las que guiñaba un ojo y exhibía su deslumbrante dentadura.
Muchos chicos fingieron que vomitaban
mientras las chicas de su lado les golpeaban.
El Lockhart de
carne y hueso vestía una túnica de color añil, que combinaba perfectamente con
sus ojos; llevaba su sombrero puntiagudo de mago desenfadadamente ladeado sobre
el pelo ondulado.
Muchas suspiraron para la exasperación
de la mayoría de chicos del gran comedor.
Un hombre
pequeño e irritable merodeaba por allí sacando fotos con una gran cámara negra
que echaba humaredas de color púrpura a cada destello cegador del flash.
—Fuera de aquí
—gruñó a Ron, retrocediendo para lograr una toma mejor—. Es para el diario El
Profeta.
—
Pues el diario El Profeta se quedará sin uno de sus fotógrafos como le vuelvas
a hablar así a mi hermano.- gruñó Fred.
— En
cambio San Mungo ganará un cliente- le apoyó George.
— ¡Vaya cosa!
—exclamó Ron,
—
Claro que lo es Ron- dijo Charlie falsamente horrorizado- Es la asociación de
embusteros lame-suelas más grande que existe.- terminó con una sonrisa.
frotándose el
pie en el sitio en que el fotógrafo lo había pisado.
Bill y Percy gruñeron enfadados mientras
Ginny fruncía el ceño.
Gilderoy
Lockhart lo oyó y levantó la vista. Vio a Ron y luego a Harry, y se fijó en él.
James gimió.
—
¿Que ocurre cariño?- preguntó Lily.
— Que
me juego la mano que ahora le utilizará para darse publicidad- rugió James.
Entonces se
levantó de un salto y gritó con rotundidad:
— ¿No será ése
Harry Potter?
—
Nop- ironizaron los Prewett- Es Henry Patton.
La multitud se
hizo a un lado, cuchicheando emocionada. Lockhart se dirigió hacia Harry y cogiéndolo del brazo lo llevó hacia
delante. La multitud aplaudió.
— Lo
sabía- rugió James enojadísimo.
— ¿Dónde
podemos encontrarle?- preguntó Sirius al Ministro.
— San
Mungo, cuarto piso: daños causados por un hechizo- contestó por sorpresa de
muchos Neville.
— ¿Cómo
terminó allí?- preguntó Remus curioso.
— Le
salió bien un hechizo- le contestó Ron casi con incredulidad.
Harry se notaba
la cara encendida cuando Lockhart le estrechó la mano ante el fotógrafo, que no
paraba un segundo de sacar fotos, ahumando a los Weasley.
— Imbécil-
murmuraron todos a la vez.
—Y ahora
sonríe, Harry —le pidió Lockhart con su sonrisa deslumbrante—. Tú y yo juntos
nos merecemos la primera página.
— No
se puede utilizar a un crío para darse publicidad- se quejó Minerva.
— ¿Pero
tu recuerdas como es Lockhart?- preguntó enojada Sprouth- Se hubiese hecho una
foto con el mismo Innombrable para obtener publicidad.
— Y
luego hubiese escrito un libro relatando como lo venció- apoyó Snape con asco.
— No
parece caerles muy bien- dejó caer Terry mientras muchas chicas fulminaban a
sus profesores con la mirada.
Cuando le soltó
la mano, Harry tenía los dedos entumecidos. Quiso volver con los Weasley, pero
Lockhart le pasó el brazo por los hombros y lo retuvo a su lado.
—
Suelta a mi niño- rugió Lily asustando a los de su alrededor.
—Señoras y
caballeros —dijo en voz alta, pidiendo silencio con un gesto de la mano—. ¡Éste
es un gran momento! ¡El momento ideal para que les anuncie algo que he mantenido
hasta ahora en secreto!
—
Porqué Albus intentaba que no llegara a suceder nunca- murmuró Flitwick.
Cuando el joven
Harry entró hoy en Flourish y Blotts, sólo pensaba comprar mi autobiografía,
que estaré muy contento de regalarle.
— Guárdate
tus regalos publicitarios idiota- murmuraron James, Lily y Harry enojados.
—La multitud
aplaudió de nuevo—. Él no sabía —continuó Lockhart, zarandeando a Harry de tal
forma que las gafas le resbalaron hasta la punta de la nariz—
—
Pero que poco tacto- se enojó Alice- Esa no es forma de tratar a un niño.
que en breve iba
a recibir de mí mucho más que mi libro El encantador.
— Sálvalo
Merlín- murmuró Sirius- Llévate mi vida pero no permitar que esa… cosa se
acerque a mi ahijado.
Harry y sus
compañeros de colegio contarán con mi presencia.
Todos
los adultos y muchos de los alumnos gimieron mientras muchas chicas suspiraban
¡Sí, señoras y
caballeros, tengo el gran placer y el orgullo de anunciarles que este mes de
septiembre seré el profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras en el Colegio
Hogwarts de Magia!
— Que
mal está el mundo Merlín- dijo Frank enojado.
La multitud
aplaudió y vitoreó al mago, y Harry fue obsequiado con las obras completas de
Gilderoy Lockhart. Tambaleándose un poco bajo el peso de los libros, logró
abrirse camino desde la mesa de Gilderoy, en que se centraba la atención del público,
hasta el fondo de la tienda, donde Ginny aguardaba junto a su caldero nuevo.
— Que
coincidencia- comentó con sarcasmo Al.
—Tenlos tú —le
farfulló Harry, metiendo los libros en el caldero—. Yo compraré los míos...
— ¿A que te
gusta, eh, Potter? —dijo una voz que Harry no tuvo ninguna dificultad en
reconocer.
Scorp profirió un quejido ahogado
mientras sus amigos le sonreían comprensivamente.
Se puso derecho
y se encontró cara a cara con Draco Malfoy, que exhibía su habitual aire
despectivo—. El famoso Harry Potter. Ni siquiera en una librería puedes dejar
de ser el protagonista.
— Cosa
que a ti te gustaría mucho, por cierto- añadió Ron en tono burlón.
— Es
suficiente- gruñó Rose cortando la posible discusión a raíz.
— ¡Déjale en
paz, él no lo ha buscado! —replicó Ginny.
— Un
concejo- dijo Scorp- Nunca la hagas enfadar.
—
Buen consejo- apoyaron los del futuro y los hermanos de la chica.
Era la primera
vez que hablaba delante de Harry. Estaba fulminando a Malfoy con la mirada.
—
Huye rápido- le aconsejó Al con una disimulada sonrisa orgullosa.
— ¡Vaya,
Potter, tienes novia! —dijo Malfoy arrastrando las palabras.
Harry se sonrojó completamente cosa que una
satisfecha Lily notó.
Ginny se puso
roja mientras Ron y Hermione se acercaban, con sendos montones de los libros de
Lockhart.
— ¡Ah, eres tú!
—dijo Ron, mirando a Malfoy como se mira un chicle que se le ha pegado a uno en
la suela del zapato—.
Los Weasley sonrieron burlones en
dirección a Malfoy.
¿A que te
sorprende ver aquí a Harry, eh?
—No me
sorprende tanto como verte a ti en una tienda, Weasley —replicó Malfoy—.
— Ay
Merlín- musitaron a la vez Al y Scorp mientras Molly obligaba a sus hijos a
sentarse ya que se habían levantado de golpe.
Supongo que tus
padres pasarán hambre durante un mes para pagarte esos libros.
—
Pues, si fuera necesario, lo haríamos- dijo Arthur orgulloso.
—
¿Pueden decir lo mismo los tuyos?- preguntó Ginny con una sonrisa maliciosa.
Draco no contestó.
Ron se puso tan
rojo como Ginny. Dejó los libros en el caldero y se fue hacia Malfoy, pero
Harry y Hermione lo agarraron de la chaqueta.
—
Dejadle ir- pidieron los gemelos Weasley.
— ¡Ron! —dijo
el señor Weasley, abriéndose camino a duras penas con Fred y George—. ¿Qué
haces? Vamos afuera, que aquí no se puede estar.
—
Sobretodo desde que se ha detectado una plaga de hurones- completó Ron.
—Vaya, vaya...,
¡si es el mismísimo Arthur Weasley!
Era el padre de
Draco.
—
Problemas- musitaron los gemelos Wood.
— Que
va, posibilidades- les corrigieron los gemelos Prewett.
El señor Malfoy
había cogido a su hijo por el hombro y miraba con la misma expresión de
desprecio que él.
— Se
debía haber visto al espejo- murmuró Scorp con odio.
—Lucius —dijo
el señor Weasley, saludándolo fríamente.
— ¿Papá
hablándole a alguien fríamente?- Percy estaba incrédulo.
—Mucho trabajo
en el Ministerio, me han dicho —comentó el señor Malfoy—.
— El
mismo ministro- añadió Alastor mirando mal a este.
Todas esas
redadas... Supongo que al menos te pagarán las horas extras, ¿no? —Se acercó al
caldero de Ginny y sacó de entre los libros nuevos de Lockhart un ejemplar muy
viejo y estropeado de la Guía de transformación para principiantes—.
Es evidente que no
— Que
le vamos ha hacer- dijo Arthur- Supongo que ser un asesino es bastante más
remoderado.- terminó con sorna.
—rectificó—.
Querido amigo,
Arthur levantó una ceja con la misma
cara de incredulidad que pondría un muggle al ver un unicornio o un esteticista
al ver a Voldemort.
¿de qué sirve
deshonrar el nombre de mago si ni siquiera
te pagan bien por ello?
El señor
Weasley se puso aún más rojo que Ron y Ginny.
—Tenemos una
idea diferente de qué es lo que deshonra el nombre de mago, Malfoy —contestó.
—
Gracias a Merlín- musitó Molly acercándose a Arthur.
—Es evidente
—dijo Malfoy, mirando de reojo a los padres de Hermione, que lo miraban con
aprensión—, por las compañías que frecuentas, Weasley... Creía que ya no podías
caer más bajo.
— Será
idiota- saltaron los Prewett.
—
Mira que hablar así de él solo por ser amable con mis papás- Hermione estaba
furiosa.
— Es
solo un engreído con demasiados humos- les tranquilizó Arthur- No vale la pena
ponerse así.
Entonces el
caldero de Ginny saltó por los aires con un estruendo metálico; el señor Weasley
se había lanzado sobre el señor Malfoy,
—
Vamos papá- animaban todos los Weasley.
Bill
había hecho aparecer una pancarta donde ponía “Patéale el culo al oxigenado”.
Charlie se había puesto una camiseta con una imagen donde se veía a Lucius
tendido en el suelo lleno de sangre y a su padre saltando encima de él. Percy
lanzaba, discretamente, fuegos artificiales con la varita y los otros cuatros
alzaban sus puños para animarle. La señora Weasley negaba con la cabeza entre
horrorizada y divertida.
y éste fue a
dar de espaldas contra un estante. Docenas de pesados libros de conjuros les
cayeron sobre la cabeza. Fred y George gritaban: «¡Dale, papá!»,
— Eso
señor Weasley- coreó el gran comedor para el desagrado de Draco.
y la señora
Weasley exclamaba: «¡No, Arthur, no!» La multitud retrocedió en desbandada,
derribando a su vez otros estantes.
— ¡Caballeros,
por favor, por favor! —gritó un empleado.
Y luego, más
alto que las otras voces, se oyó:
— ¡Basta ya,
caballeros, basta ya!
Hagrid vadeaba
el río de libros para acercarse a ellos.
— Jo-
se quejaron todos enojados.
En un instante,
separó a Weasley y Malfoy. El primero
tenía un labio partido, y al segundo, una Enciclopedia desetas no
comestibles le había dado en un ojo.
— Otro
ojo negro para su colección- dijeron encantados los Prewett.
Malfoy todavía
sujetaba en la mano el viejo libro sobre transformación. Se lo entregó a Ginny,
con la maldad brillándole en los ojos.
En ese momento Harry se odio a si mismo
con una intensidad que no creía poseer. Debí haberme dado cuenta se
regañó.
—Toma, niña,
ten tu libro, que tu padre no tiene nada mejor que darte.
Librándose de
Hagrid, que lo agarraba del brazo, hizo una seña a Draco y salieron de la
librería.
Varios
aplaudieron mirando descaradamente al Slytherin.
—No debería
hacerle caso, Arthur —dijo Hagrid, ayudándolo a levantarse del suelo y a
ponerse bien la túnica—. En esa familia están podridos hasta las entrañas, lo sabe
todo el mundo. Son una mala raza.
El
rostro de Scorp reflejó tristeza y traición cosa que Hagrid notó de inmediato.
— Lo
siento Scorp- se disculpó haciendo que todos miraran al triste muchacho- No
quise decir eso, es solo que…
—
Viendo como se comportaba mí abuelo se entiende el comentario- dijo Scorp aún
algo desanimado. Al, Allie y Rose se miraron preocupados pero por una vez no
supieron que decirle para animarle.
Vamos, salgamos
de aquí.
Dio la
impresión de que el empleado quería impedirles la salida, pero a Hagrid apenas
le llegaba a la cintura, y se lo pensó mejor.
—
Cobarde- musitaron los merodeadores indignados.
Se apresuraron
a salir a la calle. Los padres de Hermione todavía temblaban del susto y la
señora Weasley, que iba a su lado, estaba furiosa.
— Su
estado habitual- comentaron los gemelos ganándose una colleja.
— ¡Qué buen
ejemplo para tus hijos..., peleando en público!
— Que
papá es guai- afirmaron todos a la vez.
¿Que habrá
pensado Gilderoy Lockhart?
— ¿A
quién le importa?- rugieron Arthur y Ron a la vez sacando humo por las orejas.
—Estaba
encantado —repuso Fred—. ¿No le oísteis cuando salíamos de la librería? Le
preguntaba al tío ese de El Profeta si podría incluir la pelea en el
reportaje.
— Con
algún comentario de cómo les separó heroicamente seguramente- añadió Ernie ganándose
una mal de Susan.
Decía que todo
era publicidad.
— Para
él sí- gruñó Sirius.
Los ánimos ya
se habían calmado cuando el grupo llegó a la chimenea del Caldero Chorreante,
donde Harry, los Weasley y todo lo que habían comprado volvieron a La Madriguera
utilizando los polvos flu. Antes se despidieron de los Granger,
Esto sí es un capítulo y va dedicado al/la anonimo que me advirtió sobre que me estaban plagiando.
Ron
suspiró con tristeza e imperceptiblemente.
que abandonaron
el bar por la otra puerta, hacia la calle muggle que había al otro lado.
El señor Weasley iba a preguntarles cómo funcionaban las paradas de autobús,
pero se detuvo en cuanto vio la cara que ponía su mujer.
—
Buen movimiento- le felicitó su esposa con una peligrosa sonrisa.
Harry se quitó
las gafas y se las guardó en el bolsillo antes de utilizar los polvos flu.
Decididamente, aquél no era su medio de transporte favorito.
— Ni
el mío- le dijo James encantado.
—
Vamos a leer otro- dijo el director- ¿Lupin?
—
Claro- respondió este cogiendo el libro-El sauce boxeador- La extrañeza
recorrió su cara.
Me encanto
ResponderEliminarme gusto la escena de el collar de petalos, me encanta la pareja Oliver y Katie, siento mucho lo del plagio.
Me alegra que te guste, yo adoro la pareja Katie y Oliver, son muy divertidos, lastima que haya pocos fics de ellos.
EliminarBesos
Holaa! me ha encantado el capi!!
ResponderEliminarespero que actualices prontito
xoxo
Hola,
EliminarMe alegra que te haya gustado, intentaré actualizar rápido.
Besos.
Ha sido guay lo que ha dicho Daphne de la decoracion. LA verdad es que tiene mucha razon.
ResponderEliminarCada vez es más evidente que nuestro queridisimo ministro de magia COrnelius Fudge es un vendido. Jeje, y encima le tiene miedo a Percy. Me pregunto como hará Kinsgley para que sea removido de su cargo.
Por muy may que me caiga Draco Malfoy no me parece coreco que los Slytherin se rian de como su padre lo desprecia. Aunque afortunadamente tiene buenos amigos que lo apoyan dándole animos; y me ha encantado lo que Sirius, Remus y Severus le han dicho sobre Lucius y sus ''extraoedinadios''.
La forma en que Scorpius intenta abriele los ojos a Draco sobre Lucius esta muy bien ya que este último se pasa el día maltratatando a su hijo; lástima que no quiera abrirlos. ¿Puede ser la forma de humillar a Draco el motivo por el que Scorpius detesta a su abuelo?
Respecto a Lockhart, detesto como las chicas se arrastran por él en lugar de usar ese maravilloso cerebro que tienen y susmar dos y dos; se que este comentario que acabo de escribir es un poco machista y me ha costado mucho de escribir ya que soy chica, pero esa forma de cegarse ante la evidencia y ver únicamente una cara bonita no la soporto, aunque supongo que tendre que mentalizarme a ver mucho de esto en los proximos capitulos, jeje.
Los comentarios que hace Ron sobre el pelo de Lockhart son muy divertidos y me han dado una idea ¿podrias hacer que los merodeadores se lo pusieran multicolor como a Richard Gere en la pelicula novia a la fuga?
Mi parte favorita es cuando los merodeadores preguntan donde esta Lockhart y las respuestas de Neville y Ron, sobretodo la de Ron.
Otra cosa que me ha hecho reir han sido los comentarios de Sprout y Snape sobre la foto. Tengo que decir que si Lockhart hubiese conseguido hacerse una foto con Voldemort, no hubiera llegado ni siquiera a revelarla.
Lo del origen del pique entre Arthur y Lucius esta bien pero me pregunto una cosa ¿Porque cuando hay una pelea se forma un corrillo alrrededor y se alienta a los participantes a darse más fuerte en lugar de separarlos?; La verdad es que esa forma de mejorar el rostro de Lucius esta pero que muy bien ¿sera este el origen de los amigos-escolta (entiendase Crabbe y Goyle). En cuanto a lo de la libreria esta bien que Arthur le pegue a Malfoy, me gusto, cosa que es contradictoria porque detesto la violencia.
Me encanta tu historia, es expléndida; bueno, mucho más que eso, no puede ser descrito con palabras.
¿Puedo hacerte una petición?¿podrias traer a los fundadores?, sería divertido que vieran con esta su colegio en la actualidad aunque no puedan cambiar nada.
Fudge es un idiota, me cae peor incluso que su sucesor así que Kingsley destapará sus trapos sucios en el profeta para que la gente le obligue a dimitir (o le amenazará con hacerlo para que dimita por si solo).
EliminarA mi Draco la verdad es que me da mucha pena, Lucius siempre lo trata mal y por eso se siente Yo creo que le trata así porqué quiere esconderse detrás del éxito de su hijo para esconder sus fracasos. Y sí, Scorp le odia por eso y por todo lo que le obligó a pasar al pobre Draco durante la guerra.
Yo también soy una chica y como tu odio que la gente juzgue solo por la belleza pero reconozcamoslo, muchas chicas (y chicos solo que Lockharn es un hombre) solo se guían por eso aun así te comprendo perfectamente yo odio escribir que se arrastran detrás de ese imbécil pero si hasta Hermione cayó la mayoría también lo harían (creo recordar que 48 le mandaron cartas de amor).
Ron está celoso y tal vez no sea tan gracioso como los gemelos pero también lo es por lo que no se va a morder la lengua cuando se hable de él. Lo del pelo es buena idea pero por mucho que odie a ese intento de humano está hospitalizado y a perdido la memoria, sería demasiado cruel gastarle una broma.
Tu pregunta es interesante mi respuesta es que no lo sé pero es una realidad absoluta, no falla, hay una pelea y todo el mundo va a mirar sobretodo si los que se pelean son personas minimamente "famosas". Tienes razón, esa podría muy bien ser la razón para la aparición de los guardaespaldas aunque también podría ser que el chico quería parecer listo y no encontro a dos más idiotas. Yo también soy una pacifista pero no puedo evitar alegrarme cuando lucius termina con un ojo morado o cuando la bruja-psicopata-sadica que mata a mi Sirius muere.
Ya había pensado traer a los fundadores pero no se cuando hacerlo. ¿Alguna idea? tiene que ser durante este libro y que marxen hasta el séptimo porque sinó hay demasiados personajes por allí.
Gracias por tu comentario, muchos besos.
pues respecto a como traer a los fundadores, podrias hacer que apàreciera un mensage en el que dijera algo como ''cuatro personas muy importantes vienen a observar como a evolucionado la escuela o algo asi'' y que se queden perplejos. no se ¿que te parece?
EliminarBuena idea pero ¿cuando los traigo? Cuando llegan a Hogwarts, cuando se abre la cámara... No se cuando hacerlo.
Eliminar¿te refieres a traerlos en el capitulo del cumpleaños de muerte? Estaria bien. Molaria que estubieran ya presentes en el siguiente pero, bah, lo dejo a tu gusto
Eliminar¿Tardaras mucho en actualizar? me encanta tu historia!! a mi me parece que lo de los fundadores es una buena idea, pero que tendrías que traerlos antes de que se abriera la cámara para que se enteraran un poco de la trama y eso, no?
ResponderEliminarEsta genial el capitulo, que bueno que has actualizado! =D
ResponderEliminarCon que esa no fue la única vez que el idiota de Lucius recibió una golpiza de Arthur. Quien lo manda a insultar a su familia¬¬. Hurra por Arthur!!=D
Las cosas empiezan a ponerse feas para Fudge. Que se prepare por solo esta comenzando. El nunca me agrado ya que solo tenía interés por Harry al ser famoso y además porque deja que la gente como Lucius lo chantajee para verse en buena posición. Y por si fuera poco Fudge lo acepta¬¬. Y me cayo más pesado. mejor dicho mal, por lo que paso en el quinto libro al poner a Harry como un loco y un engreido que busca fama y sometio a todo mundo mágico para que se pusieran en contra de Harry. Además también me parece molesto que la gente tenga interés en Harry solo por ser famoso, por la cicatriz y por derrotar a Voldemort. Pero nunca se molestaron en preguntarle a Harry como se sentía en realidad y que pensaba de su fama. También me molesta que siempre dudaran de el en los libros: cuando creían que era el heredero de Sñytherin, cuando creían que el mismo se había presentado al Torneo y cuando todos lo creían un mentiroso. Como dijo Ron en uno de los libros, la gente es capaz de creerse cualquier cosa.
Y la idea de traer a los fundadores es buena. Todos se emocionarán al verlos ^^. Aunque muchos se tendrán que morder la lengua para no decir nada malo delante de Slytherin o.O. Pero la parte buena es que los demás fundadores estarán ahí por si Slytherin intenta hacerle algo a los estudiantes.
Ojala puedas actualizarla pronto =D
Hola me gustaría darte una idea esta un poco loca no creo que la aceptes pero si lo haces seria genial, me gustaría comentártela pero no aquí me gustaría saber donde te puedo contactar no se facebook o hotmail, gracias por prestarme atención.
ResponderEliminarTe quedo genial el capitulo yo sinceramente amo a draco y a scorpius síguela pronto.
Alohaa! nueva lectora por estos lados jajaja, solo decirte que encontre tu historia hace ya un par de semanas, y la comence a leer casi de inmediato y me ha encantado, me gustan mucho este tipo de hsitorias, y en especial la tuya me fascinaa, me encanta y con cada nuevo capitulo me reencanta! :D jajajaj de verdad, eres muy buena escribiendo y describiendo cada una de la cosas, sucesos y personajes, sabes meterte en los diversos personajes tambien, es exacto como los imagino, y bueno, que mas puedo decirte? mas que este capitulo al igual que los otros ha estado muy bueno, me haces pasar por todas las emociones jajajj sigue asi, y trata de actualizarla pronto, que ya tienes una nueva lectora que espera ansiosa otro cap, jajaj, que tengas unos lindos dias!
ResponderEliminarMuchas Bendiciones para ti :)
hola
ResponderEliminarme encantó este capitulo xDD
estuvo muy divertido. en cada parte
reía mucho y pobre scor
el tiene que sufrir cuando lee lo que hacia su padre :/....bueno me morí de risa con eso de "henry patton".
amo a la familia weasley
esa familia representa lo que es una familia unida y feliz no
los importa ser pobres, ellos así son feliz y eso es lo que más amo de ellos ;)
bueno espero y actualizes pronto
saludos
Amo tu historia!! es genial. vas a traer a los fundadores??
ResponderEliminarseria estupendo. actualiza ponto!! los niños del futuro se van a quedar ya en todos los libros o se van a ir??
Hola!!
ResponderEliminarme encanta tu historia!!
yo leo tus fics de potterfics y tambien me gustan
leyendo tu perfil encontre esta y me encanta!
actualiza prontooo!!!
¿cuando actualizas?
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